Tito Vasconcelos

Ciudad de México /

Ecos de su actuación nocturna resuenan en la memoria. Un hombre gay interpreta a una mujer. El maquillaje que despliega para ser un intérprete se impone y cambia según lo usaron Sara Bernhardt, Bette Davis, María Félix o la excepcional Medea. Travestista es una palabra que dignifica a quien es además un histórico del movimiento de la “sopa de letras” en que nos hemos convertido los que, diversos, entramos en las siglas LGBTQ+. 

Él es esas noches cabareteras donde el género de la farsa, la comedia o el voudeville se mueven a lo largo de una vida en el teatro. Pero esta vez decidió contar parte de su historia con su cabaretito particular: de Kurt Weill y Bertold Brecht con la Ópera de tres centavos hasta la fantástica Nacha Guevara, una mezcla imposible de estilos porque incluye a Agustín Lara y un sinnúmero de piezas donde aparece el tango. No importa: Tito Vasconcelos cuenta anécdotas de su vida y eso es el auténtico espectáculo que vemos en el escenario del teatro Varsovia. Sobrevivir al cáncer hace de ¿La ópera…o la Nacha? Una pieza de colección a todo lo que le hemos visto. 

Aquí uno sonríe sin carcajadas. Aquí, se trata de pensar la historia de un actor dedicado al teatro cuando arrancó en México el teatro gay, con José Antonio Alcaraz y Tito Vasconcelos con la obra emblemática Y sin embargo se mueven, de 1980. El histrión se siguió de hilo y lo que pasó fue su consagración como el máximo intérprete del travestismo escénico. Un actor de múltiples facetas al que la Compañía Nacional de Teatro lo tiene en lista de espera, hasta que alguien muera para que él pueda ingresar a los terrenos de la directora de la CNT, Aurora Cano. 

Mi admiración por Tito Vasconcelos es añeja. Por eso no hago una crítica de su espectáculo nostálgico. Lo que narra es lo que me importa destacar. Un libro abierto, un militante gay, un furibundo enemigo de Morena que se siente de luto porque AMLO logró sus cometidos para sacar adelante sus reformas. Se lamentaba que la 4T se llevó el paquete completo. No importa, Tito: un aplauso para ti y a los que contigo perdieron. Hacer teatro político es un punto de vista. Quedan tus divas, el retrato de miles que las veneran. 

¡Larga vida al travesti de corazón!


  • Braulio Peralta
  • juanamoza@gmail.com
  • Periodista, ensayista y editor. Autor de Otros nombres del arcoíris, El poeta en su tierra, diálogos con Octavio Paz y De un mundo raro, un libro de crónicas de sus personales viajes como corresponsal en España. Publica todos los lunes su columna La letra desobediente.
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.