A tres años de registrarse el primer caso de covid-19 en México, el país ha registrado 333 mil 333 defunciones y 7 millones 511 mil 746 personas contagiadas desde 2020, con corte al 21 de marzo de 2023.
El escenario actual con respecto de la pandemia dista mucho del vivido hace tres años: las actividades se han reanudado, las aglomeraciones de personas en calles y transporte público volvieron a la cotidianidad y no existe un miedo generalizado al covid-19.
Para Justino Regalado Pineda. director Médico del Instituto Nacional de Enfermedades respiratorias (INER), la pandemia aun no será declarada extinta mientras no se contenga por completo la circulación del virus, lo cual dependerá principalmente de factores biológicos.
“El escenario que vemos en el Instituto, y que se podría prever, es el de una pandemia que no termina de declararse extinta porque todavía continua la circulación del virus. Nos ha permitido entender mucho mejor y conocer en tiempo real la manera en la que los virus evolucionan: cómo se defienden, cómo reaccionan, cómo biológicamente tienen comportamiento como cualquier ser que pretenden prevalecer; estos microorganismos, que no tienen vida independiente, pero que sí tienen mecanismos evolutivos que les hacen adaptarse, adecuarse, entender el medio de la especie a la que contagian para poder replicarse, ajustarse a lo que ese medio les propone, a los cambios que ese medio puede implementar a través de la vacunación.
“Al final, lo que vemos es que no terminan de contenerse la circulación del virus y lo que prevemos es que lo vamos a seguir combatiendo en las siguientes semanas, esperando que en algún momento pudiera contenerse por completo su replicación y declarar la emergencia cerrada o concluida, pero al final depende de muchos factores biológicos, particularmente”, explicó en entrevista para MILENIO.
Regalado Pineda no ve probable el retorno a medidas tomadas al inicio de la pandemia, como reducciones del aforo en espacios, pero sí la adecuación de las vacunas contra covid-19 para combatir las eventuales variantes del virus.
“Tal vez no vamos a llegar a ese extremo, es muy probable que sobre todo a través de la vacunación, vamos a ir adecuando las vacunas a las modificaciones que el mismo virus propone, no necesariamente vamos a tener que llegar a escenarios de cierres o limitación de aforos, pero sí algo que debemos incorporar a nuestro quehacer cotidiano son las medidas preventivas: uso de cubrebocas, no acudir a sitios de concentración cuando uno mismo tiene algún síntoma que sugiere, ya no del SARS-CoV-2 sino de cualquier virus por razones de protección de la salud pública.
“Creo que esa parte de conciencia no la podemos evitar, no la vamos a poder archivar como un capítulo de nuestra historia, sino más bien en función de nuestro estilo de vida: de cómo estamos organizados en esta sociedad moderna, ciudades que cada vez son más conglomeradas, pobladas, incluso en los últimos años cómo ha ido cambiado el modo de vivienda, de interactuar.
“En fin, son cuestiones que nos obligan a incorporar a nuestro armamentario preventivo una serie de medidas de protección de la salud pública”.
Influenza dejó lecciones para atender pandemia de covid
El también médico con especialidad en Medicina Interna y Neumología puntualizó que los expertos han estado prevenidos, pues existió la advertencia de brotes de infecciones emergentes que podrían salirse de control
“Siempre nuestro grupo de expertos nos había advertido de esta posibilidad de brotes de infecciones emergentes o inclusive reemergentes con gérmenes ya conocidos que podrían salirse de control”.
Desde el inicio del siglo XXI, los expertos comenzaron a prepararse ante ese escenario respecto a casos graves que requirieran ventilación mecánica, entre otros rubros.
“(…)Viendo o previendo escenarios de qué era lo que podía pasar primero en lo local, en lo muy muy institucional: cómo podríamos hacer frente a un incremento de número de casos graves que requirieran ventilación mecánica y empezamos a preparar diversos escenarios, a preparar al equipo técnico a tratar de llegarnos de recursos”.
La pandemia de influenza, en 2009, hizo ver cómo podía ser un escenario de emergencia; “cuando viene el brote de covid teníamos esa lección”, agregó el coautor de más 30 artículos y capítulos de libros sobre fisiología pulmonar, epidemiología de enfermedades respiratorias y tabaquismo, entre otras líneas de investigación.
“En la temporada invernal con el incremento de casos de influenza donde nos reconvertíamos ampliando nuestra capacidad para atención de pacientes graves, muy graves, ampliando nuestra capacidad de Medicina Crítica, de terapia intensiva.
“Convertíamos, de acuerdo con la necesidad y a la demanda, zonas completas del hospital que estaban dedicadas a pacientes no graves en zonas de atención de pacientes críticos con lo que implica tener el equipamiento las enfermeras, los médicos, los medicamentos y así aprendimos”, apuntó el investigador en Ciencias Médicas desde 1994 en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias Ismael Cosío Villegas.
Cuando viene la pandemia, recordó Regalado Pineda, en el INER tenían esa parte “bastante ensayada, desde luego no a la escala a la que posteriormente lo hicimos”.
“En la época de la influenza nuestro número más alto de pacientes en ventilación mecánica no había superado los 50 pacientes en un ventilador y con la pandemia de SARS-CoV-2 llegamos hasta casi 200”, agregó.
En un 2023 donde el llamado a quedarse en casa se redujo como los casos de covid, el médico que ha realizado estudios de investigación sobre el efecto de la contaminación del aire en interiores y exteriores trae a la memoria el ánimo de médicos y enfermeras de seguir atendiendo a pacientes a pesar de salir abatidos ante una enfermedad todavía desconocida.
“La parte que a mí me conmueve más comentar es la de cuando salían los compañeros médicos enfermeras y todo el equipo profesional de salud de las zonas covid: descansaban, se hidrataban, se quebraban, salían abatidos por lo que estaban viendo, pero lo sorprendente es que regresaban con un ánimo de ayudar, con un ánimo de su convicción, estar aprendiendo, cómo lidiar con esta enfermedad de tal manera que yo estoy seguro que esto es algo que se vivió en todas las unidades de salud”.
El también maestro en ciencias del área de la Epidemiología de Enfermedades Respiratorias consideró que una de las razones por las cuales el virus se dispersó tan rápido es derivado del estilo de vida de las personas en el siglo XXI.
“Este tema de la pandemia tiene mucho que ver con su rápida dispersión, pues está vinculado, creo yo, directamente con el estilo de vida del siglo XXI donde una persona puede estar hoy en la Ciudad de México mañana en Tokio y para pasado mañana en Berlín y si es portador de un virus como este, pues ya podemos imaginar la repercusión a nivel de población”.
Aunque coincidió en el deseo de que no ocurran más emergencias sanitarias como el covid, quien fuera jefe de Investigación Clínica y Epidemiológica del Hospital Ángeles Lomas aseguró que la realidad presenta escenarios donde lo más probable es que se repitan.
“Para nosotros la lección es desde luego siempre contar con la (inaudible) de recursos materiales, técnicos, tecnológicos, para una circunstancia extrema.
“Más allá de lo que puede pasar al interior del INER, cómo podemos compartir esta experiencia al resto del sistema de salud, es un aviso al sistema de salud sobre lo conveniente que resulta estar preparados.
"No se puede resolver un problema que no se prevé o no se plantean escenarios y tampoco queremos ni sería realista que todos los hospitales contaran con un número infinito de ventiladores, monitores, pero sí tratar de prever bueno en esta experiencia más o menos el porcentaje de pacientes que se agravaron fue esta dimensión, lo que implica que necesitaríamos contar con unidades súper especializadas en este número, unas unidades no tan especializadas en esta proporción y unas unidades de primer contacto en esta otra proporción, una mejor comunicación y desde luego que fluya la información de manera ágil”, apuntó.
Sociedad mexicana, disciplinada y dócil ante emergencias
Justino Regalado Pineda consideró que la sociedad mexicana merece un reconocimiento por su disciplina y su docilidad para seguir las instrucciones durante la emergencia sanitaria.
“A mí me parece que la sociedad mexicana aprende muy rápido, entiende muy bien lo que es el beneficio colectivo, a diferencia de otras latitudes donde cuestionan absolutamente todo y defienden el derecho unipersonal a adherirse o no a una medida que propone la autoridad.
“Aquí somos muy dóciles, en realidad realidad yo pienso que deberíamos mantener esa actitud alerta, bien informada (…) y de verdad un aplauso a la sociedad: cuando se le dice use cubrebocas, lo usa; cuando le dicen no salgas de tu casa, no sale; cuando le dicen en este día no circulas, no circula; siempre hay molestia e incomodidad, pero el resultado final es sorprendente en el sentido de cómo nos adaptamos”.
El director Médico del INER puntualizó que, a diferencia del 2020, el covid-19 ya conocido por los expertos mexicanos en la materia y destacó el papel de México en términos de investigación.
“(Al covid) lo conocemos bastante bien. Tenemos grupos de expertos a nivel nacional, no sólo en el INER, tenemos expertos en los institutos nacionales de salud, desde luego en el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica que conocen y entienden muy bien al virus.
“Debo decir con mucho orgullo que tuvimos la posibilidad de ser protagonistas en encontrar la solución, aunque fuera parcial, a la contención de este virus. El INER participó, en conjunto con otros institutos, como el de Nutrición y el Hospital Gea González, en los estudios internacionales que han documentado cuáles son los medicamentos que mejor funcionan, en ese sentido somos súper protagónicos pudiendo colaborar en investigaciones de clase mundial y es algo que debe tener muy satisfechas a los mexicanos porque nosotros funcionamos con la aportación de los contribuyentes”.
El experto adelantó que están tratando de implementar otros proyectos de investigación para entender cómo se va transformando el covid-19 y qué decirle a la sociedad para defenderse.
En la actualidad, el INER se encuentra monitoreando virus como el de la influenza, en sus tipos a y b; rinovirus, metapneumovirus, los enterovirus; así como la tuberculosis, VIH, bacterias, entre otros.
“Estamos implementando un sistema de vigilancia genómica de virus respiratorios que básicamente lo que se dedica es hacer la secuenciación al análisis del material genético de los virus y detectar cuando cambia, cuando muta y qué implicaciones tienen esas mutaciones”.
JLMR