Que al cuarto para la hora de su agónico sexenio, el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Palacio de San Lázaro iniciativas de reformas a la Ley de Armas de Fuego y a la Ley de Derechos, pero el coordinador de la mayoría parlamentaria de Morena, Ricardo Monreal, las puso inmediatamente en hielo y advirtió que la Cámara de Diputados no dará trámite vía rápida ni actuará de manera precipitada con dichas propuestas. Mire usted.
Que Sebastián Ebrard Lestrade, sobrino del ex aspirante presidencial y próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, rindió ayer protesta como diputado federal en sustitución de Vidal Llerenas, reconocido marcelista que solicitó licencia para dejar su curul tan solo 18 días después de asumir el cargo. En San Lázaro, por cierto, Mauricio Farah fue elegido por unanimidad secretario general, cargo que ha ocupado antes en esa misma cámara y en el Senado.
Que después de la toma violenta de la tribuna durante la reforma al Poder Judicial, en la Junta de Coordinación Política del Senado los legisladores de todos los partidos acordaron construir “condiciones de mayor serenidad” debido a los temas que se discutirán próximamente, como la Guardia Nacional y la toma de protesta a Claudia Sheinbaum. El presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña, comentó que todas las fuerzas tienen la disposición de generar un debate de altura, argumentos y respeto. A ver.
Que este jueves Jesús Zambrano se convertirá oficialmente en el dirigente del PRD al que le tocó verlo morir, luego de que en sesión extraordinaria, el Consejo General del INE, que preside Guadalupe Taddei, vote el dictamen aprobado ayer en la Junta General Ejecutiva por el que se concluyó que debe perder el registro, porque los argumentos presentados por el partido fueron insuficientes para justificar que no haya alcanzado mínimo 3 por ciento de la votación emitida en la elección federal del 2 de junio, cuando abanderó, junto con PAN y PRI, a la candidata presidencial opositora, Xóchitl Gálvez.