El asunto del desafuero del diputado Cuauhtémoc Blanco trascendió ya al Congreso y ahora es tema de división en Morena, bajo el liderazgo de Luisa Ma. Alcalde. No solo las diputadas cuatroteístas reclaman que el ex futbolista enfrente las acusaciones por presuntas agresiones contra las mujeres; funcionarias del orden federal, secretarias de Estado y personal femenino cercano a la Presidencia exigen que se le retire la protección constitucional.
Hay legisladoras que encararon ya personalmente a Hugo Eric Flores —presidente de la Sección Instructora de San Lázaro—, por lo que consideran “una farsa” en el análisis del caso de desafuero, que ese órgano legislativo decidió desecharlo por “irregularidades”.
El juego bien podría llamarse ‘tiro al Blanco’. Las diputadas de Morena se han organizado ya con legisladoras de otros partidos para que, con los 251 votos que tienen las mujeres en esa Cámara, apunten sus flechas y revoquen la decisión de una Sección Instructora que no actuó con perspectiva de género; exigen que Blanco enfrente a la justicia, sobre todo por las acusaciones que tienen que ver con violencia contra las mujeres.
El tema es que si el ex futbolista perdiera el fuero, tendría que enfrentar además señalamientos por presuntos ilícitos como “delincuencia organizada, contra la salud y/o los que resulten”, mismos que se persiguen en la carpeta 002316 radicada en la Fiscalía General de la República de Alejandro Gertz.
Por si fuera poco, en la fiscalía de Morelos, que comanda Edgar Maldonado, hay por lo menos una decena de carpetas por presunto desvío de recursos durante las administraciones de Blanco, primero como alcalde de Cuernavaca y luego como gobernador. Las acusaciones, al menos según las carpetas de investigación, son por daños al erario que rebasan los 500 millones de pesos.
Palabras clave
También en EU se inició una investigación del entorno personal, familiar y laboral de Cuauhtémoc Blanco, por un posible crecimiento inexplicable de su patrimonio; se detonó tras la presunta adquisición de propiedades en aquel país, en concreto, en Texas. No menos importante es el interés que las autoridades de ese país tienen por los señalamientos de presumibles relaciones del ex gobernador morelense con liderazgos del crimen organizado, que habrían quedado al descubierto con fotografías publicadas en diversos medios de comunicación y que él mismo minimizó justificando su figura como futbolista.