En 10 días, China construyó hospital para pacientes con coronavirus

El Hospital Huoshenshan (Montaña del Dios del Fuego) cuenta con mil camas para tratar a los pacientes que serán atendidos por mil 400 doctores de las fuerzas armadas; la epidemia ha dejado 362 muertes y más de 17 mil infecciones.

Las autoridades construyeron en apenas 10 días un hospital de 1.000 camas en la capital provincial, Wuhan. (AP)
Editorial Milenio
Beijing /

China envió personal y equipo sanitario a un hospital recién construido, inyectó dinero en los mercados financieros y aumentó las restricciones de movimiento a la gente en estrictas medidas aprobadas el lunes, para contener tanto el coronavirus que se está extendiendo con rapidez como su creciente impacto.

Beijing reportó unas cifras actualizadas de 361 muertes hasta ahora y 2 mil 829 casos nuevos en China en las últimas 24 horas, que elevan el total a 17 mil 205 casos en el país, mientras otros países seguían evacuando a sus ciudadanos de la provincia de Hubei, la más afectada, y restringían los viajes de ciudadanos chinos o personas que hubieran estado en el país hace poco. 

La Organización Mundial de la Salud señaló que el número de casos seguiría subiendo porque había pruebas pendientes de miles de posibles pacientes.

También se demoró el reinicio del curso escolar para impedir la expansión del virus en Hubei, donde las autoridades construyeron en apenas 10 días un hospital de mil camas en la capital provincial, Wuhan. 

Estaba previsto abrir un segundo hospital con mil 500 camas en cuestión de días. Las restricciones en una ciudad se endurecieron más, permitiendo que solo un miembro de cada casa saliera al exterior para comprar suministros uno de cada dos días.

Personal médico del Ejército de Liberación Popular llegaba a Wuhan para asistir a los abrumados trabajadores sanitarios y gestionar el nuevo hospital, situado en una zona rural lejos del centro de la ciudad. Sus unidades prefabricadas, a donde empezaron a llegar los pacientes al final de la mañana, contaban con equipamientos y sistemas de ventilación de última tecnología.

Habilitar espacio hospitalario adicional es crucial para detener los contagios, señaló el destacado epidemiólogo chino Zhong Nanshan.

“La falta de habitaciones de hospitales obligó a los enfermos a regresar a casa, lo que es extremadamente peligroso. De modo que tener (camas) adicionales es una gran mejora”, dijo Zhong a la televisora estatal CCTV.

Zhong cumplió un papel importante cuando China superó el brote de SARS de 2002-2003. El SARS es un coronavirus de la misma familia que el actual patógeno.

En un indicio de las secuelas económicas del brote, el índice chino Shanghai Composite se desplomó un 8.7 por ciento cuando reabrió el lunes después de la festividad del Año Nuevo Lunar. Más tarde se estabilizó después de la intervención del banco central para inyectar liquidez en el mercado.

“Tenemos plena confianza y capacidad para minimizar el impacto de la epidemia en la economía”, dijo Lian Weiliang, subdirector de la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, en una conferencia de prensa en Beijing.

La jefa de gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, anunció el lunes que el territorio semiautónomo chino cerraría casi todos sus pasos fronterizos por tierra y mar a partir de medianoche para evitar la expansión del virus. Solo dos pasos fronterizos -en la bahía de Shenzhen y el puente a Macao y Zhuhai- seguirían abiertos. Lam negó que la decisión se debiera a la presión del personal sanitario. Algunos trabajadores del sector hicieron huelga el lunes y más amenazaron con no trabajar el martes a menos que el gobierno accediera a entablar conversaciones.

Hong Kong ha confirmado 15 casos del virus y ya ha reducido las conexiones en avión, tren y autobús al territorio continental, aunque crecen las presiones para que cierre su frontera completamente. Unos 6.000 trabajadores sanitarios estaban preparados para hacer huelga, según los organizadores de los paros. Hong Kong se vio muy afectada por el brote de SARS de 2002-2003 que muchos consideran se agravó debido al secreto y confusión causado por las autoridades chinas.

Un grupo internacional de compañías de cruceros anunció el lunes que sus miembros negarían el acceso a cualquiera, ya fuera tripulación o huéspedes, que hubiera viajado por la China continental en los 14 días anteriores, el periodo máximo de incubación del virus.

La Cruise Lines International Association, que dice representar a más de 50 líneas de cruceros, es la asociación más grande del sector.

Corea del Sur, que tiene 15 casos confirmados, decidió poner en cuarentena a 800 soldados que visitaron en fecha reciente China, Hong Kong o Macao, o que tuvieron contacto con personas que lo habían hecho, dijo la portavoz del Ministerio de Defensa, Choi Hyunsoo. Todos los hombres jóvenes surcoreanos están obligados a hacer el servicio militar.

En Beijing, las autoridades intentaban tranquilizar a los mil 400 millones de habitantes del país afirmando que había suficientes existencias de mascarillas y desinfectante, a pesar de los reportes de desabastecimiento de ambos productos en partes del país.

Filipinas vetó la entrada a todos los no filipinos llegados desde China tras identificar dos casos del virus en su territorio, incluida la única muerte hasta ahora fuera de China. Estados Unidos, Japón, Singapur, Indonesia, Nueva Zelanda y Australia impusieron restricciones similares pese a las críticas de China y a las recomendaciones de la OMS, que describió estas medidas como innecesarias.

Se han documentado unos 150 casos en dos docenas de países fuera de China. Un hombre chino de 44 años procedente de Wuhan murió por el virus en Filipinas y su acompañante seguía hospitalizada, según las autoridades. Los casos confirmados en Vietnam subieron a 8.

El total en Estados Unidos ascendió 11, la mayoría personas que habían viajado recientemente a Wuhan.


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