Energéticas buscan apoyo para el hidrógeno verde

Grandes grupos del sector presionan al gobierno de Joe Biden para que aplique un enfoque que permita que parte de la producción sea con electricidad generada a partir de combustibles fósiles

Este elemento no emite dióxido de carbono al quemarse, por lo que es clave para sanear industrias pesadas. SHUTTERSTOCK
Amanda Chu
Nueva York /

Las compañías de energía lanzaron una campaña de cabildeo en Washington en relación con una serie de reglas pendientes que, según ellas, decidirán la inversión de miles de millones de dólares en hidrógeno.

La producción de hidrógeno verde —que se obtiene dividiendo moléculas de agua con electricidad limpia— recibió generosos subsidios en la histórica ley climática de Estados Unidos del año pasado. El próximo mes, el Departamento del Tesoro publicará directrices de impuestos que determinarán qué tipos de proyectos de hidrógeno van a calificar para estas ayudas.

Sin embargo, dado que las energías renovables suministran solo una pequeña parte de la red eléctrica del país, las empresas presionan por un enfoque que permita que parte del hidrógeno se produzca con electricidad generada por combustibles fósiles.


El debate se reduce a cómo los productores de hidrógeno demuestran que la electricidad que compran es “limpia”. La propuesta más estricta del Tesoro implica certificar que cada hora de producción de hidrógeno se alimenta de una fuente de energía con cero emisiones de carbono, exigiendo su uso las veinticuatro horas del día.

Los grupos de cabildeo de la industria dicen que esto obligará a las plantas de hidrógeno a cerrar cuando la electricidad limpia no esté disponible. En su lugar, quieren que el Tesoro utilice un sistema de “compensación anual” que permita a los productores adquirir créditos por electricidad renovable en cantidades iguales a su consumo anual de energía.

Un sistema así hará más atractiva la inversión en hidrógeno en EU, señalan, al permitir a las compañías almacenar de forma efectiva la electricidad verde generada cuando haya excedentes, por ejemplo, cuando el sol del mediodía pasa por encima de las granjas de energía solar, para utilizarla más tarde.

El hidrógeno, que no emite dióxido de carbono al quemarse, se considera un combustible fundamental para sanear industrias pesadas como la siderurgia y el transporte por carretera; sin embargo, 95 por ciento del hidrógeno estadunidense se produce con gas natural en un proceso que genera grandes cantidades de CO2.

La secretaria de Energía de EU, Jennifer Granholm, elogió el hidrógeno limpio como alternativa a la producción convencional y esbozó una estrategia para reducir sus costos 80 por ciento de aquí a 2030. Los subsidios de la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por su sigla en inglés) ascienden a 3 dólares por kilogramo.

Hay opiniones encontradas sobre el planteamiento contable por horas o por años. Un estudio de la Universidad de Princeton concluyó que, a menos que la producción de hidrógeno se alimente de energía limpia cada hora y de proyectos renovables de nueva construcción situados en las proximidades, el proceso tendrá índices de emisiones superiores a los del hidrógeno producido a partir de combustibles fósiles.

“Nuestro negocio se basa en la necesidad de descarbonizar”, dijo Raffi Garabedian, director ejecutivo de Electric Hydrogen, fabricante de sistemas de electrólisis de hidrógeno. “Si estamos haciendo cosas, construyendo cosas y aprovechando los incentivos que se ofrecen sin descarbonizar, será una farsa”.

Pero algunos inversionistas dicen que el estándar por hora acabará con la viabilidad de muchos proyectos de hidrógeno limpio, que dependen de la electricidad de la red y tendrán que apagarse durante las horas del día en que no se dispone de energía renovable, como la eólica y la solar.

Según las estimaciones de Rystad Energy, hasta finales de la década se han comprometido alrededor de 11 mil millones de dólares en proyectos de hidrógeno verde en EU. La consultora de energía constató que los anuncios de capacidad de hidrógeno verde aumentaron 53 por ciento desde la aprobación de la IRA. De acuerdo con un estudio encargado por Plug Power, las inversiones previstas se reducirán en dos tercios de aquí a 2035 si las reglas llegan a ser demasiado estrictas.

Phil Musser, vicepresidente de Asuntos Gubernamentales de NextEra Energy, el desarrollador de energías limpias más grande de EU, dijo que las directrices del Tesoro representarán un momento decisivo para el hidrógeno verde en el país. Con una regulación más permisiva, la compañía espera un mercado de 70 mil millones de dólares para el combustible 2025 y tiene planes de invertir 20 mil mdd en el sector estadunidense.

Los grandes grupos petroleros también se sumaron al esfuerzo de cabildeo: BP y Woodside Energy son algunas de las compañías de combustibles fósiles que escribieron al gobierno para que “actúe con prudencia” en sus orientaciones. El Edison Electric Institute, que representa a las empresas de servicios públicos, y la American Clean Power Association le pidieron al Tesoro que en el corto plazo aplique regulaciones menos estrictas en materia de correspondencia temporal, similares al planteamiento adoptado en la Unión Europea.

Según Shannon Angielski, presidenta de la Clean Hydrogen Future Coalition, cuyo consejo incluye miembros de BP, Chevron, ExxonMobil y Shell, exigir que los proyectos cumplan las normas de correspondencia por horas “martirizará” al sector antes de que tuviera la oportunidad de prosperar.

Los desarrolladores de hidrógeno llevaron sus argumentos a John Podesta, el funcionario de la Casa Blanca encargado de aplicar la IRA, y obtuvieron el apoyo de Joe Manchin, senador demócrata amigable con el sector de los combustibles fósiles que ayudó a impulsar la IRA en el Congreso el año pasado.

“El Tesoro centra la atención en proporcionar claridad a las empresas lo antes posible y garantizar que este incentivo avance en los objetivos de aumentar la seguridad energética y combatir el cambio climático”, indicó el departamento.

Las amenazas de abandonar la inversión suponen un cambio de tono en un sector de energías limpias que se ha apresurado a capitalizar los subsidios de la ley contra la inflación, comprometiendo más de 200 mil millones de dólares en nuevos proyectos de fabricación desde la aprobación de la ley el año pasado.


Con información de: Derek Brower


AKMD

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