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'Severance' y 'El rey león'

Ciudad de México /

Siempre supe que el final de la segunda temporada de la serie “Severance” de Apple TV+ iba a ser bueno, pero jamás imaginé a qué nivel.

Estamos hablando de una serie como “Lost”, de una película como “Matrix”.

Quiero correr a darle un abrazo al escritor Dan Erickson. Quiero reverenciar al ahora magnífico director Ben Stiller. Han creado una obra maestra.

Y decir esto justo ahora, cuando hay tantos contenidos tan buenos en tantas partes, cuando la atención de las audiencias está dividida entre mil y un posibilidades, y cuando nuestra capacidad de asombro se ha rendido, no es cualquier cosa.

No le voy a contar detalles. Sólo le diré que si usted no conoce esta serie, no ha vivido, y que si usted no llega bien al episodio final de la temporada dos, estará cometiendo un error.

No se presione. No se acelere. Esto hay que verlo con tranquilidad, en orden. No cometa el error de competir contra los demás. No cometa el error de contagiarse de la euforia fentanílica de los influencers.

Aunque se tarde, le juro que no se va a arrepentir. Aquí tenemos una cadena de enigmas que lo atrapará de principio a fin, una serie de situaciones con las que conectará de manera brutal y un tema que nadie había querido abordar, o al menos abordar así: el manejo del dolor.

El final de la segunda temporada es poesía. Son personajes que se hablan a sí mismos. Es el dilema moral de elegir. Es terror. Es acción. Es amor. Son preguntas. Son respuestas. Es una obra de arte.

Ni caso tiene que le hable del nivel de las actuaciones o de los valores de producción. Cuando algo es superior, es superior. ¡Mate por ver esto!

Familia

Infalible. El “revival” de “El rey león” que se acaba de estrenar en el Teatro Telcel de la Ciudad de México es infalible.

Es justo lo que uno quiere ver. Es justo lo que uno paga por ver. Es justo lo que uno sabe que va a ver. Disney siempre será Disney y esta superproducción de más de dos horas y media lo confirma.

Quiero que recuerde una cosa: la Ciudad de México es una de las más grandes capitales teatrales del mundo. Si usted decidiera ver una obra diferente cada día del año, no acabaría.

Por lo mismo, cuando uno va a tomar la decisión de ir a ver un musical de gran formato, sí le batalla.

¿Qué tal si la obra no es tan buena? ¿Qué tal si la historia no convence? ¿Qué tal si no es apta para llevar a la familia? Tenemos un problema.

Con “El rey león”, no. Si usted vio aquella primera memorable puesta en escena con estrellas como Carlos Rivera, Flavio Medina y Cess Enríquez, volverá a flotar.

Y si no, descubrirá algo tan espectacular, bonito y lleno de mensajes positivos como las películas pero en el mundo real.

Sentir la energía de esos “animales” en escena no se paga con nada. Además, son tantísimos actores haciendo tantas cosas al mismo tiempo que lo único que uno puede decir cuando está ahí es: ¡Gracias!

¡Gracias, OCESA! ¡Gracias, Morris Gilbert! ¡Gracias, Susana Moscatel y Erick Merino por esa traducción!

Y, por supuesto, gracias al reparto de ahora encabezado por el inmenso Pierre Louis, la divina Majo Domínguez y el tremendo Pisano.

Luche con todas sus fuerzas por ver el “revival” de “El rey león” ya en el Teatro Telcel de la Ciudad de México. Le va a gustar. De veras que sí.

  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
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