Tokio y otras 12 regiones de Japón volverán a aplicar restricciones contra los contagios de covid-19 desde este viernes tras la decisión tomada por el gobierno central ante la ola récord de casos que afecta a todo el país por la variante ómicron.
El gobierno que lidera Fumio Kishida elevó hoy la alerta sanitaria en la capital, las regiones colindantes y otras de las más habitadas del país, lo que permitirá a las autoridades locales volver a aplicar restricciones que afectarán sobre todo a negocios como bares y restaurantes.
"Esperamos frenar la propagación del virus con estas medidas concentradas", dijo Kishida a los medios tras la reunión del Ejecutivo en la que se decidió declarar la "cuasi-emergencia" sanitaria en las prefecturas afectadas.
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Kishida aludió así a la estrategia elegida por su gobierno de aplicar restricciones en las regiones con más infecciones, medidas que serán definidas por las autoridades locales y que consistirán principalmente en limitaciones de horarios para los citados establecimientos y la prohibición de servir alcohol en algunos casos.
Este tipo de restricciones habían estado vigentes en la capital por última vez hasta finales del pasado septiembre, cuando se levantaron tras el continuado descenso de los casos de covid-19 en Japón hasta que comenzó a propagarse la nueva y más contagiosa variante ómicron.
Japón experimenta desde inicios de enero un repunte de los contagios a una velocidad sin precedentes y atribuida a la difusión de ómicron, que se introdujo en el archipiélago nipón a pesar de que el gobierno blindó aún más sus fronteras desde que la Organización Mundial de la Salud alertó sobre la nueva variante.
Esta tendencia situó el pasado martes el número de contagios diarios por primera vez por encima de los 30 mil desde el inicio de la pandemia, mientras que hoy la cifra ronda los 41 mil 500 casos, según informó la cadena estatal NHK.
"Necesitamos prevenir la propagación de infecciones, dado su potencial para poner bajo gran presión al sistema sanitario a corto plazo", dijo hoy el ministro a cargo de gestión de la pandemia, Daishiro Yamagiwa, quien es también titular de Revitalización Económica.
La declaración de la "cuasi-emergencia", que llegó tras una reunión del Ejecutivo con su equipo de asesores sanitarios, dará la potestad a los gobiernos regionales de tomar las medidas que crean más convenientes en cada caso.
Las autoridades niponas, que en ningún momento de la pandemia han aplicado el confinamiento obligatorio de la población, también descartaron por ahora la aplicación de un sistema para solicitar a los clientes de bares y restaurantes un certificado de vacunación o un test negativo para poder entrar en ellos.
"No creo que sea necesario limitar todas las actividades, sino que se trata de concentrarse en donde hay más riesgo; por ejemplo, en las reuniones de un número elevado de personas (en restaurantes o bares)", dijo hoy el principal asesor médico del Ejecutivo sobre la pandemia, Shigeru Omi.
El experto también expresó su confianza en que el número de contagios remita conforme avance la vacunación con la tercera dosis, que comenzó el mes pasado con grupos prioritarios de población y con la que por ahora se ha inoculado al 1.3 % de la población.
A principios de mes, las prefecturas de Okinawa, Yamaguchi y Hiroshima ya volvieron a poner en marcha restricciones al ser las primeras afectadas por la sexta ola de infecciones en Japón, y con la decisión de hoy serán 15 las regiones niponas que toman de nuevo medidas anticontagios, de las 47 que componen el país.
Las nuevas restricciones empezarán a aplicarse desde el viernes en Tokio y otras doce regiones y estarán en principio vigentes durante unas tres semanas. Otras prefecturas como Osaka, Kyoto y Hyogo también estudian solicitar medidas similares esta misma semana.
grb