Londres, bajo presión de Bruselas y Washington

FINANCIAL TIMES

‘Brexit’. Al retirarse de la Unión Europea, el bloque comercial más grande del mundo, Gran Bretaña queda vulnerable a las exigencias de sus socios para firmar tratados.

Las protestas contra el plan del primer ministro Boris Johnson. (Kirsty Wigglesworth/AP)
Tony Barber
Londres /

Parte del pensamiento económico detrás del brexit (aprobado ayer por el Parlamento británico) en los círculos de derecha de la anglosfera es que va a liberar a Reino Unido de los supuestos grilletes de pertenecer a la Unión Europea. Entonces, una “Gran Bretaña global” resurgente será libre de vagar por todos los horizontes comerciales del mundo, sobre todo en los de habla inglesa.

Para el primer ministro Boris Johnson y sus colegas del gobierno conservador, el premio más grande es un acuerdo comercial con Estados Unidos. El trato, esperan, será más ambicioso que cualquier otra cosa que se pueda negociar entre Washington y la Unión Europea en el futuro, compuesta por 27 naciones.

En la práctica, Reino Unido empieza a descubrir que incluso aliados cercanos pueden ser muy duros cuando se trata de comercio, pero al retirarse de la Unión Europea, el bloque comercial más grande del mundo, Londres se vuelve vulnerable a una presión simultánea de Washington y Bruselas, aunque Sajid Javid, el canciller de Reino Unido, dijo en un evento en el Foro Económico Mundial en Davos que Gran Bretaña le dará prioridad a un acuerdo comercial con la Unión Europea antes que a uno con Estados Unidos.

En el caso de EU, destacan tres ejemplos recientes.

Esta semana en Davos el secretario del tesoro de EU, Steven Mnuchin, dio una advertencia contundente de que si Reino Unido persigue los planes para un impuesto digital que pueda afectar a Amazon, Google y otras compañías estadunidenses, Londres se enfrentará a aranceles comerciales de represalia.

Podría resultar que Reino Unido siga el ejemplo de Francia y encuentre una forma de desactivar la disputa con Estados Unidos por los impuestos digitales. Pero lo que dijo Mnuchin fue algo más que palabras al viento.

Richard Goldberg, quien hasta principios de enero trabajó en el Consejo de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, trazó una conexión explícita la semana pasada entre el deseo de Johnson de un acuerdo comercial entre EU y Reino Unido y la lealtad británica a Washington en grandes asuntos de política exterior.

Refiriéndose al acuerdo nuclear con Irán, Goldberg dijo: “La pregunta para el primer ministro Johnson es: ‘¿qué vas a hacer después del 31 de enero cuando vengas a Washington para negociar un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos?’”.

Goldberg agregó: “Es totalmente en su interés y en el del pueblo de Gran Bretaña unirse al presidente Trump, con Estados Unidos, para realinear su política exterior lejos de Bruselas, y unirse a la campaña de máxima presión para mantenernos a todos a salvo”.

El tercer ejemplo es la visita a Londres este mes de una delegación de Estados Unidos que llevó el mensaje de que el gobierno británico no debería poner en peligro la cooperación de inteligencia con Washington al permitir que la compañía china Huawei participe en la creación de las redes celulares 5G de Reino Unido.

En cuanto a Bruselas, Peter Foster, del Daily Telegraph, informa hoy que la Comisión Europea advirtió a los gobiernos de la Unión Europea que no deben permitir que los organismos industriales de Reino Unido certifiquen que los bienes comercializables cumplen con las normas del bloque europeo.

Si esta línea dura se convierte en una política oficial de la Unión Europea, creará fricciones tan severas que Londres terminará con acuerdos comerciales más modestos con sus vecinos más cercanos de los que la Unión Europea acordó con Canadá y Japón.

Según una segunda propuesta de comisión, Reino Unido puede ser multado o perder el acceso preferencial a los mercados de la Unión Europea si viola los términos de cualquier acuerdo comercial futuro con Bruselas.

La comisión todavía no tiene el mandato de hablar en nombre de todos los gobiernos de la Unión Europea en las negociaciones comerciales con los británicos.

Sin embargo, el hecho de que estas ideas estén en discusión entre los responsables de la creación de políticas de la Unión Europea es una clara señal de que Bruselas se mantendrá firme contra la determinación del gobierno de Johnson de apartarse de las normas y estándares de la Unión Europea.

CLAVES

PREMIO GORDO

Especialistas afirman que un acuerdo comercial con EU es el premio más importante que puede esperar Reino Unido.

OFICIAL

El canciller de Reino Unido, Sajid Javid, aseguró que dará prioridad a Reino Unido para un acuerdo comercial.

ADVERTENCIA

EU advirtió que si Gran Bretaña insiste con impuestos digitales, enfrentará aranceles comerciales.

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