Renault le dijo a Nissan que bloqueará el plan de la compañía japonesa para revisar su gobierno corporativo lleno de problemas, lo que aumenta más la tensión en la relación entre los dos socios de la alianza.
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La decisión -que se dio a conocer en una carta de Jean-Dominique Senard, presidente de Renault, a Hiroto Sikawa, director ejecutivo de Nissan el sábado- marca un brusco cambio de política, y amenaza con destruir meses de trabajo de Nissan.
La carta de Senard se envió apenas dos semanas antes de la reunión anual de Nissan, donde la compañía esperaba votar para aprobar la transición tan esperada de tener auditores legales a un sistema de gobierno de tres comités que cubran nominaciones, remuneración y auditoría.
Según personas familiarizadas con la carta —que no se ha hecho pública— Senard escribió que, como accionista de 43 por ciento de Nissan, Renault tomó la decisión de abstenerse de votar, por lo tanto de esta manera negando la propuesta a la mayoría de dos tercios que se necesita para pasar.
Personas cercanas a la automotriz japonesa condenaron la medida y la calificaron como “indignante e irresponsable”.
El plan de los tres comités, por el que Senard votó personalmente varias veces en su papel de director del consejo de administración de Nissan, surgió después de meses de autoevaluación tras el arresto en noviembre pasado de Carlos Ghosn, anteriormente presidente y director ejecutivo de las dos compañías.
Durante su gestión, Ghosn dijo que estuvo tratando de hacer que la alianza automotriz fuera “irreversible”, lo que enfureció a muchos dentro de Nissan que también temían la influencia del Estado francés dentro del grupo. Las relaciones entre las dos compañías han sido tensas desde hace mucho tiempo, pero se vieron sometidas a una intensa presión desde la salida de Ghosn.
ZSenard buscó reiniciar las conversaciones de fusión con Nissan poco después de asumir el cargo de jefe de Renault en un esfuerzo por estabilizar la relación. Pero, después de ser rechazado una vez más, recurrió a Fiat Chrysler. A Nissan se le informó de apenas en el último minuto sobre as conversaciones con FCA, lo que socavó aún más la confianza entre las dos partes.
FCA retiró su propuesta de fusión después de que el Estado francés, que posee una participación de 15 por ciento de Renault, exigió más tiempo para asegurarse de que Nissan apoyará la unión.
Funcionarios del gobierno francés dicen que su decisión de retrasar en parte se impulsó porque los representantes del consejo de administración de Nissan en Renault indicaron que se abstendrían en lugar de votar a favor del acuerdo. Y mientras el ministro de finanzas Bruno Le Maire respaldó públicamente a Senard, algunos funcionarios franceses dijeron en privado que les aseguró que Nissan respaldó el acuerdo, y acusó al jefe de Renault de 66 años de edad de ser ingenuo.
Las personas cercanas a Nissan especulan que la intervención de Senard puede representar un intento de obtener una ventaja sobre su socio de alianza, ya sea con la expectativa de que FCA puede regresar a la mesa de negociaciones, o porque Senard quiera reactivar las conversaciones de fusión con Nissan.
Después del arresto de Ghosn, Nissan reunió un panel especial para analizar las fallas de gobierno y proponer mejoras. Su principal recomendación fue la introducción inmediata del sistema de tres comités. Todo el consejo de administración de Nissan, que incluía a Senard, aprobó por unanimidad esa idea el 15 de mayo.
En la carta del sábado, dijeron personas familiarizadas con su contenido, Senard justificó el abrupto cambio de 180 grados con el argumento de que el sistema de los tres comités podría usarse de alguna manera para reducir la influencia de Renault como el mayor accionista de Nissan.
Las personas familiarizadas con la forma de pensar de Senard destacaron que la carta era “un paso, pero solo un paso” en el camino hacia la junta general de accionistas de Nissan, y que la posición de Renault podría cambiar.
Esas mismas personas dijeron que Renault trataba de garantizar que se mantuvieran sus derechos como accionista, y agregó que la automotriz francesa tenía preocupaciones en torno a la futura composición de los comités y sobre cómo se transferirían los poderes del consejo de administración a esos comités.
“Claramente, Senard no quiere que esto se perciba como una declaración de guerra sino como el inicio de una negociación”, dijo otra persona cercana a Renault.
Nissan y Renault no quisieron hacer comentarios.
MRA