¡Ay, torito, Garcia, Luna, Productions, no fue inocente, torito! Y ahora mismo todos los calderonistas, me dicen mis Fuentes, están llorando en la Llorería. Igual que las viudas de García Luna, cuyas almas en pena no encuentran sosiego a sus profundos pesares, al saber que el juez Cogan le aplicó al general 38 años y ocho meses de sentencia. No sin antes, aplicarle una profunda y merecida felípica nivel supersayayín: Usted tiene una doble vida, usted vestirá muy elegante, usted podrá decir que respeta la ley y seguro lo cree; pero su conducta es la misma que la del Chapo”. ¡Tómala Barbón! ¡Un fatality bestial! ¡A la lona con todo y chivas!
Claro que hablando de narco carteles y traiciones, la eternidad es muy poco tiempo para los crímenes de García Luna, pero al final saldría a los 95 años en los que podrá evocar los tiempos felices del Calderonato cuando metió a México en una falsa narco Guerra, infame, sangrienta, mientras se ponía al servicio de su majestad El Chapo Guzmán. Quizá hasta sonría como su bróder la Barbi, recordando su Loca Academia de montajes (su mejor padawán, Lord Montajes Loret, su producciones telenoveleras, sus narrativas torcidas e infames censuras mediáticas. Esos aplausos del mainstream periodístico, las medallas derechuecas, los tendrá resguardados en la memoria.
Claro, Genarco tampoco podrá olvidar que en repetidas ocasiones y en su cara monolítica, el diputado Gerardo Fernández Noroña lo acusó de estar ligado al crimen organizado, mientras sus aplaudidores tiraban de a loco al gran bellaco. Al final, la historia le dio la razón.
Calderón reaccionó alegando que no sabía nada y casi casi escribe con sus dedos temblorosos por la sobredosis de shots de tequila, una cartita cursi y melodramática como la de su bróder. Ridículo. Markititito y Anayita se quieren deslindar del viejo guango, mientras la opinión pública lo señala como el jefe de jefes de la narcopolítica. Un control freak como el Calderas tendría que haber detectado las relaciones peligrosas del cñor Genaro con los señores de las drogas.
¿Y dónde están y dónde están, los Loret, los Suckerman, los Krauzes y los comunicadores que aplaudieron a rabiar a Garcia Luna y que querían poner su cabeza en lugar de la Cabeza de Juárez?
La de García Luna Productions, fue la historia de un horror como no hay otro igual, que nos hizo comprender todo el mal del calderonismo rampante. Me dicen que la ministra Piña le anda sacando unos amparos.