Ella es Opal Tometi, la cofundadora de Black Lives Matter

FT MERCADOS

La activista toma el relevo por los derechos civiles del siglo pasado y sueña con acortar el camino hacia la justicia social.

Opal Tometi es una de las tres fundadoras de Black Lives Matter (BLM).
Patti Waldmeir
Ciudad de México /

Opal Tometi, una de las tres cofundadoras de Black Lives Matter (BLM), me remonta al nacimiento de un movimiento que este verano inspiró las protestas más grandes contra el racismo en medio siglo. El año fue 2013 y, “como todos los demás”, ella seguía el juicio de George Zimmerman, quien al final fue absuelto por el asesinato de un adolescente afroamericano, Trayvon Martin, en Florida. “Ver el caso rompió mi corazón”, dice Tometi. 

“Lloré a mares... y luego me conecté a internet y vi que Alicia Garza subió una publicación en Facebook, “gente negra nos amo, nuestras vidas importan”. Patrisse Khan-Cullors, la tercera cofundadora del movimiento, “puso un hashtag en los comentarios: #blacklivesmatter”. Después de contactar a Garza, Tometi compró el nombre de dominio de internet BlackLivesMatter.com. “Conseguí una página de Facebook y Twitter” y me acerqué a otros activistas y les dije, “¿Por qué no usar esto como paraguas?”. 

Siete años y una pandemia después, Black Lives Matter se convirtió en una causa que se extiende por todo el mundo. ¿La activista de 35 años de edad ve una conexión entre la experiencia del coronavirus y la magnitud de las protestas que siguieron al asesinato de George Floyd? “Había algo realmente poderoso en lo que la pandemia hizo por la humanidad, creó una verdadera sensibilidad a nuestra propia fragilidad”, dice. 

Frente a Tometi hay un plato de caldo de pescado, elaborado según la receta de su madre. La comida parece adecuada para nuestra conversación: este pescado secado al aire fue uno de los alimentos que se les dio a las personas esclavizadas en la larga y brutal travesía de África occidental a América; se hizo popular en Nigeria, el país de origen de sus padres. “Me recuerda a mi hogar”, dice. 

Ella dice...

“Sabemos que la justicia que hemos estado pidiendo durante generaciones todavía no se logra”

Opal Tometi creció en la comunidad nigeriano-estadunidense de los suburbios de Phoenix, donde asistió a escuelas casi exclusivamente para personas blancas y, a menudo, era la única niña negra en el salón. En primer grado, una compañera de clase le lanzó la palabra con “N”: no sabía lo que significaba. Opal Tometi, cofundadora de Black Lives Matter 

Hoy apenas le doy un momento para masticar mientras la presiono sobre cómo podemos crear un mundo en el que los padres ya no enseñen insultos raciales a los niños. ¿Será esta la consigna que finalmente motive a las personas a erradicar el racismo de una vez por todas? ¿O Black Lives Matter se desvanecerá, como el movimiento de derechos civiles de Estados Unidos (EU) de las décadas de 1950 y 1960? 

Tometi experimentó con el activismo social en la preparatoria y la universidad. Ella le da crédito a sus estudios de historia en la Universidad de Arizona y a su maestría en comunicaciones (Universidad Estatal de Arizona) por darle forma a su trabajo en Black Lives Matter. 

En el momento de ese primer hashtag, era directora ejecutiva de Black Alliance for Just Immigration, un grupo de derechos de los inmigrantes. 

“Sabía que (el caso de Trayvon Martin en 2012) iba a ser uno de esos momentos decisivos en la historia”, dice. Un año después del hashtag, un policía mató al adolescente Michael Brown en Ferguson, Missouri, y BLM salió a las calles.

Después de las protestas de Freedom Ride y Ferguson October, el eslogan de Black Lives Matter fue recogido por los medios y se convirtió en una historia mundial, dice Tometi. 

Así que siguió protestando y desarrollando la presencia en línea de lo que equivale a una marca Black Lives Matter, y las sucursales del movimiento crecieron en torno a problemas locales en todo EU, sin mucha organización o liderazgo nacional.

Luego vino el asesinato de George Floyd en medio de la pandemia. Esto, dice Opal Tometi, “fue captado por la cámara para que todo el mundo pudiera ver, y creo que eso precipitó un momento de reflexión sobre, ¿es este el tipo de mundo en el que quiero vivir?” 

A diferencia de algunos jóvenes activistas contra el racismo que niegan que la generación anterior de líderes de derechos civiles logró algo, Tometi se coloca firmemente en la tradición. “La nuestra es parte de una larga búsqueda de justicia... no hay un gran plan maestro nuevo. Sabemos que la justicia que hemos estado pidiendo durante generaciones todavía no se logra. Tomamos el relevo y usamos las herramientas de nuestra época”, dice. 

Una cosa que ha cambiado desde la década de 1960 es la proporción de funcionarios electos que son afroamericanos. ¿Por qué la representación de color no se ha traducido en una disminución de las desigualdades raciales? 

Antes de que termine mi pregunta, Tometi deja caer sus cubiertos. “Me encanta tener esta conversación más complicada porque tenemos que recordar que Black Lives Matter comenzó con un presidente negro” y agrega: “Entonces eso nos dice que no es suficiente tener una representación afroamericana en los puestos de poder; eso no equivale a justicia... si no cambiamos los sistemas reales”. 

Opal Tometi espera que la próxima vez que nos reunamos, EU avance hacia el tipo de cambio que la década de 1960 prometió pero no logró. Ella es cautelosamente optimista de que así será para cuando cumpla 40 años. 

“Creo que lo que la pandemia nos mostró es que las cosas pueden cambiar rápidamente, para bien o para mal”, dice. King dijo que “el arco del universo moral es largo pero se inclina hacia la justicia”. Tometi espera que, a partir de este verano, haya una oportunidad de doblar ese arco más rápido que antes.

srgs

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