Eva Ramos Aguirre presume que suma más de 30 años de trabajo en el Mercado de La Acocota vistiendo Niños Dios. “Un familiar fue el que nos enseñó a trabajar con el Niño Dios”.
Aunque están bajas las ventas, espera engalanar a unas 400 figuras, cifra que representa menos de la mitad de lo que solía alcanzar cuando inició. “Entonces eran unas 800 a mil personas”.
Lamenta que al factor económico se le añade el cambio de tradiciones. “Esperamos que sigan las tradiciones porque el Niño Dios es muy lindo. Es piadoso y nos da amor. Entonces no hay que perder la fe ni las tradiciones porque del Niño tenemos”.
Hasta el momento nadie le ha hecho una petición sobre algún vestuario moderno, pero señala que rechazaría hacer ese trabajo pues le tiene mucho respeto a la imagen del Niño Dios.
“Hace años nosotros sacamos un Niñito Pa, que se venera en Xochimilco, pero nada más. Eso que de huachicol, que de policía, que de niño migrante, eso no se hace”.
Informa que el atuendo que más le demandan son la de San Martín Caballero, Niño de la Salud, Sagrado Corazón de Jesús, San Judas Tadeo, Niño Fe y Trabajo y Niño de la Esperanza.
Aclara que ella solo ofrece trajes tradicionales, por lo que desconoce si existen nuevas opciones para este año. Da a conocer que ella oferta unas 40 opciones de trajes y que el promedio de lo que invierte una persona es de 450 pesos.
Dolores Ramírez, una usuaria de estos establecimientos, comenta que su Niño Dios tiene más de 50 años en su familia. “Era de mi madre y al morir lo heredé (...) Nunca he dejado de venir a vestirlo y arrullarlo. Sigo la tradición, aunque mis hijos ya no. Ellos son como apáticos, pero mi nieta no. Ella sí me pregunta cómo lo voy a vestir y todo eso. Es mi comadrita y ella me da el dinero para vestirlo”.
MPL