Buen día y bienvenidos a la cuenta regresiva para las elecciones en Estados Unidos.
Donald Trump pintó un panorama extremadamente sombrío de la economía estadunidense para los votantes, y una de las tareas más importantes de Kamala Harris en la recta final de las elecciones es mostrar este rubro bajo una luz diferente.
Con los votantes obsesionados con la inflación, lograrlo será difícil, reconoció Edward Montgomery, demócrata y antiguo economista jefe del Departamento de Trabajo de EU.
“Este es el problema: la inflación es la tasa de aumento, y (ésta) se desaceleró, pero la atención del público está en el precio absoluto”, le dijo a Colby Smith de Financial Times. “Se necesita mucho para que baje el nivel de precios. Eso será una recesión y deflación, y no está muy claro que realmente se quiera eso”.
La inflación en Estados Unidos se ubicó en 2.5 por ciento durante agosto, con lo que alcanzó su nivel más bajo desde 2021.
Sin el exceso de ahorro acumulado durante la pandemia de coronavirus, “la gente no se siente tan segura ahora” y “sabe que está consumiendo mucho más de lo que puede”, advirtió Paul Isley, profesor de economía en la Universidad Estatal de Grand Valley.
Sin embargo, a pesar de estos obstáculos, parece que la vicepresidenta está ganando terreno entre algunos votantes que comienzan a sentirse mejor respecto a la economía.
Se está ganando a la gente que se siente menos pesimista respecto a la inflación y a algunos de los que piensan que no está mejorando ni empeorando, afirmó Amy Walter, la principal analista política del boletín no partidista Cook Political Report (CPR). Más importante aún, está atrayendo a 42 por ciento de los que piensan que el índice de precios al consumidor “está empeorando un poco”, aunque Kamala aún se encuentra 13 puntos por debajo de Trump. El único grupo de votantes que apoya de manera significativa al ex mandatario son aquellos que piensan que la inflación va a empeorar mucho.
Los resultados de CPR llegaron después de que la encuesta de FT-Michigan Ross del mes pasado concluyó que Harris tenía una estrecha ventaja sobre Trump en la administración económica entre los votantes a escala nacional.
Sin embargo, alrededor de 5 por ciento de los votantes de los estados en disputa aseguran que todavía no deciden o que están considerando un candidato de un tercer partido. Esos votantes “están más estresados económicamente que el electorado en general” y confían más en Trump en este tema, dijo Walter.
Pero al ampliar la información, Walter destacó que, por primera vez en la historia, una pluralidad de votantes cree que Harris ganará las elecciones, 46 por ciento frente a 39 por ciento de Trump. Esa es “la sensación que hay”, señaló Walter. “Eso no significa que vaya a ganar”, sino que “superó la vara… sobre si podría obtener el puesto”, agregó.
Los último titulares
-Jack Smith, el fiscal especial que supervisa los casos del Departamento de Justicia contra Trump, dijo que el candidato republicano participó en un “esfuerzo criminal privado” para derribar las elecciones generales de 2020 en una presentación judicial recién abierta.
-La campaña de Trump informó que recaudó 160 millones de dólares en septiembre y tenía 283 millones de dólares en efectivo a la mano mientras intenta reducir la brecha de recaudación de fondos con la campaña de Harris.
-Mientras que Medio Oriente se convierte en un tema inevitable para Harris en la campaña electoral, Estados Unidos y sus aliados tratan de limitar la respuesta de Israel al ataque con misiles balísticos de Irán, pero su influencia sobre el Estado judío puede ser limitada.
-El megadonante de Trump y magnate estadunidense del esquisto, Harold Hamm, acusó a la administración Biden-Harris de dejar al país “inusualmente vulnerable” a una crisis de precios en Medio Oriente.
-En el debate vicepresidencial del martes, J. D. Vance montó una hábil defensa de Trump, mientras que Tim Walz atacó a su oponente por negarse a aceptar el resultado de las elecciones de 2020.
Entre bambalinas
Donald Trump recorrió la región petrolera de Texas para aprovechar a algunos de los magnates más ricos de la industria mientras se apresuraba a conseguir más dinero para impulsar el último mes de su campaña.
Empezó en Midland —el corazón de la cuenca del Permian— para un almuerzo de donantes en un elegante club de golf con las figuras más destacadas de la ciudad. Los boletos VIP se vendieron por casi un millón de dólares. Luego voló a Houston —sede de las compañías petroleras más grandes de Estados Unidos— para una recepción organizada por el jefe de Hilcorp, Jeff Hildebrand.
La industria del gas y el petróleo ha sido una de las mayores fuentes de recaudación de fondos de Trump. El candidato republicano ha logrado poner de su lado a los ejecutivos del sector al prometer que se deshará de las regulaciones ambientales de la administración Biden y al prometerles que les permitirá “perforar, perforar, perforar”.
En sus comentarios en el almuerzo del Midland Country Club, Trump acusó al presidente Joe Biden de socavar la seguridad energética de Estados Unidos en medio de las tensiones geopolíticas. Los precios del petróleo subieron después de que Irán lanzó casi 200 misiles contra Israel el martes.
El almuerzo fue organizado por Javaid Anwar, director ejecutivo de Midland Energy y uno de los mayores partidarios de Trump en la industria, y su esposa, Vicky, junto con Bubba Saulsbury, del grupo de construcción Saulsbury Industries, y Doug Scharbauer, otro destacado petrolero local.
Kirk Edwards, un ejecutivo del sector petrolero que asistió al evento, le dijo a Myles McCormick de Financial Times, que fue “un día espectacular” para la industria local recibir la visita de Donald Trump.
Pero no todos están tan entusiasmados. Un ejecutivo dijo que no quiere ver bajar los precios en las gasolineras: “No vengan aquí y nos digan que quieren gasolina a 2 dólares. No queremos gasolina a 2 dólares… cállense y no hablen de “perforar, perforar, perforar”, advirtió.
Datos
Kamala Harris y la republicana Liz Cheney, hija del ex vicepresidente Dick Cheney, hicieron campaña en Ripon —la ciudad de Wisconsin considerada la cuna del moderno Partido Republicano—, donde van a tratar de atraer a los republicanos que se sienten distanciados con la dirección que ha tomado su partido bajo el liderazgo de Trump.
En las elecciones de 2020, Wisconsin tuvo la tasa de participación más alta de los siete estados en disputa de este año.
Tanto la campaña de Trump como la de Harris quieren los votos del condado de Waukesha, en los suburbios tradicionalmente republicanos de Milwaukee. En 2020, Biden mejoró el recuento de Hillary Clinton en el condado en 2016, pero Trump se llevó el voto con casi 60 por ciento de los votos frente a 30 por ciento del presidente. Más a detalle, los demócratas esperan quitarle al Partido Republicano los votos de las mujeres de los suburbios.
Los demócratas también quieren retener a los votantes de las ciudades de la parte occidental del estado, como LaCrosse y Eau Claire, que se inclinan por el Partido Demócrata. Además, la vicepresidenta necesita una alta participación en Madison, la capital del estado, de empleados estatales y estudiantes de la emblemática Universidad de Wisconsin.
Aunque los votantes del estado son desproporcionadamente blancos en comparación con otros estados que se encuentran en disputa, una historia de organización sindical puede ayudar a la vicepresidenta.
El mensaje de Trump atrajo a muchos votantes en las zonas rurales, pero algunos de ellos se vieron muy afectados por sus políticas comerciales mientras estaba en el cargo, y en esta ocasión no está garantizado su apoyo generalizado.
Harris le lleva la delantera a Trump por 0.9 puntos porcentuales en Wisconsin, según el poll tracker (la encuesta ponderada) de Financial Times.
Puntos de vista
-El columnista de Financial Times Ed Luce cree que J. D. Vance ganó el debate porque ofreció un “trumpismo en su forma más agradable” y un vistazo de un posible futuro para el Partido Republicano.
-Israel e Irán acaban de dar a las elecciones su llamada sorpresa de octubre, con Trump como probable beneficiario, afirma el analista principal de asuntos exteriores Gideon Rachman.
-Estados Unidos como un país políticamente impredecible se parece más a un mercado emergente, escribe la columnista Rana Foroohar.
-El columnista Simon Kuper afirma que ya dejó de hacer pronósticos políticos porque el concepto del votante racional es un mito.
-Oren Cass, economista jefe del grupo de reflexión conservador American Compass, escribe que tal vez los miembros de los sindicatos estadunidenses no sean tan progresistas como los son sus líderes.
-Los republicanos y los demócratas cooperaron durante la Guerra Fría, pero China no es un desafío externo que unifique de igual manera, argumenta el columnista Janan Ganesh.