Una de las soluciones para hacer frente al sobrepeso en tiempos de cuarentena es realizar un plan de alimentación para no caer en un pánico nutricional, consideró la experta Carolina Verástegui Lugo.
Consideró que es sencillo cuando las personas establecen sus horarios de comida y agregó que es importante que la gente no consuma alimentos en la cama, ya que tiende a relacionarse con el relajamiento y ahí se podría mezclar la comida chatarra.
“Hay que realizar un plan o menú semanal saludable, también hay que organizarnos para realizar actividad física diaria, esto hará que nuestro sistema inmune sea más fuerte.
“Es importante que presten atención a lo que están bebiendo, trata de elegir agua, tés naturales o café de preferencia evitando utilizar edulcorante, también evitar las bebidas alcohólicas, ya que aportan muchas calorías y nada de nutrientes”, indicó la nutrióloga.
El estrés, la ansiedad, la tristeza y el aburrimiento son algunos factores que influyen en las decisiones alimenticias poco saludables y en exceso, dijo.
Por ello, Verástegui Lugo llamó a concientizar e identificar qué está desencadenando estos sentimientos.
“Muchas veces comemos sin tener sensación de hambre o poco después de haber realizado una comida y esto sucede porque que estamos siendo movidos por emociones del momento”, subrayó Verástegui Lugo.
Otro tip que los expertos recomiendan es planear el día en su agenda móvil, además de las comidas, actividades, como lectura, tocar un instrumento o meditar; para que se distraiga el hambre emocional.
Agregó que es importante ejercitarse diariamente 45 minutos, incluyendo los fines de semana, ya que de lo contrario se podría llegar a perder masa muscular durante la cuarentena, pues el nivel de actividades diarias ha disminuido para quienes realizan home office.
La especialista en nutrición señaló que el hambre emocional y el sobrepeso podrían presentarse cuando las personas están mucho tiempo en casa debido a la disminución de actividad física.
Verástegui Lugo explicó que una persona podría llegar a comer hasta seis veces al día, siempre y cuando sean comidas equilibradas y variadas.