Mis Chivitas… fuera. Qué caray. Y los echó otro equipo tapatío, que de alguna manera se había colado al repechaje (ahora le dicen Play-In) y que no era el favorito, con el perdón de sus sufridos seguidores.
Y los odiados rivales (sí, señoras y señores, hay odio en el deporte, así sea que no estemos hablando del más edificante de los sentimientos) directito a la generosísima Liguilla por haberse quitado del camino a los Xolos.
Hablo, desde luego, de los de Coapa: nada más falta que salgan engallados a la cancha, o que se alineen los astros del firmamento, en los dos partidos contra el Toluca, y que se cumpla la profecía –o, mejor dicho, el sueño— de Miguel Piojo Herrera de que terminen por conquistar, al final, su tercer campeonato al hilo.
Los de la pecaminosa Tijuana se juegan hoy por la noche el pase, justamente, ante un Atlas que jamás de los jamases los ha derrotado en su estadio. Y, ahí, las cosas parecen estar mucho más claras. Gane quien gane hoy, la persona que apueste que ese ganador vaya a derrotar a los cementeros, primer lugar de la tabla general y pedazo de equipo, perderá imprudentemente el dinero tan trabajosamente ganado con el sudor de su frente.
O sea, que se dibuja en el horizonte un escenario un tanto inesperado en el que puede acontecer un desenlace que no nos gustará nada, pero lo que se dice nada, a los millones de mexicanos –incluidos los neoliberales, los que profesan la fe de doña 4T, los que han emigrado para vivir las bondades del American Dream y los de género biológico indeterminado— que no simpatizamos con el Club de Fútbol América S.A. de C.V.
Así es esto de la mentada Liguilla: todo puede pasar, hasta lo peor (según para quien, desde luego).
En una fecha del torneo regular, aciaga para los americanistas, los choriceros de la industriosa Toluca les pasaron por encima. Cuatro devastadores goles les anotaron y los otros no pudieron siquiera volver a casa con el golecito del honor, o como se diga.
Pero, el señor Jardine ya agita el espantajo de los resultados del América en el torneo corto. Bajo su batuta, sólo cayeron una vez, ante el San Luís, luego de haberse ablandado los jugadores por haberles asestado cinco goles en el partido de ida a los potosinos.
Les va muy bien, a las Águilas, el formato de esta fase final.
En fin, ya veremos para quién será mayor la presión y cuál será el precio a pagar. Mis Chivitas, por lo pronto, ya no están. Me quedo, entonces, con el Cruz Azul.