El presidente que se llena la boca hablando de soberanía, de respeto a la democracia, de libertad en América Latina, autorizó ejercicios militares del Comando Sur de Estados Unidos en su territorio. Gabriel Boric, al que muchos ven como “referente” de la nueva izquierda en la región y que lanzó tiempo atrás la "Estrategia Nacional del Litio", dejó a Chile bajo el protectorado de la Doctrina Monroe.
El interés de Estados Unidos en el litio chileno va más allá de lo económico, alcanzando también aspectos militares. Recordemos las palabras de la jefa del Comando Sur, Laura Richardson, cuando en 2023 decía “¿Por qué esta región importa? Con todos sus ricos recursos y elementos de tierras raras… El triángulo entre Argentina, Bolivia y Chile, contiene 60% del litio del mundo”.
Este mineral se ha vuelto indispensable para el desarrollo de tecnologías de defensa que van, desde sistemas de almacenamiento energético, hasta armamento de última generación. Por supuesto que EE.UU. no está dispuesto a perder el control sobre el litio, indispensable para su industria militar, considerando que Chile posee el 36% de las reservas mundiales.
El Ejercicio Naval Multinacional UNITAS 2024, organizado por el Comando Sur y la Armada de Chile dio inicio el pasado 2 septiembre. Las operaciones del ejercicio tendrán lugar hasta el 12 de septiembre, con la participación de 17 buques, 2 submarinos y 23 aeronaves en las costas de las regiones de Valparaíso, Coquimbo y Magallanes.
La anfitriona de esta jornada ha sido, nada más y nada menos, que la ministra de Defensa chilena, Maya Fernández Allende, nieta del expresidente Salvador Allende, destituido por un golpe de Estado, promovido en 1973 por el Departamento de Estado del país al que hoy le pone alfombra roja y le hace homenaje. ¡Qué vergüenza!
Es la segunda vez, en menos de un mes, que el Gobierno de Boric participa de ejercicios militares con Estados Unidos en el océano Pacífico. En agosto pasado, fue parte en los juegos de guerra Rim of the Pacific (RIMPAC 2024), coordinados también desde Washington. Ejercicios en los que, dicho sea de paso, ha participado Israel, contra quien constantemente, pero a modo, se pronuncia el mandatario chileno. Su hipocresía no se borra evitando fotos con los representantes del Comando Sur, cuyo Gobierno ha sido un aliado estratégico del regimen sionista en contra del peublo palestino, con quien se dice, en cámaras, solidario.
Parece que al presidente Boric también se le olvidan más de 16 años de dictadura de Pinochet en Chile, impuesta por los intereses económicos y geopolíticos de las transnacionales de su ahora gran aliado.
De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad de Harvard, Estados Unidos intervino en 41 ocasiones para forzar un cambio de gobierno en países de América Latina entre los años 1898 y 1994, liderado en varias ocasiones por el famoso Comando Sur, transformado hoy en el principal interlocutor del país del norte con nuestra región.
Estados Unidos mantiene una activa presencia militar en la región, en una competencia directa con países como China y Rusia, que tienen cada vez mayor protagonismo en el continente. No en vano, ese mismo Comando Sur, responsable de múltiples violaciones a los derechos humanos y de un sin fin de prácticas injerencistas, será el que dé cátedra a los militares ecuatorianos en materia de derechos humanos en el Gobierno del junior presidente, Daniel Noboa. ¿De qué manera escogerá el Comando Sur a los mandatarios que le abren las puertas tan amablemente? El chiste se cuenta solo.
Qué fácil señalar la paja en el ojo ajeno, además, de forma descontextualizada y servil a la derecha del continente, que mirar territorio adentro. Ahí tienen a su presidente progre buena ondita.