Judicatura de caricatura

Ciudad de México /

Muy admirable que la ministra Piña, en nombre del poder perjudicial, haya decidido que en este momento de tranquilidad, donde vive sus momentos de más popularidad, exija de manera contundente e inobjetable, que le aumenten el sueldo a los ministros en un 12%. No faltará el chairo que diga que la Tremenda corte no tiene llenadera, pero yo lo veo más bien como un acto de congruencia en la defensa de sus PRIvilegios: si los ministros ganan casi 800 mil pesos, se han esforzado en declarar inconstitucional la Constitución y han mantenido un paro con goce de sueldo, empeñando tiempo, dinero y esfuerzo, es lógico que se sientan merecedores de un aumentito con vacaciones pagadas. Lástima que le echaron fuego a su propuesta presupuestal, no se vale.

Un asunto que le debería de importar a los escrupulosos decanos de Harvard para que se sigan riendo. Y de paso echarle un ojo a las calificadoras estadounidenses que cuestionan al poder perjudicial por apapachar a los magnates mexicanos que no quieren pagar sus deudas. Son sus amiguis, déjenlos.

Algo casi tan delirante como el de la señora Cascabel Hernández que en estado kinkytellozo, le exige a la DEA que organice una expedición punitiva contra AMLO. Parece que nadie le ha dicho que sus compas de la DEA han declarado inocente a López Obrador y, para colmo, ella tampoco ha aportado las pruebas que dice guardar celosamente abajo del colchón.

Como quiera que sea, para documentar sus cotorreos en Harvard deberían echarle una mirada a la entrevista de la ministra presidenta Piña donde reconoce que era estudiante de sietes y ochos, y de paso a las declaraciones de la jueza Nancy Juárez (que quiere encarcelar a la Presidenta Claudia Sheinbaum) que son el galimatías del galimatías del galimatías. Repite mil veces “la reforma atenta contra los derechos humanos” y clarito se ve que no sabe ni de derechos ni de humanos.

En el poder perjudicial se deberían de aplicar una limpia con exorcismo incluido: un asesor de Piña, Márquez Blas, viejo colaborador de García Luna Productions, es acusado de abuso sexual; se denuncia a huelguistas por meterse a la brava en los juzgados que sí quieren trabajar y no ven en la Reforma un apocalipshit; Gutiérrez Ortiz Mena nomás fue a hacer el ridículo a Harvard por su vocación calderonicolita; en el interior de la institución todo es caos, desorden, confusión, anarquía y hartazgo ante un poder que da patadas de ahogado y que se mueve por autoritarismo y engaños.


  • Jairo Calixto Albarrán
  • jairo.calixto@milenio.com
  • Periodista producto de un extraño experimento cultural-social-educativo marxista, rockero, populachero, libresco y televisionudo / Escribe de lunes a viernes su columna "Política cero"
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