Área de trasplantes de Torreón vuelve a la vida tras año de pandemia

Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos 2021

La Unidad Médica de Alta Especialidad 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social tiene una lista de más de mil 500 pacientes a la espera de un riñón y 600 más de córnea.

La unidad atiende solicitudes de pacientes provenientes de Chihuahua, Zacatecas, Coahuila y Durango. | Archivo
Jorge Maldonado Varela
Torreón, Coahuila /

Vida después de la vida, una segunda oportunidad como resultado del trasplante de algún órgano o tejido. Desafortunadamente la pandemia por el covid-19 convirtió a los hospitales en una muralla para evitar contagios, y con ello, la suspensión durante casi un año de los programas de la Unidad de Trasplantes de la Unidad Médica de Alta Especialidad 71 (UMAE) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)

Con sede en Torreón, la unidad atiende solicitudes de pacientes provenientes de los estados de Chihuahua, Zacatecas, Coahuila y Durango, con una lista de más de mil 500 pacientes a la espera de un riñón y 600 más de córnea, cifras que están dentro de las 23 mil personas registradas a nivel nacional que contempla el Centro Nacional de Trasplantes (Cenatra). 

“Nuestros programas se vieron afectados debido a que el paciente trasplantado se veía con mayores daños al contraer covid-19 y una mortalidad del 20 por ciento. Duramos un año sin trasplantar nada porque el hospital se enfocó en la atención al covid”, palabras de Néstor Escareño Montiel, encargado de la Unidad de Trasplantes de la UMAE 71.

En contraste, el médico resaltó que no todo fue negativo, ya que ante el aumento de las medidas sanitarias y protocolos al interior del hospital, “equiparon los hospitales con más monitores, ventiladores y demás aparatos electromédicos para mayor vigilancia a los pacientes, además se contrató a más personal médico que nos benefició a todos”. 

Antes de la contingencia, en este centro hospitalario realizaban en promedio 130 trasplantes de riñón y 110 de córnea de manera anual, por lo cual, tras los achaques de la pandemia empiezan a regularizarse mediante el “Plan de Reactivación de los Programas de Donación y Trasplantes” con buenos resultados en el primer semestre del presente año. 

“Estamos en proceso de regularización en las intervenciones. De manera regular aquí hacemos de tres por semana. La semana pasada fueron cuatro, ya estamos tratando de volver a la normalidad”.

¿Cómo se concreta un trasplante?

Fomentar la cultura de la donación es el reto. Existen dos tipos de donantes: Los vivos, que por lo general son familiares o amigos cercanos y que voluntariamente se ofrecen a compartir vida, así como los órganos o tejidos provenientes de personas que pierden la vida, cuya decisión de donar queda en la familia. 

Escareño Montiel explicó que una vez que alguna persona sufre algún accidente es primordial salvar su vida, pero si el paciente sufre muerte encefálica, se habla con la familia ya que es candidato a donar y puede salvar la vida de otras personas, asimismo, a pesar de lo que indique la licencia de conducir, familiares dan la última palabra. 

“El responsable de decir si se dona o no se dona son los familiares más cercanos. Por eso se debería platicar en familia lo que pasaría en el momento en que faltemos y si queremos dar vida a otras personas al donar mis órganos. Es muy importante expresarlo en vida”, enfatizó el médico

 Apuntó que hay pacientes que requieren el órgano en determinadas horas para sobrevivir y roceden a la llamada “urgencia nacional”, en la que prioriza la emergencia por encima a la lista de receptores en espera, incluso se llega a trasladar el órgano vía aérea. 

Describió que en una sala es ubicado el donante con todo un equipo quirúrgico de anestesiólogos encargados del proceso de extracción del órgano, mientras otro equipo hace la procuración para recibir el trasplante al mismo tiempo. 

Luego se lleva al séptimo piso a una unidad de cuidados especiales para trasplantados y se pone en recuperación. 

“Cuando una persona recibe reemplaza un órgano que ya no funciona es darle vida; de estar incapacitado, se hace laboralmente activo, socialmente activo y familiarmente activo. No sólo recuperamos a un paciente, recuperamos a toda la familia”, dijo

¿Hay vínculo post trasplante entre familias de donantes y receptores?

La psicóloga clínica de la Unidad de Trasplantes de la UMAE 71, América Montes Esquivel, detalló que está prohibido en el IMSS compartir información relacionada entre las familias de los donantes, en casos de cadáver, con la de los receptores. Se puede considerar tráfico de órganos al momento de ofrecer o recibir dinero. 

“Es una cuestión de ética donde se evita el contacto entre los familiares de los donantes y receptores involucrados. Se trata de una donación totalmente altruista para dar vida. Los familiares firman y ya no tienen ningún contacto el donador ni el receptor. Se hace un trámite bajo notario donde se hace de manera altruista”, dijo. 

Como parte del equipo del área de trasplantes, resulta fundamental la atención psicológica tanto al paciente donador como al receptor mediante una evaluación previa para estar aptos mentalmente para proceder a un trasplante, tal como se prohíbe en casos con problemas psiquiátricos o con problemas de adicciones. 

“Al hacer una valoración vía tests, una paciente con trastornos psiquiátricos en el paciente donador no es candidato, debido al impacto psicológico y emocional que podría tener el paciente, al igual que problemas de adicciones, se tiene que desintoxicar para lograr donar”, afirmó la especialista.

¿Qué tan sano debe estar el paciente para donar?

El paciente que pretende donar algún órgano debe estar completamente sano. Sin sobrepeso, diabetes ni hipertensión, todo para garantizar la salud del receptor. 

“Lo ideal es la donación cadavérica, pero la mayoría de la gente se los lleva completos. Hay países que tienen un 90 por ciento de trasplantes de origen cadavérico, en México el 90 por ciento es de donantes vivos”, complementó el doctor Escareño Montiel.

Nutrición posterior al trasplante para evitar rechazo del órgano

Como parte de la recuperación después de un trasplante es fundamental una buena alimentación para que el paciente no tenga un proceso de rechazo al órgano, lo cual ocurre entre un 2 y 5 por ciento en el primer año de la operación. 

A decir de la nutrióloga clínica del área de trasplantes, Susana Ruelas Macías, los cambios de hábitos alimenticios son necesarios, tanto en el recién trasplantado, como en quien donó algún órgano, lo que propiciará cosas positivas de manera automática en cada uno de ellos. 

Es por eso que el área de nutrición trabaja, antes y después con las personas que serán los donantes para que tengan el órgano en las mejores condiciones físicas hacia aquella persona que lo recibirá. 

“Nosotros evaluamos a los donadores antes del procedimiento y si el paciente donador tiene sobrepeso u obesidad, procedemos con intentar que baje algunos kilos para estar en las mejores condiciones posibles para la donación”, apuntó. 

La nutrióloga añadió que de manera posterior, al paciente se le da un seguimiento y se establece un plan de alimentación adecuado a sus necesidades, con el fin de que siga la dieta en casa y no suba de peso, que sus estudios salgan bien, sin riesgos de tener una enfermedad. 

Este 26 de septiembre es el Día Nacional de la Donación y Trasplante de Órganos y Tejidos 2021, por lo que se incrementan los programas de concientización e información sobre la necesidad de aumentar el número de donadores, cuya familia tiene la decisión final de aceptar la donación de tejidos de un integrante fallecido.

CALE