Un niño que estaba entre las decenas de migrantes rescatados de un buque que naufragaba en el océano Atlántico ha muerto, informaron agencias de emergencia en las islas Canarias de España.
Dos adultos y seis niños encontrados en el buque a unos 185 kilómetros (114 millas) del suroeste de Gran Canaria fueron desalojados el domingo en helicóptero para recibir atención médica urgente, pero uno de los menores no sobrevivió, tuiteó el servicio de emergencias de las Islas Canarias.
Aproximadamente 40 personas fueron llevadas a tierra por el Salvamento Marítimo y desembarcaron en el puerto de Arguineguín, confirmó el lunes el servicio a The Associated Press. Un avión perteneciente al Salvamenteo Martímo fue quien primero avistó la embarcación.
El funcionario de la Cruz Roja, José Antonio Rodríguez, indicó que los migrantes salieron de Dakhla, occidente del Sahara, hace ocho días.
Las llegadas de migrantes a las Islas Canarias, un archipiélago español más cerca de África que Europa continental, han ido en aumento. Las autoridades informaron que, de enero a mediados de octubre de este año, 14 mil 720 personas hicieron la peligrosa travesía. Eso representa un aumento del 83% comparado con el mismo periodo del año anterior, según el Ministerio del Interior de España
Aunque muchos buques llegan a las islas, expertos en migración también señalan que varios desaparecen en el Atlántico sin dejar rastro en lo que se conoce como naufragios invisibles.
En lo que va del año, casi 900 personas han muerto o desaparecido en su intento por llegar a las Islas Canarias en barco, y eso podría estar muy por debajo de la realidad, según la agencia de migración de Naciones Unidas. El grupo español defensor de derechos de los migrantes Walking Borders, por ejemplo, reportó que contabilizó casi 2.000 muertes en la ruta del Atlántico durante los primeros seis meses del año.
Los conflictos, la pobreza y otros factores exacerbados por la pandemia del coronavirus y el cambio climático, han provocado que migrantes que se dirigen a España suban a embarcaciones a lo largo de la costa occidental de África desde Marruecos hasta Gambia.
Intensificar los controles fronterizos y las intercepciones en el mar Mediterráneo entre el norte de África y el sur de Europa también ha provocado que los traficantes de personas se adapten al enviar más busques al océano Atlántico.
grb