Después del CEO Dialogue, cuando la presidenta Claudia Sheinbaum anunció inversiones por 20 mil millones de dólares, quedó claro que 15 mil de esos eran de un solo proyecto. Un gasoducto de Texas a Sonora y una enorme, gigantesca, planta de licuefacción en Puerto Libertad para de ahí vender gas licuado a los mercados asiáticos. Un buen resumen del proyecto está en este video de la compañía creada para este desarrollo: Mexico Pacific | Corporate Video | September 2024, 18 octubre.
El asunto es sencillo: en Texas, gracias al fracking, ya no saben qué hacer con tanto gas. Lo licúan y lo sacan por las costas de Texas y Luisiana hacia el mundo. Si hay que llevarlo a Asia, los buques pasan por el canal de Panamá, pero el canal está en problemas últimamente y ese camino es cada vez más lento y problemático.
Han querido intentar llevarlo a California, poner ahí la planta y de ahí llevarlo a Asia pero en California han fracasado hace un rato. Las razones: California ha implementado leyes ambiciosas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con un objetivo de reducción del 40% para 2030. Las terminales de licuefacción de GNL (gas natural licuado) consumen grandes cantidades de energía y generan importantes emisiones. El sistema de cap-and-trade de California eleva los costos para las industrias con alta huella de carbono. Y hay que mencionar que el movimiento ambientalista es muy activo y está muy presente en el estado.
Por si esto fuera poco, en enero de este año, el gobierno de Joseph Biden ordenó una pausa a nuevos permisos o los que estaban pendientes de exportación de gas licuado a países con los que Estados Unidos no tenga un acuerdo de libre comercio. La razón, según la Casa Blanca, es por protección al medio ambiente. La orden se sigue peleando en tribunales con las empresas exportadoras. La bronca en el proyecto mexicano es que queda claro que el gas es para Asia (donde hay muy pocos países con acuerdos de libre comercio con Estados Unidos) no para México.
¿Qué hicieron los productores y exportadores estadunidenses?
Pues México, allá todo es fácil. Y el gobernador Durazo feliz. Y ahora Claudia tuvo algo que presumir en el CEO Dialogue.
Pero aquí ya hay una suspensión temporal de un juez, los grupos ambientalistas de México y Estados Unidos se agrupan para protestar contra el proyecto y hasta algún senador estadunidense dice: hagámoslo en Alaska.
¿Todo este lío para qué? Para crear 700 empleos permanentes ya que esté construida la planta mandando gas de fracking a Asia.