Uno de los rasgos más admirables, junto a la tolerancia y la empatía, de la gente bonita de la ultraderecha mexicana, es sin duda su profundo sentido del humanismo. Esto se refleja en personajes con el panista Tabe del cuchillote, el fino lenguaje del #SacoDePus, la profusa, confusa y difusa serenidad de Laura Zapata y los paleros de Alazraki; sin olvidar la alegría con la que Pedro Ferriz y su junior distribuyen amenas amenazas, la feliz manera en que el otrora intelectual Pepe Toño Crespo tuitea mensajes de una supina misoginia contra la Presidenta Claudia Sheinbaum, o el encantador deseo de uno de los argumentistas del Sensacional de Traileros, Paco Martín Moreno, de quemar morenistas vivos en el Zócalo.
Grandes maravillas del progre buenaondismo de la derechairiza en éxtasis, a las que es obligatorio agregar a este notabilísimo Ghandi del fanatismo neoliberal, Ernesto Zedillo Ponce de Lión, que echando polilla, escurriendo naftalina y capitaneando el Team MumRa, alega que no es que hayan salido mexicanos de la pobreza, sino que gracias a la pandemia hay menos pobres en la patria. Con razón le aplaudieron en la Coparmex, el PRIAN, la dotora Dresser (que anda salvando a Ucrania porque ahí sí la comprenden) y Cascabel Hernández, muy comprometida animadora de García Luna Productions.
Bueno, el humanismo del voxismo mexicano ha tenido recientemente momentos sublimes en la figura grácil y tierna de Xóchitl Gálvez que, con el debido acompañamiento de Margarita Zavala y el mini Jelipillo, quieren convertir en héroe nacional a ese aprendiz de orco que atacó a Fernández Noroña. A lo mejor hay molestia porque el bellaco no pela a Kinky Téllez. Casi que se sentían decepcionadas porque el señor Carlos Velázquez de Lión, no sacara en su gentil arrebato un cuchillote como el del señor Tabe
Bueno, también apareció Chumel Torres a meterle clasismo al asunto, alegando que el Noroñas no tiene derecho a ir a los lugares de la gente bien, que se vaya en el Chilam balam que cree que es un medio de transporte. No lo regañen, oriéntenlo.
Es como la orientada que les urge las profanas pifias de la ministra Piña y de los histeriquitos violentos defensores del Poder Perjudicial, que le aventaron botellas de agua a AMLO en Veracruz, sin que los reprimieran, desaparecieran o los hubieran dado una calentadita como en los tiempos de Salinas, Zedillo, Calderón o mi licenciado Peña.
En el claudiotresequisgonzalismo, se están chumelizando los unos a los otros.