Vibra el Estado de México; recrean el mapa sonoro mexiquense

Especial de Fin de Semana

La Fonoteca Nacional recopila los detalles acústicos de los lugares más representativos de 10 municipios, entre ellos, Toluca, La Marquesa y Tenango.

El mapa está compuesto por más de 200 etiquetas que clasifican los sonidos. (Sergio Sánchez Hidalgo)
Toluca /

El sonido de la vendimia en Los Portales, el caos citadino con cláxones, motores de autobuses y motocicletas, niños jugando, aves que musicalizan el andar de los paseantes apresurados y los silencios repentinos que se producen en Toluca, así como en más de 10 municipios del Estado de México, pueden hallarse en el Mapa Sonoro de México, un proyecto realizado por la Fonoteca Nacional que pretende registrar la geografía sonora del país.

De acuerdo con la Secretaría de Cultura federal, el mapa se conforma por mil 77 audios que registran cada entidad del país, de los cuales el Estado de México contiene más de 115 sonidos, que van desde la capital mexiquense hasta Tenango del Valle, Jilotepec, Chapultepec, Zinacantepec, San Felipe del Progreso, Santa Ana Nichi, Tultepec, Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla, Naucalpan, Cuautitlán y Huixquilucan.


La intención, según la secretaría, es permitirle al habitante de cada región del país, grabar los sonidos que se generan en la vida cotidiana de cada zona y compartirlos por medio de un registro en el sitio del Mapa, con la finalidad de generar una plataforma de conocimiento sobre cada comunidad y sea posible viajar por el país a través de sonoridades.

El mapa está compuesto por más de 200 etiquetas por medio de las cuales se clasifican los sonidos, entre ellos se encuentran: las ferias, los lagos, ciudades, cafeterías, fuentes, alamedas, mercados, naturaleza, campanas, templos, pueblos mágicos, entre otros, con la intención de tener amplitud sobre el estilo de vida de cada región.

Además, agregó que los sonidos forman parte del patrimonio cultural, social e histórico, por lo cual es necesario su preservación y difusión, así como también es una manera de hacer conciencia sobre los tipos de lenguas originarias, bienes culturales inmateriales y zonas en peligro de extinción, como lo son los territorios naturales o arqueológicos como en el caso de la entidad mexiquense con la Marquesa, la Zona Arqueológica de Teotenango y el Nevado de Toluca.


Así, un mapa sonoro puede mostrar, por ejemplo, cómo suena una zona industrial, un aeropuerto, una avenida muy transitada, una zona de copas o una ciudad al completo. Utilizada por tanto para cartografiar la sonoridad de una determinada área geográfica, la finalidad última sería la de conocer su contaminación acústica.

En muchas ocasiones hemos resaltado lo colorido que es México, pero pocas veces nos detenemos en lo que escuchamos. Los sonidos han sido parte elemental de la identidad de nuestro país; desde el poema de Nezahualcóyotl que hace alusión al canto del cenzontle, hasta la alerta sísmica de la capital, navegamos la vida en gran medida a partir del oído.

Más allá de ese tipo de mapas sonoros, enlazados con la salud pública, encontramos una propuesta algo diferente y, sin duda, más interactiva.

Se trata del mapa sonoro entendido como un conjunto de archivos de sonido presentados en formato mapa interactivo.


Esta sugerente funcionalidad también puede encontrarse bajo las etiquetas de soundmap, geosonidos, soundscape, cartografía sonora o paisaje sonoro. Con un carácter abierto y colaborativo, permite a los usuarios añadir nuevos sonidos o incluso imágenes asociadas a un punto sonoro.

Itinerario por todo el país

Este proyecto incluye a nivel nacional más de cinco millones de kilómetros cuadrados, los sonidos en México no se limitan a los de la superficie; en la Bahía de Magdalena, en Baja California Sur, se puede escuchar el canto de una ballena gris y su ballenato, una melodía que no se olvida nunca. Del otro lado del Golfo de California, de vuelta en Chihuahua, un animal, cientos de veces más pequeño, crea una sinfonía igual de poderosa en una noche donde lo único que rompe el silencio del desierto es el chirriar de los grillos.

Las colonias de la ciudad son onomatopéyicas y autorreferenciales a morir. Es decir, todas suenan a lo que son y todas suenan distinto, si uno escucha bien. Para darnos una idea más clara, la Fonoteca Nacional (ese espacio tan querido para Local) capturó sonidos en varias zonas de la ciudad y los organizó en un mapa sonoro.


Este mapa sonoro es una buena manera de entender el país, y sobre todo la ciudad, desde los sonidos característicos de cada zona. Hay, por ejemplo, voces de entrenadores de box, diálogos cotidianos de adolescentes saliendo de la escuela, vendedores ambulantes, concheros, beatbox.

Para acceder al sitio del Mapa Sonoro se encuentra la siguiente liga: https://mapasonoro.cultura.gob.mx, de la misma manera la Secretaría invita a la comunidad a contribuir con más audios.

La pandemia mundial ha complicado lo de viajar por el mundo. Este sitio web recopila sonidos de bosques y parajes naturales repartidos por todo el mundo, para que podamos escuchar los mágicos sonidos de la naturaleza donde quiera que estemos.

Los sonidos forman parte de una biblioteca abierta, a través de la cual cualquiera puede escucharlos, utilizarlos o crearlos.

El mapa de sonidos se actualizará continuamente, por lo que da la oportunidad de descubrir nuevos sitios del planeta o regresar a aquellos que nos hicieron sentir bien.

Este trabajo plantea el extrañamiento y desnaturalización de las relaciones entre las representaciones visuales del espacio y audibles del sonido y aquello a lo que se refieren al advertir que se trata de convenciones. Indaga sobre el carácter epistemológico de estos sistemas de representación, reflexiona sobre sus potencialidades para crear sentido y formula la idea de que en el cruce de ambos emerge el mapa sonoro como particular estructura formal de creación audiovisual.

Se halla en palabras clave: grabaciones de campo, geolocalización, mapa sonoro y trata sobre grabaciones de campo y registros sonoros geolocalizados en su relación con cartografías sonoras.


Se indaga aquí sobre el papel de aquello que se observa entre experiencias directas como la escucha y el estar o transitar espacios, y los elementos materiales y simbólicos (incluyendo aspectos conceptuales y paradigmáticos) que se emplean para representarlas como los registros de audio y los mapas.

A decir del propósito del proyecto, es de particular interés lo que las técnicas y tecnologías asociadas a tales propósitos implican en las formas y los procesos de representaciones audibles y visuales.

Desemboca en el tema del mapa sonoro como forma, en el sentido de modelo de estructura a partir de la cual es posible construir un tipo particular de realización audible y visual cuyos contenidos centrales se materializan mediante grabaciones de campo y mapas.

Advierte que la escucha es un factor determinante, omnipresente e inalienable en todo lo que refiere este trabajo. Está presente aun desde antes de la ideación de cualquier proyecto hasta la memoria de quien lo escucha publicado, incluyendo cada etapa en el proceso de realización.

MMCF

  • Aranxa Albarrán

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