Para el cantante Cliff Richard, “la escena del rock and roll puso a Abbey Road en el mapa, y el álbum de The Beatles, por supuesto, le dio el broche final”. A Brian Southall, Peter Vince y Allan Rouse les debemos el libro Abbey Road. La historia de los estudios más famosos del mundo (Liburuak, 2004), una recopilación acuciosa sobre una institución que, en palabras de Paul McCartney, “tiene profundidad, un gran respaldo, tradición y esas cosas”.

El gran referente del estudio fundado en 1931 seguirá siendo el disco Abbey Road, obra maestra del rock, aunque en sus primeros años estuvo dedicado en gran medida a la música clásica. Gracias a David Brickman,
The Gramophone Company (después EMI) compró el edificio en el que se construyó —como recordaría más tarde— “el primer estudio a la medida. Su apertura, ciertamente, hizo de Londres el centro de grabación del mundo”. Allí se registraron los discos de pianistas como Vladimir Horowitz, Arthur Rubinstein y Artur Schnabel, por no hablar de las mejores orquestas europeas o el violinista Yehudi Menuhin, quien grabó alrededor de 250 obras. Antes de ser famoso por su trabajo con The Beatles, George Martin trabajaba con grupos de jazz y artistas poco convencionales.
Abbey Road fue terreno fértil para el crecimiento de The Beatles, pues como relata Bruce Welch “comenzaron a controlar cada vez más el estudio a medida que iban haciéndose más y más exitosos, hasta que cambiaron todo y acabaron dirigiéndolo”, mientras que para George Martin “The Beatles eran un ejemplo de cómo artistas buenos podían adaptarse a la parte técnica. El estudio se convirtió en un espacio permanente para la experimentación”. Tan grande fue el amor de Paul McCartney a este lugar, que mandó construir una réplica en su casa.
Aquí han grabado también The Shadows, The Hollies, André Previn, Michael Nyman, Sting, Kate Bush, Alan Parsons Project, Olivia Newton-John, Ella Fitzgerald, Connie Francis, Andrew Lloyd Weber y Pink Floyd, de quien Alan Parsons declaró: “Fue la primera banda en llevar un estudio hasta sus límites”.
CODAComo tener el cielo en la tierra
De acuerdo con el compositor Trevor Jones, por sus facilidades para grabar una orquesta, en Abbey Road “tienes el cielo en la tierra”, lo que permitió al estudio reinventarse al acoger la grabación de la música de películas tan exitosas como El retorno del Jedi, Indiana Jones y Corazón valiente.