El presidente del Banco Mundial, David Malpass, se enfrenta una creciente presión para que renuncie tras las críticas de funcionarios alemanes y estadunidenses, así como de grupos ecologistas, por su negativa a decir si cree en el calentamiento global provocado por el hombre y por las quejas sobre el historial del organismo en materia de financiamiento climático.
Malpass evitó dar una respuesta clara tres veces durante un evento de la semana del clima en Nueva York el martes cuando se le preguntó si aceptaba la realidad del cambio climático provocado por el hombre, para al final decir que “no es un científico”.
El jueves, Malpass intentó dar marcha atrás en sus comentarios, pues dijo a CNN que está “claro que las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de fuentes hechas por el hombre” y que él “no es un negacionista”.
Esto se produjo después de una avalancha de críticas contra Malpass, a quien atacan de forma continua por el historial del Banco Mundial bajo su liderazgo.
El banco proporciona préstamos y subvenciones a los países más pobres y se considera crucial para distribuir dinero al mundo en desarrollo para ayudar a limitar el calentamiento global a medida que esas economías crecen.
Es el mayor proveedor de financiamiento multilateral relacionado con el clima, de acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), pero no se unió a los numerosos países y otros bancos que se comprometieron el año pasado a poner fin al financiamiento público de carbón, gas y petróleo en el extranjero para finales de 2022, y su plan en materia del clima no incluye una fecha límite para eliminar gradualmente el financiamiento directo o indirecto de los combustibles fósiles.
Jochen Flasbarth, secretario de Estado del Ministerio Federal de Cooperación Económica y Desarrollo de Alemania, señaló el conjunto de pruebas científicas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el calentamiento global. “Nos preocupan estas señales confusas sobre las pruebas científicas del cambio climático desde la cúpula del Banco Mundial”, advirtió ayer.
El banco “no está utilizando su posición institucional para liderar los esfuerzos globales sobre el cambio climático”, dijo Sonia Dunlop, experta en bancos multilaterales de desarrollo del grupo de reflexión independiente E3G. “Tienen la capacidad de liderar los esfuerzos globales y de cambiar el sistema financiero mundial para ayudarnos a implementar el Acuerdo de París, pero no están liderando esa carga”.
Es probable que el creciente descontento ejerza presión sobre los accionistas del Banco, sus países miembros, en el periodo previo a la cumbre climática de la ONU COP27 en noviembre. Estados Unidos es el mayor accionista y tradicionalmente designa al presidente del Banco Mundial.
Malpass, de 66 años, fue nombrado por el ex presidente Donald Trump, y su mandato finaliza en abril de 2024.
El Tesoro de EU esperaba que el banco fuera “un líder global de la ambición climática”, algo que indicó que “dejaría claro” al liderazgo del grupo.
Es probable que otros países sigan el ejemplo de EU dijo Dunlop. “Si el Tesoro y la Casa Blanca estaban esperando una excusa (para sustituir a Malpass), ahora la tienen”, expresó.
El enviado de EU en materia del clima, John Kerry, no quiso pronunciarse sobre la postura de Malpass esta semana, pero pidió una reforma más amplia de los bancos multilaterales de desarrollo. Dijo que ha “presionado durante meses” para que se revisen las instituciones financieras internacionales creadas a raíz del acuerdo de Bretton Woods en 1944, incluido el Fondo Monetario Internacional (FMI) y lo que se convirtió en el Banco Mundial.
Con apenas unas cuantas semanas para la COP27, el Banco Mundial ha dificultado a los principales bancos de desarrollo la elaboración de una declaración conjunta sobre el clima que tienen la intención de presentar en la cumbre de noviembre, de acuerdo con dos personas familiarizadas con el asunto. Esto se produce después de que el año pasado la institución presionó para que se redujera y debilitara el comunicado conjunto de los bancos de desarrollo, como informó Financial Times.
El informe anual conjunto de los bancos de desarrollo sobre el financiamiento para la lucha contra el cambio climático, que suele entregarse a medio año, también está pendiente de publicación.
El Grupo del Banco Mundial informó este mes que entregó una cifra récord de 31 mil 700 millones de dólares en 2022 para ayudar a los países a hacer frente al cambio climático, 19 por ciento más que el año anterior.
“Bajo el liderazgo de David Malpass, el grupo duplicó su financiamiento en materia del clima, publicó un ambicioso Plan de Acción para el Cambio Climático e inició diagnósticos a nivel país para apoyar los objetivos climáticos y de desarrollo de los países”, indicó el organismo.
Sin embargo, el nivel de financiamiento está muy por debajo de lo que los expertos consideran necesario desplegar.
El ex vicepresidente Al Gore, que desde hace tiempo pide la renuncia de Malpass, lo calificó esta semana de “negacionista del clima”. Gore dijo que el banco no está interviniendo adecuadamente para ayudar a financiar la transición a la energía limpia en las economías en desarrollo.
“Dado que casi 90 por ciento del aumento de las emisiones que se producirá en el futuro procederán de los países en desarrollo, tenemos que eliminar las capas superiores de riesgo del acceso al capital en estos países en desarrollo”, afirmó Gore.
“Ese es el trabajo del Banco Mundial, coordinar a los otros bancos multilaterales de desarrollo y simplemente no lo están haciendo”, advirtió.
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