El Banco de Inglaterra reduce expectativas de crecimiento

FINANCIAL TIMES

Comité de Política Monetaria. La economía se encuentra en un lugar difícil, lo que significa que solo podrá llegar a 1.1% durante los próximos tres años sin alimentar la presión inflacionaria, reconoce.

El pesimismo de la institución causó cuestionamientos. (Andy Rain/EFE)
Chris Giles
Londres /

Después de años de tener un exceso de optimismo en la productividad de Reino Unido, el Banco de Inglaterra tiró la toalla ayer.

El banco central abandonó la idea de que la economía británica podía tener un crecimiento de manera sostenible de alrededor de 2.5 por ciento al año, como defendió el gobernador Mark Carney cuando asumió el cargo en 2013. El Banco de Inglaterra incluso dejó de predecir que la economía podría crecer alrededor de 1.4 por ciento al año, como dijo en 2019.

La economía de Reino Unido se encuentra en un lugar difícil, concluyó el Comité de Política Monetaria (MPC, por sus siglas en inglés) del Banco de Inglaterra, y eso significa que solamente puede llegar a crecer a una tasa anual de 1.1 por ciento durante los próximos tres años sin alimentar la perjudicial presión inflacionaria.

Ben Broadbent, vicegobernador del Banco de Inglaterra para el análisis monetario, se mostraba pesimista. “Ya no esperamos mucho de un repunte (en el crecimiento de la productividad)”, dijo. La productividad es un ingrediente crucial para determinar qué tan rápido puede crecer una economía.

El Banco de Inglaterra no dio grandes detalles de las implicaciones de sus pronósticos de la denominada tasa de crecimiento potencial de la economía después de su “toma anual de inventarios”, pero son profundas y se corre el riesgo de que hagan temblar a los ministros en el gobierno de Boris Johnson.

El Banco de Inglaterra pronosticó una tasa de crecimiento sostenible tan lenta que restringirá seriamente cualquier aumento en los niveles de vida reales, dejará a las finanzas públicas luchando por satisfacer las demandas de mejores servicios públicos y limitará los esfuerzos del gobierno para impulsar el desempeño de las regiones más débiles.

Si el crecimiento supera el 1.1 por ciento, muy pronto el Banco de Inglaterra podría sentirse obligado a aumentar las tasas de interés para desacelerar la economía y evitar que se sobrecaliente.

Ante este contexto, el Banco de Inglaterra redujo su expectativa de crecimiento para los próximos tres años sin un gran cambio en su pronóstico de inflación.

Allan Monks, economista de JPMorgan, dijo que los cambios “fijan un listón muy bajo para que el crecimiento vuelva a tener un ritmo “por encima de la tendencia”, aumentando la posibilidad, en caso de que se produzca un rebote del brexit, de tasas de interés más altas con bastante rapidez.

Carney, en su última reunión del MPC antes de dejar el cargo, buscó evitar comparar el calendario de su pronóstico para la tasa de crecimiento potencial de la economía con la ambición del canciller Sajid Javid de aumentar la expansión anual a 2.8 por ciento.

Pero dijo que Javid deberá reconocer que se necesita un esfuerzo concertado para aumentar las tasas de crecimiento porque “esto no es algo que cambie de un día para otro”.

El pesimismo del Banco de Inglaterra —tiene una estimación más baja para la tasa de crecimiento potencial de la economía que la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés), el FMI y la OCDE— planteó interrogantes sobre por qué el banco central es tan pesimista y si su opinión era razonable.

El Banco de Inglaterra fue transparente. En comparación con los días en los que creía que el crecimiento anual de 2 por ciento era sostenible, Broadbent dijo que la mitad de la degradación se debió aproximadamente a la escasez de trabajadores potenciales dado que la tasa de empleo ya estaba en un nivel histórico y el resto porque el Banco de Inglaterra se rindió en su pronóstico de crecimiento de productividad.

En el futuro, el Banco de Inglaterra espera que el crecimiento de la productividad tenga un promedio de alrededor de 0.5 por ciento anual, similar al nivel de 0.4 por ciento que se registró en la última década, en lugar de un repunte hacia el 1 por ciento o más como se esperaba anteriormente.

El brexit en parte es responsable, agregaron Broadbent y Carney, aunque dijeron que no pueden dar un número preciso sobre el efecto perjudicial.

Salir de la Unión Europea creó incertidumbres que sirvieron para reducir la inversión empresarial. El brexit se convirtió en una distracción para las empresas, al obligarlas a planear diversos escenarios en lugar de trabajar en seguir mejorando sus negocios.

Es probable que por el brexit se “haya desviado el tiempo y el esfuerzo de otras actividades” dijo el informe del Comité de Política Monetaria.

Los analistas del sector privado apoyaron ampliamente la decisión del Banco de Inglaterra de rebajar la tasa de crecimiento potencial de la economía, a pesar de que la mayoría tiene predicciones más optimistas de alrededor de 1.7 por ciento anual para 2023.

Tomaron la degradación como una señal de que era poco probable que el Banco de Inglaterra reduzca las tasas de interés este año.

Un modesto repunte del crecimiento previsto por el Comité de Política Monetaria en 2020 ahora debería ser suficiente para “dejar la política en suspenso en 2020”, dijo David Page, economista de Axa Investment.

Sin embargo, los miembros del MPC advirtieron contra esta lógica, al señalar que había muchos aspectos de la economía que no entendían, que todavía podrían cambiar su perspectiva para la política monetaria.

En particular, los miembros señalaron que a pesar del bajo crecimiento de la productividad, los salarios habían sido fuertes, pero que la inflación era persistentemente débil.

El MPC planteó la posibilidad de que esto se debiera a las presiones a largo plazo sobre los precios, especialmente en el sector minorista, donde las compañías con tiendas físicas tenían dificultades con la reducción de sus márgenes de utilidades.

El MPC dijo que en el futuro haría un trabajo adicional sobre este tema, e incluso con una economía lenta, si los aumentos de precios son persistentemente débiles, los recortes de tasas de interés podrían volver rápidamente a su agenda.

CLAVES

RIESGO

El Banco de Inglaterra pronosticó una tasa de crecimiento tan lenta que limitará cualquier aumento en los niveles de vida reales y a las finanzas públicas luchando por satisfacer las demandas de mejores servicios públicos.

PREVISIÓN

En caso de que el crecimiento supere el 1.1 por ciento, el Banco de Inglaterra puede sentirse obligado a aumentar las tasas de interés para desacelerar la economía.

PESIMISMO

El Banco de Inglaterra tiene una estimación más baja para la tasa de crecimiento potencial de la economía que la de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria, el FMI y la OCDE.

FUTURO

Estiman que el crecimiento de la productividad tenga un promedio de alrededor de 0.5 por ciento anual, similar al nivel de 0.4 por ciento registrados en la última década.

BREXIT

El brexit se convirtió en una distracción para las empresas al obligarlas a planear diversos escenarios en lugar de trabajar en seguir mejorando sus negocios.

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