John Elkann, el sobreviviente de Fiat

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El descendiente de la glamurosa familia automotriz de Italia está utilizando sus conexiones para diversificar su negocio.

"El hecho de que tuviéramos tantos enemigos unió mucho a la familia, mucho" (Shutterstock).
Rachel Sanderson
Ciudad de México /

John Elkann, el descendiente de la dinastía Agnelli de Italia y presidente de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), se reunió con el presidente Xi Jinping de China, en un palacio en Roma el mes pasado. 

El nieto de 42 años de edad y heredero del empresario industrial, Gianni Agnelli, hacía una parada de su constante gira mundial que define a la inquieta élite mundial. Llegó de la conferencia Mars de Jeff Bezos, en Palm Springs, a través de Bermudas, donde presidía una reunión del Consejo de Administración de PartnerRe, la reaseguradora de la familia.

Después de una reunión privada con Xi, fue a Maranello, hogar de la fábrica de Ferrari, que también es de su familia. Luego, regresó a las colinas alrededor de Turín para ver a su esposa, Lavinia Borromeo, y sus tres hijos. 

El brillo de la riqueza, el éxito y el glamour de la familia Agnelli, llevan regularmente a compararlos con la familia estadounidense Kennedy. Pero Elkann, quien asumió el mando de Fiat en 2004 a los 28 años, cuando su abuelo murió y la automotriz estaba cerca de la bancarrota, es un pragmático.


Él es el primero en admitir que mantener viva una dinastía industrial, que se fundó en 1899, se ha reducido a desafiar a las probabilidades. “Si te fijas en las empresas que han durado más de 100 años, son 45 compañías por cada millón. Si te fijas en las empresas que han durado 200 años, es una entre alrededor de 1,000 millones”, dijo en una entrevista el año pasado. 

Ahora Elkann se enfoca en dirigir FCA, en un momento en que la industria está bajo presión para consolidarse debido a la disrupción tecnológica y la caída de las ventas en China.

A raíz de la muerte del director ejecutivo, Sergio Marchionne el año pasado, FCA es ahora una presa potencial de Renault y posiblemente de Peugeot. Mientras tanto, Elkann se enfrentó al dolor por la muerte de su abuela, Marella Agnelli, el mes pasado.

 Los ejecutivos de la industria dicen que navegar por estos desafíos serán la prueba más grande que hasta ahora haya enfrentado Elkann, cuya familia posee un tercio de FCA. Sin embargo, los cercanos a él afirman que está más que listo.

Andrea Bonomi, fundador de la firma de capital privado Investindustrial y amigo de mucho tiempo de Elkann, señala que salvó a la compañía antes. “Al entrar a otro periodo complicado, tenemos la suerte de contar con alguien que comenzó su carrera profesional en el peor momento posible y lo superó”, dice. 

Elkann, el mayor de tres hermanos, describió como terribles los años que pasaron inmediatamente después de la muerte de su abuelo, al decir que “se pusieron muy oscuros”. Fiat pasó por cuatro directores ejecutivos de 2002 hasta 2004. Los bancos rondaban. Pero la experiencia forjó una cohesión familiar que sigue siendo importante en la industria. “El hecho de que tuviéramos tantos enemigos unió mucho a la familia, mucho”, dijo. 

También provocó su elección decisiva por Marchionne, con quien solía comunicarse al menos una vez al día. Diseñaron la alianza con Chrysler en 2009, creando una automotriz con valor de 25,000 millones de euros.

John Elkann atribuye su éxito a su abuelo, quien le aconsejó cuando se unió al Consejo de Administración, que nadie esperaba que supiera nada, pero que era esencial que escuchara. Los ejecutivos dicen que eso es precisamente lo que hace, él busca las opiniones de Warren Buffett y de los empresarios de tecnología, así como de la clase empresarial de Japón.

En persona, es notablemente educado y atento. En estos días, Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, presenta a Elkann y a Fiat Chrysler como ejemplos ó los empresarios de Silicon Valley, de cómo “construir un negocio que prospere por un siglo o más”.

 Ese tipo de conexiones las consideran como cruciales para el futuro de FCA. Persiste la especulación de que quiere salir del negocio automotriz y asegurarse de que su familia prospere por lo menos durante otro siglo. Pero las personas cercanas a él dicen que no van a vender.

 En su lugar, Elkann busca una alianza en la industria automotriz para diversificar su riesgo desde 2015, cuando se rechazó la oferta de FCA por General Motors. Los partidarios dicen que esperan una serie de acuerdos para compartir plataformas con rivales y, con el tiempo, una fusión. Uno especula que podría optar por una combinación con un grupo de tecnología.

 Al mismo tiempo, Elkann fortaleció al holding familiar Exor con las adquisiciones de PartnerRe y una participación de 20% en The Economist. Quienes trabajan con él dicen que es un propietario activo con una habilidad inusual para concentrarse. Usualmente, las empresas familiares tropiezan en la tercera generación, pero él es parte de la cuarta. El valor del activo neto de Exor aumentó más de 400% desde que asumió el cargo en 2009.

 El alejamiento de Italia provocó tensiones políticas y sociales en el país. Sin embargo, la familia Agnelli aún ocupa un lugar destacado en Turín: la histórica sede de la compañía automotriz en Lingotto con su pista de carreras en la azotea apareció en la película The Italian Job de 1969. 

El elogio que dio en el reciente memorial privado para su abuela, arroja luz sobre su sentido del deber. Elkann recordó entre lágrimas un incendio en un hogar de la familia cuando tenía 12 años. Su abuela movió a todos los niños a un lugar seguro, pero al día siguiente ella lo reprendió. 

“Me siento decepcionada de ti. Deberías haberme pedido que fuera con tus hermanos y deberías haberte quedado aquí para revisar la casa”, le dijo su abuela. “Ese día, ella me hizo entender lo que significa la responsabilidad”, recordó el presidente de FCA.


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