Intesa Sanpaolo y UniCredit cayeron 8.6 y 5.9 por ciento, respectivamente
La coalición de derecha de Italia hizo caer las acciones de los bancos con un impuesto sorpresa “extraordinario” de 40 por ciento sobre las utilidades que obtienen las entidades crediticias derivadas del alza de las tasas de interés.
La apresurada medida, anunciada a última hora de la noche del lunes, se produjo después de que los bancos obtuvieron utilidades extraordinarias tras el aumento de las tasas, lo que se unió a la presión política sobre el gobierno de Giorgia Meloni por el impacto de la inflación y el aumento de las tasas en los hogares.
Un alto ejecutivo del sector bancario calificó de una “ducha de agua fría” el impuesto, que el ministro de Economía había descartado.
Las acciones de Intesa Sanpaolo y UniCredit, los dos bancos más grandes del país, cayeron 8.6 y 5.9 por ciento, respectivamente, al cierre de la jornada. Los títulos de Monte dei Paschi di Siena, de propiedad estatal, bajaron 10.8 por ciento, mientras que Banco BPM, el tercer banco más grande de Italia, se hundió 9 por ciento. BPER Banca, Mediobanca y Banca Generali también cerraron en rojo.
Los analistas de Jefferies y Equita estiman que el gobierno recaudará más de 4 mil 500 millones de euros con el impuesto, una cifra superior a los entre 2 mil y 3 mil millones sugeridos por los funcionarios italianos. Intesa y UniCredit serán los que más contribuyan, pero el impacto en el capital será mayor en los bancos más pequeños.
Los expertos de Jefferies aseguran que, en promedio, el impacto sobre el capital será “considerable, pero manejable”. El banco de inversión indicó que el costo ascenderá a un promedio de 60 puntos base sobre el capital básico de nivel 1, un ratio que se utiliza como medida clave de la salud financiera de los bancos.
El gobierno de Meloni utilizará las sumas recaudadas por el gravámen, que aún necesita la aprobación del Parlamento, para financiar medidas de ayuda a las familias y las pequeñas empresas.
La administración criticó a los bancos por no trasladar las alzas de las tasas de interés a los pequeños ahorradores. El gravámen se suma a las medidas adoptadas por otros países europeos, como España y Hungría, para imponer impuestos extraordinarios a los bancos.
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Los analistas esperan que el proyecto, que no fue bien recibido, sea modificado antes de su aprobación parlamentaria.
“El gobierno espera obtener entre 2 mil y 3 mil millones de euros, y la bolsa de Milán acaba de perder más de 10 mil millones de euros con la noticia… no es la medida más inteligente”, dijo un alto ejecutivo bancario que habló en anonimato.
El impuesto se aplicará a los ingresos netos por intereses generados por la diferencia entre las tasas de interés de los préstamos y de los depósitos de los bancos.
El Banco Central Europeo (BCE) ya subió las tasas en 4.25 puntos porcentuales desde el verano pasado al subir la tasa de referencia de los depósitos de menos 0.5 a 3.75 por ciento, pero los bancos de la zona euro no han trasladado a los ahorradores gran parte de este aumento.
Un borrador publicado por el gobierno sugería que el umbral para imponer la tasa de 40 por ciento se basaría en la diferencia entre los ingresos netos por intereses en 2021 y la cifra para 2022 o 2023, la que sea mayor.
Los bancos pagarán el impuesto una vez que sus ingresos netos por intereses para el año seleccionado superen los de 2021 en 5 o 10 por ciento. El gravamen de única ocasión, cuyo pago está previsto para finales de junio de 2024, debe obtener la aprobación parlamentaria en un plazo de 60 días.
Se espera que los bancos italianos obtengan este año entre 50 y 80 por ciento más de ingresos netos por intereses que en 2021, dijo un analista de Milán. Al tener esto en cuenta, el gravamen de 40 por ciento tendrá un “impacto devastador (en el capital) para los bancos más pequeños”, advirtió.
Los analistas políticos expresaron su consternación por la torpe forma en que el gobierno manejó el anuncio, que delegó en Matteo Salvini, viceprimer ministro. El ministro de Economía, Giancarlo Giorgetti no asistió a la conferencia de prensa de la noche del lunes.
Funcionarios italianos y banqueros de alto nivel en Milán dijeron que se produjeron fracturas dentro de la coalición de gobierno por el gravámen, aunque el entorno del ministro negó que se produjeran desacuerdos internos.
“No se hacen estas cosas, no se pone un impuesto a los bancos sin decirles y sin que el ministro de Economía se presente en la televisión para explicarlo”, dijo Francesco Giavazzi, profesor de Economía de la Universidad Bocconi que fue asesor económico del ex primer ministro Mario Draghi.
Matteo Salvini señaló en conferencia de prensa a última hora del lunes que el impuesto es “de sentido común”.
Los cinco bancos más grandes de Italia registraron utilidades agregadas de 10 mil 500 millones de euros en el primer semestre de 2023, esto es 64 por ciento más que en el año anterior, de acuerdo con la agencia de calificación DBRS Morningstar.
El mes pasado, el ministro de Relaciones Exteriores italiano, Antonio Tajani, pidió al BCE que dejara de subir las tasas de interés, alegando que las tasas más altas presionan a los solicitantes de préstamos y no logra frenar la inflación.
Las cifras del producto interno bruto mostraron la semana pasada que la recuperación económica de Italia flaqueó durante el segundo trimestre.
Según la asociación nacional de banqueros Fabi, casi un millón de familias italianas dejaron de pagar sus préstamos e hipotecas en marzo, por un total de 14 mil 900 millones de euros, debido al aumento de las tasas de interés.
Con información de: George Steer