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  • Rancho de adiestramiento en Teuchitlán es el legado de Los Zetas; buscan generar expertos en manejo de armas

  • Reportaje
  • A Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, se le atribuye ser de los pioneros en “sistematizar” el reclutamiento forzado.
Rancho de adiestramiento en Teuchitlán es el legado de Los Zetas; buscan generar expertos en manejo de armas
Xavier Jiménez
México /

Los centros de entrenamiento criminal, como el hallado en Teuchitlán, Jalisco, se remontan a 2004, cuando el sanguinario grupo de Los Zetas crearon los campos de adiestramiento.

En ese entonces, era inimaginable reclutar a nuevos integrantes para el cártel a través de ofertas laborales difundidas en redes sociales, se hacía mediante el secuestro.

Objetos de personas reclutadas por el CJNG (Imagen de: Flickr)
Objetos de personas reclutadas por el CJNG (Imagen de: Flickr)

Víctimas más frecuentes de los cárteles

Migrantes, menores de edad arrebatados de sus escuelas, campesinos, militares, policías, ganaderos, taxistas, transportistas, comerciantes. Todos eran enganchados mediante amenazas.

En trenes o carreteras cientos de migrantes fueron interceptados desde Medias Aguas, en Veracruz, hasta Reynosa o Nuevo Laredo, en Tamaulipas.

A Miguel Ángel Treviño Morales, El Z-40, quien fue capturado en julio del 2013 en Nuevo León, se le atribuye ser de los pioneros en “sistematizar” el reclutamiento forzado. También se le adjudican ser el creador precisamente de los centros de adiestramiento en el país, de acuerdo con mandos militares.

En su negro historial, este líder Zeta arrastra la masacre de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto del 2010, y el incendio al Casino Royale, en Monterrey, que dejó 52 muertos en agosto del 2011.

También se le señaló por el asesinato de 44 reos en Nuevo León y la fuga de 37 prisioneros del Penal de Apodaca, en febrero del 2012, además de la ejecución de 49 personas cuyos torsos fueron tirados en Cadereyta, en mayo de ese mismo año.

Un “alumno” de El Z-40 fue Martín Omar Estrada Luna, El Kilo, detenido en abril de 2011 y señalado como el principal operador de varias matanzas de migrantes en Tamaulipas ordenadas por jefes de Los Zetas, incluida una de 145 personas que fueron halladas en doce fosas clandestinas.

Cárteles buscan que sicarios sean expertos disparando

De acuerdo con informes militares, los campos de entrenamiento que iniciaron con Los Zetas, tenían como finalidad hacer de los “nuevos reclutas” pistoleros expertos en el manejo de armas, así como a conducir y abordar vehículos bajo situaciones de presión.

Uno de los últimos narcos campamentos desmantelados en el estado de Nuevo León, en el año de 2011, el de mayor actividad de Los Zetas, se dio cuando elementos de la Secretaría de la Defensa (Defensa) arribaron a un rancho de nombre El Jacalito, en Sabinas Hidalgo.

Ahí abatieron a un delincuente, rescataron a dos hombres que estaban secuestrados y detuvieron a una mujer que los custodiaba.

Las fuerzas armadas localizaron en cada campamento armas largas, lanzagranadas, ametralladoras, una caja con granadas y cientos de cartuchos, además de fornituras, cascos y tablas de tortura.

Los Zetas tuvieron la idea además de poner en la nómina a la mayoría de los policías municipales de diversas entidades, para que funcionaran como halcones.

Tras la ruptura de los liderazgos en Los Zetas, varios de los adiestradores buscaron trabajo en otras organizaciones, entre ellas, el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que operaba el rancho Izaguirre de Teuchitlán, una de las “escuelitas”.


RM


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