El presidente del cuerpo consular en México, Carlos Salazar Lomelín, señaló que el impacto de las deportaciones ha sido menor al esperado, por lo que pese al retiro de recursos los refugios de migrantes operan con normalidad.
En entrevista, luego de asumir como presidente del patronato de la Unidad Académica Escobedo y Clínica de la UANL, el también empresario destacó que desde que Donald Trump asumió la Presidencia de Estados Unidos, solo 11,000 personas han sido regresadas a México en el último mes, de las cuales 8 mil son mexicanos y no se ha registrado una deportación masiva como se anticipaba.
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“Las cifras son muy pequeñas. Se habla por parte de la Secretaría de Gobernación que han regresado a México en este último mes que llevamos desde que llegó el presidente Trump al poder, once mil y pico de personas, de las cuales solo ocho mil son mexicanos. Entonces, para lo que se había dicho originalmente, bueno, parecería ser que el impacto no ha sido tan importante”, dijo.
En cuanto al recorte de recursos de USAID, dijo que no solo afectó a México, sino a nivel mundial, pero hasta ahora no se han presentado problemas debido a que las casas de migrantes no dependían únicamente de estos fondos, sino también de benefactores locales.
“Están ellos también en una reconstrucción de lo que creen que debería de ser el uso de sus recursos. Entonces, también estamos apenas en los primeros impactos, no tenemos forma de valorar cuál va a ser este impacto. Las casas de inmigrantes no se sostenían solamente con el dinero del USAID, se sostenían con muchísimas benefactores locales que hemos ayudado a esas casas de migrantes, pues, para que se puedan sostener”, dijo.
Salazar Lomelín dijo que las empresas de Nuevo León pueden aprovechar la llegada de migrantes para cubrir puestos laborales que tenían vacantes.
El funcionario consideró que la situación actual es incierta, pero que tanto la federación como los estados han actuado adecuadamente, preparándose para recibir a los deportados.
Respecto a los aranceles al acero y aluminio, agregó que afectan a todos los países, no solo a México, lo que mantiene la competitividad.