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13 mil millones

Ciudad de México /

Repantigado en el mullido sillón del amplísimo estudio, Gamés vio El aprendiz, una magnifica película que cuenta con gran talento cinematográfico los inicios de Donald Trump en el año de 1970 y su triunfo en el mundo inmobiliario mediante trapacerías sin nombre.

Un personaje central en su vida, le enseña al joven Trump las tres reglas de la victoria política: 1. Ataca siempre; 2. Niégalo todo; 3. Nunca aceptes una derrota. Por alguna misteriosa razón, Gil recordó a alguien muy importante en nuestra vida política. Pffft. Buena con ganas, no se la pierdan, retrata a un miserable que con el tiempo llegaría a la presidencia de Estados Unidos.

Sobreprecios

Una notica dejó helado a Gamés: Eduardo Clark, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, reconoció “posibles indicios de corrupción” en la Compra Consolidada de Medicamentos 2025-2026 al adjudicar 175 claves de medicamentos a un sobreprecio cercano a los 13 mil millones de pesos.

Gil dio un reparo de antología: tanta vuelta a la noria de las medicinas, tanta mentira del ex presidente Liópez indignado: ¡aquí huele a corrupción! Gamés infiere: si en el método actual de compras hay corrupción, en el sexenio anterior también lo hubo pues son semejantes. Sobreprecios, desabasto de medicinas, fraude.

Gil lo leyó en su periódico El Universal en una nota de Pedro Villa y Caña y Eduardo Dina. Repitamos: “175 claves de medicamentos a un sobreprecio cercano a los 13 mil millones de pesos”. La fuente de los reporteros de insospechable impulso carroñero es, repitamos por favor, Eduardo Clark, subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud. En Palacio Nacional, el subsecretario, informó que cuando se detectaron estas anomalías, se separaron del cargo a los funcionarios de Birmex que participaban en estos procesos. La presidenta Claudia Sheinbaum advirtió que por estas irregularidades podría haber hasta sanciones penales. De acuerdo, pero no “hasta”, sino “principalmente” sanciones penales.

Gil paga por ver

Eduardo Clark afirmó que una vez que se detectaron estas anomalías se detuvo el proceso de compra y se dio aviso a la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno con el objetivo de que se realizaran las investigaciones. Gil no se quiere poner pesado, pero paga por ver. No mucho porque Gilga anda muy gastado.

“Identificamos 175 insumos, es decir, 175 medicamentos o material de curación, etcétera que se adjudicaron a proveedores que no habían sido los de mejor costo, es decir, no habíamos ejecutado la compra a los proveedores que más bajo habían ofertado”. Gil ha oído de arreglos: “tú mandas la cotización de tantos más cuántos y yo acá arreglo los tantos y los cuántos. Un grito ensordecer hizo añicos el silencio del amplísimo estudio: ay mis hijos, raterazos, corruptos, impresentables.

“Se separaron del cargo a las personas que participaban en estos procesos dentro de Birmex con el objetivo de que la investigación pueda correr su curso y pueda ser determinada la responsabilidad por parte de la Secretaria Anticorrupción y Buen Gobierno, y a partir de esos resultados determinar qué claves tienen que ser readjudicadas”. El subsecretario agregó: “Donde hemos identificado posibles indicios de corrupción o compras equivocadas, por cualquier razón, no estamos comprando esos medicamentos. Están en pausa, de aquí a que se determina cómo ocurrió”. Correcto, faltaba más. Y mientras qué hacemos con el desabasto de medicinas. Muy fácil, las vamos a comprar a la farmaciotota que inventó Liópez en un sueño. Es que de veras.

Repitamos

Repitamos en esta gacetilla de repeticiones: “¿El monto que se ha involucrado, subsecretario?”, le preguntaron los reporteros: “Estamos hablando de un posible incremento de un costo cercano a los 13 mil millones de pesos”, respondió.

Luego vino el gran momento de la mentira y la demagogia, en Palacio Nacional, el subsecretario de Salud afirmó que “no hay un solo espacio para la corrupción. Cualquier indicio lo vamos a frenar, investigar y sancionar al responsable”. Por ahí hubiéramos empezado, señor subsecretario.

Todo es muy raro caracho, como diría Thomas Carlyle: “Un hombre enteramente inmoral no puede conocer nada en absoluto; para conocer una cosa tiene que amarse, esto es, hallarse uno virtualmente relacionado con ella”. 

Gil s’en va


  • Gil Gamés
  • gil.games@milenio.com
  • Entre su obra destacan Me perderé contigo, Esta vez para siempre, Llamadas nocturnas, Paraísos duros de roer, Nos acompañan los muertos, El corazón es un gitano y El cerebro de mi hermano. Escribe bajo el pseudónomo de Gil Gamés de lunes a viernes su columna "Uno hasta el fondo" y todos los viernes su columna "Prácticas indecibles"
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