De auerdo con la Encuesta Nacional de Salud Financiera (Ensafi) 2023, más de 60 por ciento de la población tiene altos niveles de estrés derivado de su situación financiera, en tanto 36.2 por ciento de los mayores de 18 años o más, tienen algún tipo de deuda , de los cuales 27.3 por ciento se ha atrasado en el pago de algún préstamo o crédito, mientras 30.5 por ciento no tuvo dinero suficiente para cubrir sus gastos.
“Incluso 20 por ciento de los suicidios que se dan en el país está relacionados con problemas financieros”, destacó Maryela Aguilar Pérez, experta en Wellness o Bienestar Financiero de Lockton México. Agregó que los empleados que se someten a niveles inmanejables experimentan episodios de depresión, ansiedad y malestares físicos, los cuales hacen que pierdan la concentración en el trabajo o bajen su productividad.
“A consecuencia del estrés financiero, 34.9 por ciento de la población reportó experimentar algún malestar físico, como dolor de cabeza, gastritis, colitis o cambios en la presión arterial. Además de afectaciones a la productividad, ausentismo o el presentismo, es decir, cuando la gente estar físicamente, pero no está concentrada en su trabajo”, explicó.
Necesario acceder a educación financiera
En entrevista con MILENIO Estado de México, Aguilar recalcó que en general el dinero nunca alcanza y si a un colaborador se le aumenta el salario, tampoco le alcanzará, pues conforme aumentan sus ingresos también incrementan sus gastos o el nivel de vida, lo que hace que se vuelva a caer en los mismos problemas económicos.
“En México la educación financiera está muy rezagada y muchas veces los problemas de dinero no se van a resolver con más dinero. La mayoría de las personas están endeudadas porque no saben cómo administrar su dinero, tienen hábitos y comportamientos que han adquirido a lo largo del tiempo y no saben cómo cambiarlos, es decir, aunque ganen el doble, si no saben gestionar sus finanzas, el dinero no les alcanzará. Esto no solo pasa con los trabajadores promedio sino con los directivos con altos salarios”, dijo.
Si bien en los últimos años ha habido un enfoque positivo en el cuidado y salud de los colaboradores, así como en la parte psicológica y la salud mental con la implementación de la NOM-035; hoy es muy valioso que las empresas se preocupen por la salud financiera y acerquen este tipo de información.
Programa especial
De ahí que cuentan con programas que conjugan la parte emocional con la parte educativa para ayudar a los empleados a construir y fortalecer una relación sana con sus finanzas a corto, mediano y largo plazo.
“Hacemos un check up financiero a través de la plataforma de Lockton la cual arroja un resultado individual para saber cuál es su situación actual, según sus deudas y las decisiones financieras que tome. También hacemos un check up sobre su estrés financiero, perfil de riesgo y educación financiera. Hoy los millennials están más pendientes de este tipo de alternativas”, dijo.
Además de contar con una calculadora de retiro y tratar temas de retiro y seguridad social con especialistas para generar conciencia y educación en cuanto a los préstamos, gastos, deuda, presupuesto e inversiones, tratando la parte emocional, para que la gente entienda por qué actúa como actúa con el dinero y revertir la costumbre de gastar más de lo que se gana.
“También podemos asesorar al personal para que genere un fondo de ahorro, una caja de ahorro, implementen un plan de pensiones y la empresa aporte una parte y el colaborador otra. Si la empresa no quiere invertir en eso, el trabajador puede comprar un plan privado o personal de pensiones”, explicó.
Aguilar Pérez sostuvo que también es indispensable enseñar a los tomadores de decisiones de las empresas que los beneficios que reciban los colaboradores estén enfocados al ahorro y no tanto al endeudamiento.
Casos de éxito
Gracias a uno de los programas de Lockton, el personal femenino de una empresa de tecnología recibió capacitación y asesoría, dado que anteriormente el sector financiero estaba tradicionalmente dirigido al hombre, pero hoy las cosas han cambiado y las mujeres se preocupan más por el manejo correcto del dinero.
En un banco, por ejemplo, trabajaron con los empleados, los cuales en muchos casos están muy endeudados por la facilidad que tienen para acceder a un crédito con una tasa preferencial. “Aquí es donde entra el entendimiento por la deuda sana, hasta dónde deben llegar, en general el porcentaje de endeudamiento ideal debe ser menor al 25 por ciento de los ingresos”.
En general sus programas son muy flexibles y pueden durar de uno a cuatro años, según el empuje que se les dé, mucho depende de la cultura organizacional, si las empresas los ven o no como una necesidad, si hay un presupuesto y si es una de sus prioridades
PNMO