Estoy enfermo de optimismo y recomiendo la austeridad: Gustavo Madero

Entrevista | Lado B

El senador panista disfruta el “rib eye” con chela, asegura que en su “nueva normalidad” hay mucha introspección y crítica al consumismo, y va derecho por la gubernatura de Chihuahua.

El político blanquiazul preside la Comisión de Economía. (Especial)
Norma Ponce
Chihuahua /

Entre conferencias y reuniones virtuales, Gustavo Madero, senador y miembro histórico del Partido Acción Nacional, confiesa que se ha dado tiempo para realizar mucha introspección.

Asegura que esta pandemia trajo consigo el motivo perfecto para reflexionar sobre los excesos con la naturaleza y el consumismo, mientras se espera un impacto económico negativo, derivado de la recesión.

A pesar de ello, presume su optimismo desbordado al indicar que por más malo que parezca el panorama, la vida siempre otorga lecciones para mejorar y prueba de ello es que planea lanzarse como candidato para la gubernatura de Chihuahua el próximo año.

¿Cómo describe 2020?

Es un año muy triste y doloroso porque el gobierno federal ha reaccionado de la peor manera posible ante la pandemia. Habrá consecuencias profundas, graves y duraderas en la vida de las personas, en la economía de las familias. Aún no termina el año y lo peor está por venir, pero también hay una oportunidad para hacer una evaluación de qué estamos haciendo mal. Qué excesos estamos teniendo con la naturaleza, con nuestras vidas. Estamos muy volcados hacia fuera y poco volcados hacia nosotros mismos, hacia la espiritualidad, los valores, lo fundamental y nos perdemos mucho en el consumismo y de repente se nos va la vida.

¿Qué ha hecho durante la cuarentena por el brote?

He tratado de mantener mi participación; la negociación del T-MEC me tocó durante esta pandemia y una infinidad de reuniones virtuales con ciudadanos angustiados por lo que ocurre. He podido entablar diálogos con el BOA, existe la preocupación de cómo nos vamos a coordinar y organizar.

¿Ve una nueva normalidad en la manera de hacer política?

Sí, con nostalgia me duele ver que vamos a tardar mucho en volver a tener eventos de convivencia masiva como los llegamos a tener en el pasado y esto va a afectar en la política. Los mítines de 5 mil personas van a estar poco aconsejados; habrá más trabajo de redes sociales y reuniones virtuales que presenciales en la campaña que está por venir.

¿Qué es lo que más le molesta de la política?

La hipocresía y la traición; la gente que busca más un interés particular, un oportunismo y no hay nobleza, no hay espíritu de servicio y capacidad de usar el poder para transformar las condiciones para mejorar.

¿Quién merece su respeto y quién no?

Los que viven congruentemente y piensan en los demás de manera sincera, honesta y generosa, los que ayudan a los demás; y los que no son los déspotas, los que discriminan, los violentos y los que se aprovechan del poder para oprimir.

¿Qué le significa Chihuahua?

Es un estado norteño, frontera con Estados Unidos y alejado del centro de México y representa retos grandes de configuración, de personalidad, de vocación. Ha sido cuna de grandes movimientos sociales democratizadores y de iniciativas económicas, pero nos ha faltado tener buenos gobiernos y buenas políticas públicas.

¿Algún sueño por cumplir?

Que en 2021 el PAN en Chihuahua ganara la gubernatura y la mayoría de las diputaciones federales para hacer un contrapeso.

¿Cómo se ve en un año?

Dentro de un año ya fueron las elecciones y creo que vamos a triunfar. Será una gran responsabilidad ver lo que sigue, cómo enfrentar el reto como buen gobernador, que continúe el legado de Javier Corral.

¿Cuál es su afición?

El yoga. Los estiramientos, la relajación y la meditación ayudan muchísimo porque es horrible el bombardeo de información, ¡te tiene con una angustia! y esto te ayuda mucho a vivir el momento presente.

¿Cómo camina mucho más ligero por la vida?

En esta pandemia nos dimos cuenta de que necesitamos muchas menos cosas de las que pensábamos: menos ropa, menos bienes, es muy poco lo que como personas requerimos cuando nos aislamos del consumismo. Debemos tener más responsabilidad con la naturaleza y ser más cuidadosos, más austeros y más básicos.

¿Se ha desprendido de sus miedos y egos?

La vida te enseña y, a mi edad, he tenido que morder el polvo muchas veces. Es un aprendizaje que te ayuda a reconocer que somos humanos y cometemos errores, incluso que dañamos y ofendemos a otros y que hay que tener capacidad de pedir perdón, de autocrítica, de corregir y subsanar esos errores al hacerlo con el corazón, con nobleza de propósito, siempre tratar de aprender de cada situación la lección que te deja por más dolorosa que sea.

¿Cuál es su mayor virtud y su mayor defecto?

Trato de ser agente de cambio para bien en cualquier espacio personal, familiar, empresarial o político; hacer que las cosas mejoren, eso me hace sentir muy orgulloso. El mayor defecto es mi temperamento; a veces uno se ciega y toma las cosas de una manera inconveniente e inadecuada y después te arrepientes. Hay que dominar y domesticar eso.

¿Cuál es su comida favorita?

Desde chavo me gusta el rib eye en término medio con una papa asada y una Carta Blanca bien fría.

¿Cómo practica el optimismo?

Estoy enfermo de optimismo, se me pasa la mano. Es un mecanismo de supervivencia, es lo que siempre me mantiene vivo.

¿Le gusta usar texana?

Como estoy medio pelón y el sol en Chihuahua es muy bravo, siempre uso cachucha o texana y la voy a seguir usando, me verán así en muchos lados cuando ande recorriendo el estado.

¿Cuál es su libro favorito?

Fear, Trump in the White House, de Bob Woodward.


LAS MÁS VISTAS