Imágenes satelitales captadas por la compañía noruega Rystand Energy señalan que Rusia está quemando 4,34 millones de metros cúbicos de gas natural al día, cerca de la frontera con Finlandia, lo cual, los expertos advierten que el volumen de dióxido de carbono y hollín que deriva de la quema podría exacerbar el derretimiento del hielo ártico.
Dicho estudio no presenta buenas noticias para el planeta, ya que, con el cambio climático acentuándose a diario, "de particular preocupación con la quema en latitudes árticas es el transporte de carbono negro que se deposita en la nieve y el hielo y acelera significativamente el derretimiento", explica el profesor Matthew Johnson, de la Universidad de Carleton en Canadá.
Las imágenes captan una enorme llamarada que también ha sido avistada por residentes finlandeses en la frontera, activa desde el 11 de julio. El vicepresidente de Rystad Energy para mercados de gas, Sindre Knutsson, estima que Rusia "habría quemado ya gas suficiente como para abastecer a 1,5 millones de hogares europeos", según declaraciones a Sky News.
Aunque los expertos no descartan que esta quema sea parte de los procedimientos de prueba en la planta de Portovaya, también creen que "la magnitud y duración de este período continuo de quema son bastante extremos" como para tratarse de unos simples ensayos.
Esta planta, que se encuentra al noroeste de San Petersburgo y cuya puesta en marcha está prevista para este año, está cerca de una estación compresora del gasoducto 'Nord Stream 1' que recorre desde Rusia a Alemania.
El suministro se cortó durante 10 días en julio mientras se realizaba el mantenimiento anual del gasoducto y, aunque se ha reanudado desde entonces, el flujo de gas está funcionando a una quinta parte de su capacidad.
"No podemos conocer la razón exacta de la quema porque no hemos tenido ninguna comunicación ni de Rusia ni de la (operadora estatal) Gazprom. Razones potenciales hay muchas, pero no sabemos cuál es la exacta", ha añadido Knutsson.
LG