“Traemos comida para que se acerquen con nosotros, no tiene ningún precio el platito”. Son palabras que dan esperanza a muchas personas que viven en la calle, que quedaron sin empleo o que esperan a familiares contagiados de covid-19 afuera de un hospital.
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Ante la crisis generada por la pandemia, un grupo de héroes organizó una red para entregar todos los días comida a la gente que más lo necesita.
“Todo empezó con un amigo brasileño, que pasando por el Centro Histórico de Ciudad de México vio que todo está cerrado; comercios, los comedores públicos que por la contingencia no están funcionando y la cantidad de gente sin techo es impresionante”, expresó Daniela de Cocinamos Toluca.
El esfuerzo, que comenzó en CdMx, llegó también al Estado de México y ahora se replica en cuatro estados más. El proceso inicia en las casas de quienes aportan cocinando.
MILENIO visitó el hogar de Luisa Hoyos, una voluntaria que junto con su familia cocina entre 15 a 20 platos diarios. Con toda delicadeza colocan, además del plato del día, un postre, agua o jugo, cubiertos y servilletas, pero no estaría completo sin el apoyo de su hija Julieta de 3 años, quien dibuja un corazón en el unicel. Así es, toda la familia participa; los menores escriben mensajes de aliento: “Todo estará bien”, “esto terminará pronto” y “hecho con amor”, se puede leer en algunos.
El menú del día fue arroz rojo con verduras, frijoles negros y tortas de pollo en salsa verde.
“Yo siento que uno como ser humano tiene que dar en la medida que uno tiene, que uno recibe. Uno tiene que dar, a veces no puede la misma proporción en que recibe, pero siento que estoy en la obligación que si yo siempre tengo un plato de comida al menos dar un poquito y poner mi granito de arena”, explica Luisa.
El proyecto en Toluca inició hace dos semanas y ha repartido más de mil platos de comida en el Estado de México, con el apoyo también de las hermanas de la Comunidad Apostólica María Siempre Virgen, quienes llevan 12 años alimentando a gente en situación de calle, pero quienes alertan que por la pandemia se ha recrudecido la pobreza.
“Ahorita que estamos saliendo a la calle sí vemos, por supuesto, un poco más de ausencias en los lugares donde anteriormente había mucho movimiento, y varias personas que se nos han acercado, nos han dicho que no tienen empleo, que se han quedado prácticamente al día y que es una ayuda muy grande la que llevamos hacia ellos”, explicó la religiosa Manely Solís.
Cocinamos Toluca ha logrado el apoyo de 120 familias y también de empresas como Grupo LBN, PG Products, La Moderna, Mastersafe Blindaje, Nestlé, Servicios Logístico Barajas, Transportes Diaz y Tuny.
“Hay tres formas de ayudar: uno es ayudándonos a invitar a más personas que participen en el proyecto, la otra es donando alimentos y la otra es cocinando (…) A mí me duele, me duele muchísimo saber que mucha gente además de toda la desesperación y preocupación que pasamos todos en este momento por el riesgo de enfermarnos, además de todas esas preocupaciones ellos no tienen techo, sienten frío, sufren y sienten hambre”, agregó Daniela.
La comida es recolectada, concentrada, en el comedor de las hermanas apostólicas y con más voluntarios distribuida en varios puntos, incluyendo hospitales donde familiares de contagiados sufren no solo la crisis de salud sino también la económica.