En casi una década, más de 50 mil solicitantes de refugio y asilo en México han sido integrados a la economía nacional con ayuda del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
A través de un comunicado, la agencia de la ONU indicó que se les ha brindado estabilidad y oportunidades a través del programa de integración que ha estado en marcha desde 2016.
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“Las personas refugiadas que participaron del programa han logrado estabilidad y una integración exitosa gracias al acceso a un empleo formal, salud, educación y vivienda, lo que también ha facilitado su acceso a la nacionalidad mexicana”, afirmó.
De acuerdo con el comunicado, Giovanni Lepri, representante de la ACNUR en México, destacó que el país se ha convertido en un lugar donde las personas forzadas a huir pueden encontrar la estabilidad que necesitan para reiniciar sus vidas con dignidad.
“El sistema de asilo y un marco jurídico sólidos permiten una integración efectiva de las personas solicitantes de asilo y refugiadas”, señaló.
El ACNUR sostuvo que el programa implementado reflejó resultados concretos, como que el 94 por ciento de las personas refugiadas en edad de trabajar consigue un empleo formal en el primer mes de entrar al programa.
“El 88 por ciento de la niñez en edad escolar se matricula en la escuela, y el 60 por ciento de las familias en situación de pobreza sale de esa condición en el plazo de un año”, destacó.
El organismo recordó que en América existe un contexto de desplazamiento forzado creciente, donde más de 20 millones de personas han tenido que huir de la violencia, la persecución y otras amenazas.
ACNUR subrayó que la mayoría de estas personas buscan protección dentro de América Latina y el Caribe, donde los gobiernos y las comunidades están comprometidos con la inclusión.
“Con las herramientas adecuadas, las personas refugiadas tienen un potencial enorme para integrarse plenamente en México y contribuir a sus comunidades de acogida”, afirmó Lepri.
El programa también ha tenido un impacto económico significativo gracias a la participación de más de 650 empresas, pues las personas refugiadas contribuyen con sus habilidades a fortalecer la economía mexicana, generando una contribución fiscal anual de 15 millones de dólares.
“Equiparando la demanda y oferta de competencias y habilidades, incluso a través de un mayor apoyo a nivel local, el programa se enfoca en la estabilización y la autosuficiencia”, indicó el comunicado.
Acnur hizo un llamado a las personas que mantienen donaciones a “Que continúen invirtiendo en soluciones duraderas para las personas refugiadas que —como se ha demostrado— son exitosas, y así permitir que México siga siendo un lugar donde las personas forzadas a huir puedan encontrar seguridad y estabilidad”.
LP