Dos décadas de trabajo para reducir la pobreza corren el riesgo de perderse en América Latina este año, cuando más de 50 millones de personas vuelvan a caer en dificultades, algo que empeora la desigualdad que ya alimentaba una ola de protesta social, según el nuevo vicepresidente del Banco Mundial para la región.
Carlos Felipe Jaramillo dijo que América Latina enfrenta “su peor crisis desde que comenzaron los registros modernos, al menos desde hace unos 120 años”. La región muy urbanizada se convirtió en el epicentro global de la pandemia de coronavirus (covid-19), representando 52% de las muertes a nivel mundial la semana pasada, ya que los sistemas de salud inadecuados tienen dificultades para abordar el problema.
“Estoy muy preocupado por lo que esto significa para América Latina en términos de pobreza, las cifras de empleo, ingresos y desigualdad, que siempre han sido un problema en la región”, dijo Jaramillo a Financial Times en una entrevista.
“Creo que es probable que la desigualdad aumente en este periodo”, agregó.
El Banco Mundial proyecta que 53 millones de latinoamericanos verán este año que sus ingresos caen por debajo de la línea regional de pobreza de 5.50 dólares por día, “y eso podría ser mucho peor en un escenario negativo”, según Jaramillo.
Con una fuerte dependencia en las exportaciones de petróleo y materias primas agrícolas, América Latina tenía dificultades para crecer incluso antes de que llegara la pandemia. Sus economías se encontraban entre las de peor desempeño el año pasado y el crecimiento per cápita apenas fue en promedio de 0.5% anual en la última década.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) predijo la semana pasada que las economías de América Latina y el Caribe se contraerán alrededor de 9.4% este año, un desempeño mucho peor que el de África, Medio Oriente y Asia. El próximo año se proyecta que la región se recuperará lentamente, con un crecimiento de 3.7%.
En su nueva función, Jaramillo administrará una cartera de proyectos, becas y asistencia técnica del Banco Mundial con valor de 32,000 mdd. Dijo que los gobiernos de Latinoamérica tienen que usar la crisis para “reconstruir mejor” y aprender de las innovaciones en partes más dinámicas del mundo, como el este de Asia y África.
El Dato...53 millones
De latinoamericanos verán caer sus ingresos por debajo de la línea de pobreza de 5.50 dólares por día este año
M-Pesa, un revolucionario servicio de transferencia de pagos móviles que le dio acceso a millones de personas a los servicios financieros por primera vez, fue un ejemplo de lo que América Latina “debería haber adoptado desde hace mucho tiempo”, dijo.
“Latinoamérica realmente necesita tomar en serio el fomento a la innovación, el emprendedurismo y la competencia para abordar la baja productividad”, agregó Jaramillo “Este es un momento crítico”
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El año pasado, una ola de protestas arrasó la región, alimentada por la ira por la mala calidad de los servicios públicos, el empleo precario y el estancamiento de los niveles de vida. Incluso Chile, considerado durante mucho tiempo como un abanderado del buen gobierno y el crecimiento económico sostenido, se vio afectado por semanas de disturbios ya que los manifestantes exigieron mejores pensiones, educación y atención de salud, y una mayor igualdad de oportunidades.
Jaramillo citó tres prioridades para los gobiernos de la región: mejorar el acceso a los servicios digitales de banda ancha, que actualmente solo llegan a la mitad de los latinoamericanos, mejorar la salud y la educación a través de la tecnología de internet y desarrollar nuevos negocios más dinámicos.
“América Latina realmente necesita tomar en serio la innovación, el emprendedurismo y la competencia para abordar la baja productividad”, dijo el funcionario. “Los países de la región no han formado parte de las cadenas de valor globales dinámicas.… habrá grandes cambios en la manera en que están estructuradas y eso será una gran oportunidad para los países de América Latina”.
Pero Jaramillo reconoció que la prioridad inmediata para los gobiernos de la región es superar su peor crisis económica y preservar la mayor cantidad posible de puestos de trabajo para evitar una explosión de disturbios civiles.
Aunque algunos economistas y políticos han pedido que se adopten planes de ingreso básico universal como una herramienta para combatir la pobreza, dijo que ese debate tendría que esperar.
“Veo algunos debates en todo el mundo sobre cosas fantásticas que hacer cuando la crisis termine y tal vez esta sea una de esas cosas, pero mientras la crisis está pasando, creo que realmente se trata de asegurarse de que el paciente sobreviva”, mencionó.
srgs