Voto nativo, clave para la victoria de Joe Biden en Arizona

Alianza entre mexicoamericanos e indígenas cobra vida para impulsar el voto demócrata en contra del racismo y a favor de Joe Biden.

La victoria de Biden en Arizona fue clave principalmente por las comunidades latinas y nativas. (AP / Archivo)
Wilbert Torre
Ciudad de México /

Si los votos presidenciales en Estados Unidos se clasificaran a partir de la influencia de hechos y personajes históricos, a la elección de Barack Obama y de Joe Biden habría que otorgarles como sello definitivo la lucha de César Chávez, el líder mexicoamericano que defendió a campesinos y migrantes hace más de medio siglo.

Con el grito de guerra “Sí se puede”, la campaña de Obama revivió el espíritu de Chávez e incorporó sus lecciones de activismo casa por casa para despertar conciencia política y social en los ciudadanos.

Doce años después, los herederos del activismo del líder chicano, unos productores de Hollywood y un grupo de estrategas políticos marginados del mainstream de comentaristas y expertos electorales, jugaron un papel determinante en la victoria de Biden, al ayudarle a ganar Arizona.

Juan Massey, Salomón Baldenegro, Rodrigo Aguilar Beningos y Marcos Cline son cuatro activistas mexicoamericanos que desde la elección de 2016 revisaron de manera consistente números y mapas electorales. En mayo, cuando todos los analistas apuntaban a la victoria de Hillary Clinton, advirtieron el avance de Trump en Wisconsin, Ohio y Michigan, estados que al final le permitieron ganar el colegio electoral.

Aguilar y Massey trabajaban como “political junkies”, esos obsesivos analistas de la data y los escenarios políticos y electorales. Lo hacían por gusto, sin poner su trabajo al servicio de candidatos y partidos, y estaban frustrados porque sus valoraciones permanecían en la periferia.

“En la subsecretaría de América del Norte de la cancillería mexicana intentamos levantar un aviso entre diplomáticos, analistas y periodistas. Tratamos de recaudar fondos para detener el avance de Trump, pero nadie nos creyó cuando advertimos que México se convertiría en su piñata electoral”, dice Aguilar, consultor politico y analista internacional en Washington, D.C.

Cuatro años después, acompañados por periodistas, politólogos y activistas mexicoamericanos, el 5 de Mayo del 2020 Massey y Aguilar fundaron The North American Project, una plataforma online dedicada a contrarrestar la narrativa negativa y de estereotipos de la comunidad binacional en Estados Unidos, un proyecto anhelado por ambos desde que vieron el surgimiento de las plataformas del extrema derecha en la elección del 2016.

El 9 de septiembre, tres meses antes de la elección, Aguilar y Massey recibieron una llamada de Marcos Cline, un amigo productor ejecutivo de series y películas de Hollywood. Les dijo que Jon Denny, un colega, estaba dispuesto a aportar recursos para impedir el triunfo de Trump. Su reacción inmediata fue elegir Arizona y también consideraron Florida. ¿Pero en qué condados se concentrarían y con qué propósito?

Massey trabajó como asesor de Jonathan Nez, actual presidente de la Nación Navajo, y llevó invitado a su predecesor Russel Begaye a la toma de posesión del presidente López Obrador.

Su esposa, Terri, una mujer de esa tribu, fue secretaria de servicios sociales durante la administración Begaye-Nez, de modo que convocaron a Salomón Baldenegro, un viejo amigo también casado con una mujer navajo y miembro de una familia de activistas chicanos cuyo trabajo se remonta a los tiempos de Chávez y aún antes, en el movimiento sindical de las minas de cobre y las áreas rurales de Arizona.

Plantearon descartar Florida y Maricopa (Phoenix), el condado de Arizona donde tuvo vigencia la ley SB1070 que criminalizó migrantes, un territorio que por largo tiempo permaneció bajo el régimen represor y racista del sheriff Joe Arpaio.

La alternativa más viable, coincidieron, no era cambiar la opinión de los votantes, porque el país estaba dividido, sino hacer un esfuerzo para sacar a votar a los electores demócratas. A su gerencia de Baldenegro todos coincidieron en una región: el noroeste de Arizona.

Tres razones los convencieron: la comunidad nativo americana vivía agraviada por siglos y era una de las más afectadas por el coronavirus; su votación en las elecciones presidenciales era pobre y cuando sus electores salían a votar, era favor de los demócratas.

Para Aguilar la data dicta en la creatividad y puede ayudar a la eficiencia electoral, y los números que encontraron apuntaban hacia ahí: De 250 mil miembros de la comunidad nativo americana en Arizona, Nuevo México, Colorado y Utah, solo votaban 85 mil electores.

A lo largo del verano Massey viajó a Arizona desde El Paso y llevó pañales, gel y desinfectante y en uno de sus viajes coincidió con el productor Cline, quien filmó 20 mensajes que llamaban a votar, con personajes de la comunidad nativo americana, entre ellos una cantante de rock, una senadora y el célebre actor mexicoamericano Danny Trejo.

Los spots funcionaron. En el territorio de la nación Navajo, 84 por ciento de los electores votaron por Biden y 14 por ciento a favor de Trump. La elección en Arizona se decidió por una diferencia mínima y en el resultado fue determinante el voto de la comunidad nativo americana.

El giro dramático en Arizona ha tenido consecuencias tempranas: líderes demócratas han pedido al virtual presidente electo Biden elegir como secretaria del Interior a Deb Haaland, originaria de Nuevo México de trigesimoquinta generación, madre soltera, hija de un marine condecorado en Vietnam y de una veterana de la Marina que por 25 años trabajó como empleada federal en educación para la comunidad nativo americana.

Haaland es la primera indígena americana que llevó al Congreso de los Estados Unidos y también la primera en dirigir un partido estatal.

​dmr

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