Coronavirus: naciones buscan seguro ante un segundo brote en el mundo

FT Mercados

Debido a la diversificación de riesgos anulada por los cierres totales, un seguro contra pandemias solo será posible con el apoyo de los gobiernos.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, extendió la cuarentena hasta junio debido a que no se cumplen los requisitos para reabrir (EFE).
Oliver Ralph, Robert Armstrong y Anna Gross
Ciudad de México /

El Blackpool Grand Theatre de grado II ha visto mucho en sus 126 años de antigüedad, desde el auge de la ciudad como una localidad balnearia hasta su largo declive en una de las zonas más desfavorecidas del Reino Unido. El coronavirus (Covid-19) podría estar a punto de darle el golpe fatal.

El Grand bajó la cortina el 17 de marzo, cuando el cierre nacional del Reino Unido comenzó, hasta a fecha continua cerrado. Ruth Eastwood, la directora ejecutiva, presentó una reclamación de 100,000 libras sobre la póliza de seguro del teatro que, dice, debería cubrir alrededor de la mitad de los costos del cierre.

Pero Hiscox, la aseguradora del Grand Theatre, le dijo a Eastwood que la póliza no cubre los costos de un cierre, debido a que la respuesta de amplio alcance del gobierno a la pandemia no cae dentro de las cláusulas del contrato.

Es una historia que se repite por todo el mundo. Las aseguradoras dicen que la pandemia será uno de los acontecimientos más costosos en la historia de su industria, con un costo potencial de más de 200,000 millones de dólares (mdd), con la mitad de esto en pagos. Pero hay miles de empresas que no han podido reclamar con éxito, y ahora que empiezan a levantarse los cierres se enfrentan a la ruina.

Un mar de criticas 

Aunque los seguros para pandemias han estado disponibles desde antes, muchas compañías pensaron que el riesgo de un brote era remoto y pocos las compraron. La industria ahora está bajo las críticas no solo de los clientes descontentos, sino también de los políticos que argumentan que las aseguradoras deberían hacer más para ayudar a los negocios.

Sin embargo, incluso antes de que se complete la autopsia, la atención urgente pasa de este brote a cómo hacer frente al próximo, incluso cuando creen que posiblemente se dará dentro de los próximos seis meses, si surge una segunda oleada de infecciones de Covid-19.

Con la industria bajo un creciente escrutinio, los esfuerzos se desarrollan en ambos lados del Atlántico para encontrar la manera de manejar mejor una crisis similar en la próxima pandemia y asegurar que los negocios puedan sobrevivir.

“Tenemos que llegar a una solución común. Tiene que estar en su lugar para una segunda oleada. Tenemos semanas, no meses”, dice John Neal, director ejecutivo de Lloyd’s of London.

En Estados Unidos (EU), John Doyle, director ejecutivo del corredor de seguros Marsh, escribió al equipo económico de la administración de Donald Trump proponiendo un plan de seguro de pandemia, donde el riesgo se comparte entre los sectores público y privado.

El consenso del sector es que solo las soluciones nacionales pueden funcionar; cualquier otra cosa lo hace demasiado complicado como para obtener el apoyo gubernamental. Sin embargo, algunos aseguradores sostienen que cualquier nuevo sistema que cubra las pandemias debe ser un esfuerzo transfronterizo para ser eficaz.

El Dato.

750,000 mdd

es el tope que el gobierno de EU pagaría en total por las pérdidas según la propuesta de Ley de Seguro de Riesgo de Pandemia

Respaldos del gobierno

Muchos países ya tienen sistemas de seguro que cubren el terrorismo y las catástrofes naturales como las inundaciones. Algunos observadores se preguntan por qué ese tipo de políticas no pueden simplemente ampliarse a las pandemias.

“Es muy importante que la gente entienda lo que una industria como la nuestra puede hacer con su economía y lo que no puede hacer”, menciona Oliver Bäte, director ejecutivo de Allianz.

El seguro, dice, funciona según el principio de diversificación de riesgos. “Si el gobierno cierra la economía debido a una pandemia y cierra millones de empresas, no hay más diversificación, por lo tanto no podemos cubrir eso”, dice. “Necesitamos hacer modelos, riesgo por riesgo, de lo que la industria puede hacer por sí misma”.

La crisis del coronavirus ilustra el problema. De acuerdo con un alto ejecutivo, el sector de seguros de propiedad y accidentes de EU en su conjunto tiene un capital de 850,000 mdd. Pero los ingresos tan solo de las pequeñas empresas estadounidenses, por ejemplo, suman 400,000 mdd al mes, y muchas de ellas se encuentran cerradas desde hace más tiempo.

La industria no tiene capacidad para pagar por mucho tiempo en esa escala de pérdidas sin aumentar el tamaño de su propio balance, lo que significa grandes incrementos en las primas.


Las aseguradoras dicen que la participación del gobierno es un primer paso crítico. Según la propuesta de Marsh, los asegurados absorberían la primera capa de pérdidas, le seguirían las aseguradoras, y la cola recaería sobre el gobierno.

“No se trata solo del riesgo financiero, se trata de gestionar el riesgo, doblar la curva de riesgo…. el objetivo es tener una recuperación económica más rápida la próxima vez”, dice Doyle.

El mes pasado se presentó al Congreso de EU un proyecto de Ley basado en el modelo TRIA (creado después de los ataques del 11 de septiembre de 2001), que propone un plan de reaseguro pandémico. Si se aprueba, la Ley de Seguro contra Riesgos de Pandemia obligaría a las empresas y aseguradoras a asumir parte del riesgo. Después de eso, el gobierno pagaría 95% de todas las pérdidas hasta un umbral de 750,000 mdd.

Evan Greenberg, director ejecutivo de la aseguradora Chubb, cree que las compañías de seguros podrían asumir más riesgo del que se sugiere en algunas de las propuestas que están circulando. Pero la gran mayoría de la industria parece estar en contra de asumir un mayor riesgo de pandemia.

Por su parte, el director ejecutivo de Axa, Thomas Buberl, considera que el plan de seguro francés contra catástrofes naturales es un modelo potencial. Cada contrato de seguro incluye una pequeña su 

prima para el esquema, que se divide en partes iguales entre el gobierno y las compañías privadas.

Cuando ocurre un desastre, el sector privado paga primero y luego interviene el Estado. El esquema puede absorber alrededor de 4,500 mde en pérdidas antes de que intervenga el Estado.

El fallido bono para pandemias

Aquí es donde el esquema de bonos pandémicos de 320 mdd del Banco Mundial (BM) parece haberse quedado corto. A pesar de tener el objetivo de proporcionar “fondos de emergencia” durante el brote, recibe una gran cantidad de críticas por pagar tarde y en pequeñas sumas.

Cuando se lanzó el Mecanismo de Financiamiento para Casos de Pandemia (MFEP) en 2017, el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, lo describió como “un paso trascendental que tiene el potencial de salvar millones de vidas y economías enteras de una de las mayores amenazas sistémicas que enfrentamos actualmente en el mundo”.

Pero los bonos apenas se activaron hace un mes y pagarán 196 mdd para dividirse entre 64 países, lo que da un promedio de 3 mdd para cada uno.

Los críticos argumentan que el experimento del Banco Mundial estaba condenado al fracaso, señalando que los factores que activan la liberación de los fondos son tan complejos que les es imposible pagar pronto cuando el dinero se necesitan con mayor urgencia.

Hasta ahora, el Banco Mundial prometió 160,000 mdd para ayudar a los países a responder al Covid-19, algo que hace ver pequeño el pago de bonos de 196 mdd.

El BM dice que no planea renovar su programa de seguro pandémico. Pero algunos creen que es una herramienta valiosa para cuantificar el riesgo.

Las principales figuras de la salud en el mundo sostienen que las aseguradoras deben trabajar con agencias internacionales y ser más creativas en la construcción del próximo mecanismo de seguro para cubrir el riesgo de pandemia.

Diseñar algo para una repetición de la crisis actual, dice un asesor de la industria, es como “cerrar la puerta del establo después de que se escapó el caballo”. Algunas personas en la industria creen que cualquier nuevo esquema necesita pensar más allá de las pandemias.

Pero lanzar la red tan ampliamente agrega otros dilemas. La retención de dinero por un problema desconocido crearía preguntas sobre exactamente qué tipo de evento provocaría los pagos del plan y quién tomaría la decisión sobre cuándo pagar las reclamaciones.

yvr 


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