La misión de la BBC de “informar, educar y entretener” no ha cambiado desde que se formó en 1922. Sin embargo, en una era de audiencias fragmentadas, los cuestionamientos sobre el propósito de la corporación son cada vez más fuertes. Un informe reciente de Ofcom, el regulador de medios de Reino Unido, es una lectura deprimente. Concluyó que el público joven la deja de sintonizar. La BBC, dijo, corre el riesgo de perder “una generación de espectadores”, y puede no ser sostenible en su forma actual.
La BBC no solo ocupa un lugar único en la vida democrática y cultural de la nación, sino que es una de las marcas más reconocidas y de mayor exportación de Reino Unido. A escala mundial se tiene confianza en sus canales de noticias. Su modelo de financiamiento, una tarifa de licencia que paga todos los que ven o graban programas de televisión en vivo o programas de la BBC en su servicio en línea iPlayer, ha sido vital para su éxito. Preservarlo nunca ha sido fácil. La actual Carta Real, que garantiza el financiamiento de los derechos de licencia, todavía tiene ocho años de vigencia. Pero el ritmo y la escala del cambio en la industria global de medios significa que la consideración del futuro de la corporación debe comenzar ahora.
Ha habido tensiones inevitables entre las demandas de la misión de la BBC de atender a “todas las audiencias”, así como producir “resultados distintivos y de alta calidad”. En los últimos años, las tensiones han mostrado un deterioro de la calidad de algunos contenidos. El panorama de los medios también ha cambiado radicalmente desde la última renovación de la carta. La BBC se construyó para un momento en el que la televisión se consumía a través de canales lineales.
- Te recomendamos Disney supera ganancias en su último trimestre fiscal Negocios
Una parte de su futura base de financiamiento ya se erosionó. El informe de Ofcom encontró que menos de la mitad de los jóvenes de entre 16 y 24 años vieron canales de televisión de la BBC en una semana promedio el año pasado. Los servicios de streaming como Netflix llegaron a más espectadores jóvenes cada semana que el iPlayer.
Algunas audiencias más jóvenes ven programas de la BBC sobre demanda en Netflix, que no requiere licencia. BritBox, el servicio de streaming por suscripción de la BBC que se lanzó la semana pasada junto con ITV, será una prueba de la capacidad de los organismos de radiodifusión del Reino Unido para competir con sus rivales estadunidenses.
Las negociaciones entre la BBC y el gobierno sobre la carta no van a comenzar hasta dentro de tiempo. Los organismos públicos de radiodifusión tiene un papel que desempeñar en el nuevo panorama de los medios, pero el modelo actual de financiamiento puede llegar a ser insostenible. Los formuladores de las políticas deberían comenzar a explorar mecanismos alternativos ahora. Suecia abandonó recientemente un modelo de tarifa de licencia, y pasó a cobrar a las personas una tasa de televisión a través del impuesto sobre la renta. Un informe reciente para el grupo de expertos de derecha del Institute of Economic Affairs (Instituto de Asuntos Económicos) propuso transformar la BBC en un modelo de membresía al estilo del National Trust, que es propiedad de y lo financian sus suscriptores. Pero eso socavaría su universalidad.
Como descubrió la semana pasada un comité de la Cámara de los Lores, la transmisión del servicio público sigue siendo vital para la democracia y la cultura británicas. El aumento de las noticias falsas hace que la presentación de informes y análisis objetivos sobre los eventos sean aún más importantes. Debería haber un acuerdo general de que es necesario preservar la universalidad de la BBC para las funciones básicas de los servicios públicos, como las noticias y los asuntos de actualidad. Más allá de estas funciones, será necesario examinar otras fuentes de financiamiento.
El gobierno tendrá que andar con cuidado. El informe de Ofcom dejó en claro que la corporación “cumple ampliamente con su mandato”. Tampoco debe subestimarse el papel de la BBC como embajador, tanto a través del Servicio Mundial como de manera más intangible como faro para las industrias creativas del Reino Unido. La BBC luchará para seguir siendo una gran organización monolítica, lo suficientemente grande como para competir con sus rivales comerciales. Pero el mundo digital se mueve demasiado rápido como para asumir que las estructuras que funcionaron en el pasado son adecuadas para el futuro. Con el fin de preservar son necesarias las reformas.