Parece que hay esperanza. El Santos se metió a un campo que históricamente es inexpugnable para la causa.
El estadio de León suele traer muy malos recuerdos y experiencias para el Santos.
Pero el pasado sábado el equipo no desmereció: exceptuando la primer media hora, donde el Santos no ligaba más de dos pases consecutivos, los siguientes 15 minutos fueron una especie de despertar, una señal.
Porque los chicos de Ambriz nos demostraron que no son tan malos como muchos pensábamos.
Es más, nos dejaron claro que tienen capacidades y que solamente es cuestión, como bien lo dijo su entrenador en la rueda de prensa al finalizar el partido: “es cuestión de lograr unas 2 victorias que nos permitan respirar para que el equipo se suelte un poco más”.
Y no solamente hace falta eso.
Lo que siento, percibo y noto, es un grupo de juveniles que no terminan de explotar, que por momentos no se tienen a sí mismos la confianza necesaria sobre el campo para dar rienda suelta a todo lo que traen en su interior.
Porque cuando armaron futbol y se conectaron entre ellos (metieron en serios aprietos al León) la cosa pintó bien, se pudo notar un equipo que puede crecer y creer en sí mismo.
El sábado mejoraron bastante y ese contexto viene a ser motivante y esperanzador.
No son tan malos como pensábamos, al contrario, tienen un talento que está todavía adormilado, a la espera de una sacudida o, como bien dijo Ambriz, de que lleguen triunfos que terminen de convencerlos de que son capaces de levantar el mal andar del equipo.
En un video subido a redes sociales, Ambriz habla del equipo, del club, de que él cree y está convencido de lo que se está haciendo a nivel entrenamientos y a nivel directivo.
Digamos que le compré el discurso, porque le creo a Nacho y lo siento muy, pero muy convencido.
Espero que pueda convencer a más personas y, sobre todo, haga que su gente regrese al TSM. Ambriz menciona en el video que el club ha invertido bastante dinero en la cantera, que el 60% de la plantilla son canteranos.
Que el promedio de edad del plantel es de 24 años. Que necesita trabajar más y que tarde o temprano llegará la recompensa. Le creo.
El contexto para la resurrección y despertar del equipo está puesto, porque se vienen 3 partidos seguidos de local: viene Necaxa, Monterrey y Toluca.
Son tres partidos de altisima exigencia y serán la prueba de fuego para los canteranos de Ambriz.
En esa tripleta de partidos es donde deben llenarse de confianza y motivación, deben creer que pueden lograrlo.