Japón pone fin a una era de política monetaria ultralaxa

Histórico. El banco central del país asiático mantendrá su tasa de interés en un rango de entre 0 y 0.1%, con lo que abandona las medidas para apoyar la economía

Kazuo Ueda, gobernador del organismo. RICHARD A. BROOKS/AFP
Kana Inagaki
Tokio /

El Banco de Japón puso fin a la era de tasas de interés negativas, aumentando los costos de endeudamiento por primera vez desde 2007 en un cambio histórico, ya que el país deja atrás décadas de deflación.

Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón, puso fin a más de una década de política monetaria ultralaxa, abandonando una serie de medidas de flexibilización que se pusieron en marcha para estimular la economía más avanzada de Asia.

Tras una votación por mayoría de siete a dos, el organismo va a orientar la tasa de interés a un día para que se mantenga en un rango de entre 0 y 0.1 por ciento, lo que lo convierte en el último banco central en poner fin al uso de tasas de interés negativas como herramienta de política monetaria. Su tasa era de -0.1 por ciento.

El Banco de Japón recurrió a tasas de interés negativas en 2016 mientras intentaba alentar a los bancos a prestar más con el fin de generar gasto y contener los riesgos de una desaceleración económica global.

Otros bancos centrales —en la eurozona, los países nórdicos y Suiza— también recortaron las tasas por debajo de cero, enfadando algunas veces a los ahorradores y rompiendo con cientos de años de políticas establecidas.

Las tasas negativas ayudaron a evitar amenazas deflacionarias, pero aumentaron los costos para el sistema bancario y permitieron que las empresas zombis sobrevivieran pero no prosperaran, algo que hizo que los bancos centrales quisieran evitar que se repitiera el experimento.

Con el tiempo, el cambio puede desatar movimientos en los flujos de inversión globales, y se produce cuando surgen señales de un cambio más amplio en la economía japonesa.

Los trabajadores de algunas de las compañías más grandes de Japón consiguieron su mayor aumento salarial desde 1991, algo que le da a Ueda suficiente confianza en que va a continuar una inflación leve.

Más empresas también trasladan los costos de la inflación a los consumidores y la escasez de mano de obra contribuye a salarios más altos.

También aumentó la confianza de los inversionistas en las perspectivas de la economía.

A pesar del retorno a tasas de interés positivas, Ueda señaló que los costos de endeudamiento no aumentarán marcadamente, ya que las expectativas de inflación todavía no se anclan en su objetivo de 2 por ciento.

La inflación, que fue provocada por un aumento en los precios de energía importada y alimentos, superó su punto máximo. La subyacente, que excluye los volátiles precios de los alimentos frescos, se desaceleró en enero por tercer mes consecutivo.

“Es importante mantener condiciones financieras favorables incluso cuando llevamos a cabo una política monetaria normal”, dijo Ueda en conferencia.

El banco central también eliminó sus controles sobre la curva de rendimiento, otra política que se puso en marcha en 2016 para reforzar sus medidas de expansión monetaria de gran alcance al limitar los rendimientos de los bonos del gobierno japonés a 10 años.

El Banco de Japón mantendrá su política de comprar alrededor de 6 billones de yenes (40 mil millones de dólares) al mes en bonos del gobierno japonés, una promesa que subraya la continua debilidad de la economía mientras el consumo de los hogares sigue lento.

Pero suspenderá las compras de fondos cotizados en bolsa (ETF) y fideicomisos de inversión inmobiliarios japoneses.

Como parte del nuevo marco, el Banco de Japón aplicará una tasa de interés de 0.1 por ciento a los depósitos que se mantienen en el banco central, eliminando un complicado sistema de tres niveles de costos de endeudamiento que se adoptó para limitar el impacto de la política de tasas negativas en los resultados de los bancos comerciales.

“Ahora que las medidas de expansión monetaria a gran escala cumplieron su función, tendremos que pensar en reducir nuestro balance. En algún momento en el futuro reduciremos la cantidad de compras”, dijo Ueda.

Un miembro de la junta del banco dijo que debieron eliminar tanto las tasas negativas como los controles de la curva de rendimiento hasta que el “círculo virtuoso” entre salarios y precios se volviera más sólido.

Si bien era ampliamente esperado el fin de las tasas de interés negativas, los economistas estaban divididos sobre qué tan lejos llegaría el Banco de Japón al eliminar otras medidas como el control de la curva de rendimiento y las compras de ETF.

Sayuri Shirai, antiguo miembro de la junta del Banco de Japón que se opuso a la introducción de tasas de interés negativas en 2016, dijo que debido a que todavía no se dan las condiciones económicas para aumentos adicionales de las tasas, el Banco de Japón al parecer decidió que solamente tenía una oportunidad para actuar.

“Tenemos que darle crédito al señor Ueda por su determinación y audacia. En lugar de hacerlo gradualmente, simplemente dejó todo por completo y eso probablemente también signifique que esto es todo”, dijo.

Pero el economista de UBS, Masamichi Adachi, dijo que las nuevas directrices del Banco de Japón le dan a Ueda flexibilidad para subir las tasas, ya que no establecía las condiciones para mantener su postura de política monetaria laxa. “Los mercados todavía reaccionaron de forma moderada porque no creen que la inflación se estabilice en Japón y que el Banco de Japón pueda subir las tasas”, añadió.

Adachi espera que el Banco de Japón aumente su tasa de referencia al 0.25 por ciento en otoño y lleve a cabo otro aumento en la primavera de 2025 si las condiciones económicas de EU siguen siendo sólidas.

Con información de: William Sandlund en Hong Kong

Financial Times Limited. Declaimer 2021


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