El asesinato de Rubens Paiva, diputado brasileño que inspiró la película ganadora del Oscar

El funcionario fue una víctima de la desaparición forzada durante la dictadura de Brasil en 1961.

Rubens Paiva, un militante político brasileño víctima de la dictadura (Diseño: Mina Dander).
Mina Dander
Brasil /

Con la película Aún estoy aquí, el aclamado director brasileño Walter Salles —quien también produjo Ciudad de Dios— decidió aventurarse a retratar una historia enraizada en la memoria política de su país.

La cinta que le concedió el mayor galardón en el mundo del cine en la categoría de Mejor película internacional está basada en una historia real: la vida de Rubens Paiva, un diputado de Brasil que estuvo inmerso en los movimientos sociales de la época y que, desafortunadamente, fue una de las numerosas víctimas de la dictadura brasileña acaecida en 1964 .

La película "Aún estoy aquí" ganó como Mejor película internacional en los Oscar 2025.

La película de Salles está focalizada en la perspectiva de Eunice Paiva, la esposa del mandatario, a partir de la desaparición de Rubens. Como puede verse en el metraje, la mujer volcó su fuerza política en la búsqueda y, posteriormente, en la reparación del daño causado por las autoridades del régimen dictatorial. 

Pero, ¿por qué Rubens Paiva fue una víctima de desaparición forzada durante la dictadura brasileña? Aquí te lo decimos. 

Dictadura en Brasil: Contexto histórico

João Goulart se convirtió en el presidente de Brasil en 1961, luego de la renuncia de Jânio Quadros, quien gobernó durante siete meses.

El advenimiento de su mandato trajo consigo también el descontento de la clase alta brasileña, debido a que Goulart sostenía una política pro izquierdista

Aunado a ello, a nivel internacional, también existía una oposición frente a la supuesta cercanía del mandatario hacia el comunismo, particularmente desde Estados Unidos, región que tuvo injerencia en tensión política de Brasil.

En Las grabaciones presidenciales de John F. Kennedy (The Presidential Recordings of John F. Kennedy) recopiladas por la Universidad de Virginia existe el registro de una llamada hecha por Kennedy realizada el 30 de julio de 1962 en la que expresó su inconformidad por esa situación, así como la necesidad de que Brasil tuviera un mayor control militar.

Conversación de Kennedy con Lincoln Gordon, embajador de EU en Brasil

Gordon: Creo que uno de nuestros trabajos importantes es fortalecer la columna vertebral de las fuerzas armadas. Dejar en claro, discretamente, que no somos necesariamente hostiles a ningún tipo de acción militar, si está claro que la razón de ella es…
Kennedy: Contra la izquierda.
Gordon: — él le está entregando el maldito país a los—
Kennedy: Comunistas.

Era sabido que el país latinoamericano presentaba notables choques en la orientación política de la población. En una de las llamadas, el embajador menciona:

"Los militares no están unidos. Esa es una de las cosas que lo complica. Hay algunos que son muy izquierdistas, incluyendo un par en posiciones muy altas: el comandante del primer ejército que está en Río de Janeiro… un tipo muy peligroso", expone Gordon ante el presidente norteamericano.
Durante gobierno de João Goulart existían choques en la orientación política de la población brasileña (Imagen: Comisión de Amnistía de Brasil).

El conflicto detonó con el golpe de estado que se realizó en el año de 1964. Una acción constituida mediante la unión de las fuerzas armadas con la oposición derechista del Congreso del país, comenzando así la dictadura en el territorio.

¿Quién fue Rubens Paiva?

Según el informe generado por la Comisión Nacional de la Verdad (CNV) de Brasil  en el tercer volumen sobre Muertos y Desaparecidos Políticos, Rubens Beyrodt Paiva nació el 26 de diciembre de 1929, en Santos, São Paulo. El mandatario comenzó como licenciado en ingeniería civil en la Universidad Presbiteriana Mackenzie. 

Su orientación y actividad política favorecieron para que el Partido Laborista Brasileño (PTB, por sus siglas en portugués), un partido político populista fundado en 1945 por simpatizantes del presidente Gertulio Varga, lo designara como diputado en 1962.

Con el golpe de estado, lo acusaron mediante el Acto Institucional número 1 (AI1).

¿Qué fueron los Actos Institucionales?

Los Actos Institucionales fueron una serie de decretos realizados durante el mencionado periodo. Representaron el apoyo de la corte frente a la dictadura, ya que servían para brindar legitimidad a las acciones del gobierno. Los actos se insertaron en el sistema jurídico brasileño, prácticamente eliminando la Constitución de 1946, que los regía en ese momento, pues muchas de las órdenes se oponían a lo estipulado en ella, e incluso, estos poderes extra-constitucionales negaban los derechos de la ciudadanía.

El AI1 fue un decreto dado el 9 de abril de 1964, este permitió la proscripción de mandatos parlamentarios y la suspensión de derechos políticos; con él, se eliminaría a la oposición, dejando camino libre para que el presidente, en ese momento Humberto de Alencar Castelo Branco, conformara su gabinete mediante un nuevo colegio electoral.

El informe de la CNV también revela que Rubens Paiva estuvo dentro de la primera lista del AI1, publicada el 10 de abril, en la que, junto a otros funcionarios públicos, perdían sus derechos políticos. Ante ello, el diputado decidió autoexiliarse durante nueve meses en Yugoslavia y Francia.

Al volver a Brasil, como recrearon en la película de Walter Salles, se alejó de la política y retomó sus labores como ingeniero. Se mudó con su familia a Río de Janeiro, sin embargo, siguió manteniendo contacto con sus allegados militantes de izquierda.

Paiva fundó el periódico Jornal de Debates, junto a Fernando Gasparian, Marcus Pereira, Limeira Tejo y otros colaboradores.

El primer número, durante la etapa de Sao Paulo, contiene textos acerca de la mortalidad entre los brasileños, de lo acaecido durante el milagro económico, así como una reflexión sobre la Pedagogía del oprimido de Paulo Freire. Puedes consultar algunos de los números recuperados AQUÍ.

En 1962, Paiva fue nombrado como diputado del Partido Laborista Brasileño (Foto: Memorial da Democracia).

La detención: ¿Cómo fue? 

Según un artículo publicado por Roger Tadeu Romano en la revista Jus Navigandi, el diputado fue reportado como desaparecido el 20 de enero de 1971, después de que su casa fuera invadida por hombres armados, que entraron a su casa, especulando que eran miembros de la Fuerza Aérea, sin una orden de cateo ni aprensión.

Permitieron que Paiva pudiera cambiarse de ropa, momento que también se recrea se muestra en la película de Salles, Aún estoy aquí, en la que se ve como el funcionario, escoltado por los militares, salió de su casa y se trasladó al lugar, conduciendo su propio vehículo. 

Este acto fue de suma importancia, ya que posteriormente el automóvil sirvió como la evidencia para confirmar su arresto.

El sitio donde lo detuvieron en un primer momento fue en el comando de la 3ª Zona Aérea, donde fue interrogado. Posteriormente, lo trasladaron al cuartel de la policía del Ejército, en la calle Barão de Mesquita, barrio de Tijuca, donde funcionaba el DOI-Codi, se expone también en la relatoría de la CNV.

¿Qué fue el DOI-CODI?

El Departamento Operaciones e Información-Centro de Operaciones de Defensa Interna (DOI-CODI por sus siglas en portugués) fue un organismo de inteligencia y represión política en Brasil que tuvo lugar durante la dictadura. Su funcionamiento comenzó el 31 de marzo de 1964 con la destitución del gobierno civil por las fuerzas armadas y finalizó en 1984. Su objetivo era reprimir la disidencia en contra del régimen. Como policía política, atacó a todo individuo u organización que representara una amenaza para el nuevo estado. Actuó mediante la tortura y otros métodos de contrainsurgencia.

El hijo de Rubens Paiva, Marcelo Rubens Paiva, al crecer, se dedicó profesionalmente a la escritura. En un artículo publicado por el New York Times, Lo que la dictadura brasileña le hizo a mi familia, menciona que:

"Era una mañana soleada de 1971 en Río de Janeiro, y estábamos alistandonos para ir a la playa de Leblon, que estaba cruzando la calle de nuestra casa. De pronto, seis hombres armados vestidos de civiles entraron a la cocina por la puerta trasera apuntando con ametralladoras. Había otros hombres afuera rodeando la casa. (...) Cuando los hombres armados irrumpieron en la cocina ese día de 1971, mis padres tenían su traje de baño puesto. Mientras todos nos quedamos sentados en el sillón de la sala, llevaron a mi padre al piso de arriba para que se vistiera. Le dijeron que los agentes que estaban afuera se lo llevarían para que diera su testimonio. Nunca más volvimos a verlo". 
"Los seis hombres se quedaron con nosotros durante las siguientes veinticuatro horas. Luego se llevaron a mi madre, Eunice, y a mi hermana Eliana, quien en ese entonces tenía 15 años, a las instalaciones del DOI CODI en Río de Janeiro, dentro de los cuarteles del ejército en la calle Barão de Mesquita. Nos dejaron solos a mí y a mis otras dos hermanas, Ana Lucia, de 13 años, y Beatriz, de 10".
Mi hermana y mi madre fueron acosadas e intimidadas. Estuvieron sentadas y encapuchadas durante veinticuatro horas sin agua ni comida. La canción “Jesús Cristo” de Roberto Carlos, que sonaba a todo volumen en un altavoz, apagaba los gritos de un hombre que estaba siendo torturado, muy probablemente mi padre. Mi hermana fue liberada al día siguiente. Pero mi madre estuvo doce días en una celda oscura, con la misma ropa que llevaba el día de su arresto. En la noche, la despertaban los guardias a gritos y la obligaban a ver fotografías de mujeres y hombres buscados”, recordó el escritor en su columna para el New York Times.

Además de la detención del mandatario, como puede leerse, Eunice Paiva, su esposa, y Eliana Paiva, su hija de 15 años de edad, fueron llevadas al DOI CODI para ser interrogadas.

El 20 de enero de 1971, la casa de los Paiva fue invadida por presuntos miembros de la Fuerza Armada (Foto: Especial).

¿Qué fue lo que realmente pasó con Rubens Paiva?

En su momento, la versión que dio el régimen mencionaba que el funcionario no había llegado al DOI CODI porque, mientras iba rumbo al interrogatorio con los supuestos elementos de la fuerza aérea, su automóvil fue interceptado por guerrilleros de izquierda, quienes lo secuestraron.

Sin embargo, con la publicación del informe número 70 del DOI-CODI en Río de Janeiro a través de la Comisión Nacional de Verdad, mencionado anteriormente, se supo que Paiva fue acusado debido a que autoridades del régimen recibieron órdenes de registrar un avión de Varig, procedente de Santiago de Chile, que llegaría al aeropuerto de Galeão, Río de Janeiro, el 20 de enero de 1971.

Detuvieron a las pasajeras, identificadas como Cecília Viveiros de Castro y Marilene de Lima Coron, madre y cuñada del exiliado brasileño Luiz Rodolfo Viveiros de Castro.

Marliene tenía en su posesión, cartas de solicitantes de asilo político a Río de Janeiro enviadas desde Chile, y según el informe, "debían ser entregadas en Río a un hombre llamado Rubens que se aseguraría de que llegaran a los destinatarios".

La mujer también confesó los datos personales del mandatario, por lo que Paiva fue localizado, detenido y llevado al Cuartel General de la 3ra Zona Aérea, junto con Cecília y Marilene, se lee en el informe. 

Posteriormente, fue llevado al DOI-CODI, ahí fue examinado por el teniente médico del ejército Amilcar Lobo, quien informó que tenía una hemorragia interna.

Con el testimonio del médico, recabado en el informe no. 1334/86 del departamento de policía federal, se supo que lo llamaron a su casa en la madrugada, —no especifica el día— de enero de 1971 para ver a Rubens Paiva.

El médico lo examinó y encontró que tenía un “vientre plano, lo que en términos médicos podría caracterizarse como una hemorragia abdominal, y en esa situación parecía que había habido una ruptura del hígado”, señala el informe. 

También dijo que el paciente le había dicho que era el funcionario y que "aconsejó que el preso fuera hospitalizado. Pero que al día siguiente, cuando regresó a su horario normal de trabajo, le informaron que había fallecido", añadiendo que había visto hematomas en su cuerpo, confirmando que había sido torturado.

Eunice Paiva: ¿Qué le pasó a su esposa? 

El filme de Salles, Aún estoy aquí, también recrea la acción política que Maria Lucrécia Eunice Facciolla Paiva tuvo tras ser liberada: buscó saber la verdad sobre lo que ocurrió con su marido. En un primer momento, pidió saber el paradero de su cuerpo; posteriormente, luchó porque el régimen reconociera que había participado en su muerte.

Negada a que la recordaran como “víctima familiar de la dictadura”, se formó como abogada para luchar por los derechos civiles en Brasil, llegando a defender a la población indígena y siendo parte de organizaciones como Diretas JáMata Virgem, Fundação PróÍndio y Iamá.

A pesar de la censura, y de haber sido vigilada, tanto ella como su familia, por el Servicio de Inteligencia Nacional durante trece años, acudió a periódicos, revistas, televisión y cualquier canal de difusión posible, criticando abiertamente la Ley de Amnistía, que si bien, permitía el regreso de exiliados políticos al país, también servía como una forma de indultar a los agentes de tortura.

Pero incluso después de la dictadura enfrentó adversidades, pues con la llegada al poder de Fernando Henrique Cardoso amigo de Rubens Paiva y compañero de lucha de Eunice, no hubo cambios en la postura respecto a las desapariciones políticas, Eunice le solicitaba lo que en algún momento ellos pidieron a las autoridades.

De acuerdo con la Fundación Fernando Henrique Cardoso, en mayo de 1995, Marcelo Rubens Paiva exigió, en un artículo, que el gobierno recién juramentado se pronunciara sobre el asunto. 

Ante ello, el 4 de diciembre de 1995 se promulgó la Ley 9.140 Ley de Desapariciones Políticas, que reconoce como muertos a los desaparecidos acusados de participación política, durante el período del 2 de septiembre de 1961 al 15 de agosto de 1979.

Eunice siguió dedicándole su trabajo a los derechos civiles en Brasil, formando parte de la Comisión de Muertos y Desaparecidos Políticos en 1996, y siendo consultora del gobierno federal, el Banco Mundial y la ONU.

Paralelamente, también en 1996, llegó el momento que más había esperado durante su lucha, pues le fue otorgada el acta de defunción de su marido.

Eunice Paiva recibe acta de defunción de Rubens Paiva en 1996 (Imagen: Folha de S. Paulo).

Tortura contra diputado brasileño 

Según la agencia AFP, en 2014, la Fiscalía brasileña denunció a cinco militares retirados del ejército por la tortura y muerte del ex diputado.

El Ministerio Público Federal (MPF) en Río de Janeiro informó en su sitio web que para sustentar la denuncia usaron "documentos encontrados en la residencia del militar Paulo Malhaes", el primer torturador confeso de la dictadura que murió ese mismo año.

"Los crímenes cometidos por los militares se dieron en un contexto de ataque sistemático y generalizado contra la población civil por un sistema semiclandestino de represión política", informaron los procuradores del caso.

Este sistema estuvo basado en "invasión de domicilio, secuestro, tortura y desaparición de enemigos del régimen. Por este motivo, los crímenes denunciados no prescribieron y no están comprendidos en la Ley de Amnistía de 1979", dijo la Fiscalía.

A diferencia del resto de los países del Cono Sur, Brasil ha encarcelado a pocos represores de la dictadura a raíz de la Ley de Amnistía. La justicia penal ya ha aceptado varias acusaciones de fiscales contra algunos involucrados, pero éstas aún están en trámite o han sido rechazadas en otras instancias.

Después de años de lucha, la Agencia Brasil informó que, fue hasta el 23 de enero del 2025 que el acta de desaparición de Rubens Paiva fue actualizada , declarando la muerte "no natural; violenta; causada por el Estado brasileño en el contexto de la persecución sistemática de la población identificada como disidente política del régimen dictatorial instaurado en 1964". 

Esta acción  representa un enorme avance en materia de reparación de daños  para las familias de asesinados y desaparecidos durante la dictadura brasileña. Paralelamente, muestra la importancia de la memoria histórica a través de la representación cultural, pues la película Aún estoy aquí grabada que Rubens Paiva sigue presente.

MD

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