La cemita, un platillo poblano subvalorado por su origen popular: Upaep

El pan nace en la Conquista por legado español y árabe; pero la receta surge en el siglo XX.

Este platillo fascina a propios y extraños una vez que lo degustan. (Archivo)
Carlos Morales
Puebla /

La cemita es un platillo netamente poblano que actualmente está subvalorado por su origen popular pese a traspasar fronteras y clases sociales, compartió Paola Jeannete Vera Báez, coordinadora de Investigación de la Facultad de Gastronomía de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep).

En el marco del 3er Festival de la Cemita Poblana se realizó el conversatorio "El pan de cemita: Historia y Tradición poblana", donde especialistas en gastronomía e historia de Puebla llegaron a la conclusión de que este platillo fascina a propios y extraños una vez que lo degustan, tanto por sus ingredientes como por su historia.

Ángel de Jesús Osorio Ochoa, secretario del Consejo de Participación Ciudadana y Turismo, dijo que el pan cemita fue la unión de los residuos de harinas refinadas para hacer "un pan duro" que permitiera a los viajeros de los navíos europeos alimentarse por largos períodos de tiempo.

Por su parte, Manuel Alejandro Hernández Maimone, director del Archivo General del Municipio de Puebla (AGMP), indicó que la cemita es un pan que, en ocasiones, es más valorado por personas que provienen de otros estados que por los propios residentes.

Añadió que su creación es un legado de la mezcla de la cultura española y árabe, toda vez que en el periodo de la Conquista, Puebla se constituyó como una ciudad panadera y que era destino de viajeros y comerciantes.

Manifestó que si bien la cemita es popular, está por debajo de la preferencia de otros platillos poblanos como el chile en nogada y el mole, que su preparación es más elaborada y no tiene tantas variantes.

Vera Báez precisó que la cemita como la conocemos actualmente comenzó a comercializarse por primera vez en el Mercado La Victoria, en el Centro Histórico. A partir de ahí, se diversificó en las demás centrales de abasto de la capital poblana.

Consideró que la cemita es un platillo subvalorado porque no es un alimento que tiene que degustarse precisamente en una mesa, sin contar que en su constitución convergen varios alimentos de origen europeo y mesoamericano.

En el conversatorio también participó Fernando Hernández Ruíz, chef Ejecutivo del Restaurant Moyuelo y Profética Bar, quien agregó que hoy día los restaurantes buscan enaltecer este producto y que no solo se sirva o se tenga acceso a él en los mercados, como anteriormente ocurría.


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