Partamos del hecho ineludible de que enfrentamos un reto que definirá nuestro destino como periodistas. En la segunda década del siglo XXI, las redacciones en México y el mundo deberán resolver múltiples desafíos de una era digital definida por rápidos cambios tecnológicos que transforman la producción informativa.
Entre ellos, destacan tres que serán centrales: qué hacer ante la llegada de la inteligencia artificial, cómo gestionar el desorden generado por la abundancia informativa y de qué forma cambiar para florecer en una era de competencia feroz por audiencias cuyos gustos han cambiado de manera drástica.
Me enfocaré en la lucha por nuevas audiencias y mantener la relevancia, arrancando con una serie de preguntas que, creo, circulan en más de una empresa periodística: ¿Cómo atrapar a nuevos usuarios que consumen información en teléfonos inteligentes? ¿Cómo hacer que el periodismo cautive a nuevas generaciones que no quieren informarse como antes? ¿Cómo trascender formatos en los que hemos trabajado durante años y lograr que nuestras investigaciones tengan un impacto que cruce todas las plataformas posibles? Y lo más importante: ¿Cómo hacer que nuestros reporteros aprovechen al máximo las nuevas herramientas tecnológicas y lleven sus historias a otro nivel?
La forma en que estas y otras preguntas sean respondidas y abordadas por la actual generación de directivos periodísticos marcará el derrotero de las redacciones de este siglo. De hecho, ya hay algunas que han podido resolver la ecuación y adaptarse a un entorno cada vez más competitivo.
Por ejemplo, The New York Times y El Faro han empujado la frontera de lo realizable mediante la experimentación valiente con formatos y métodos de vanguardia. El resultado de esa curiosidad tecnológica y técnica ha arrojado productos que han sido galardonados internacionalmente y, más importante, han capturado la atención de lectores cada vez más exigentes.
Por supuesto, hay redacciones que insisten en que hay que hacer las cosas como siempre y siguen reproduciendo contenidos como desde los días del linotipo. Siguen pensando en la pirámide invertida y el tranvía y el vino tinto, por citar a Piero. Esas prácticas heredadas parecen condenarlas a un futuro incierto.
En contraste, en este duro entorno de cambio, como ninguna otra empresa en México, MULTIMEDIOS está posicionada de manera ventajosa para resolver la ecuación de cómo atender el paladar crecientemente sibarita de sus lectores, gracias a la visión de avanzada que la familia González ha impreso en sus distintas estructuras.
La experimentación forma parte del ADN de MULTIMEDIOS que, como dice su nombre, ha sido pionero en el campo de la fusión en materia informativa. Fue la primera empresa en llevar a sus reporteros al formato multimedia, con el lanzamiento de MILENIO Televisión.
En 2008, a un reducido grupo de reporteros se nos pidió experimentar, con la meta de llevar nuestros reportajes a la pantalla de televisión, sí, pero también desplegarlos en el impreso y en radio. El proceso requirió múltiples pruebas, errores y apertura.
Como en toda evolución, hubo nuevas preguntas y procedimientos que tuvimos que codificar de cero. Surgieron tres preguntas clave: ¿en dónde debía salir primero el reportaje, en televisión o en el impreso? ¿Podían usarse las escenas televisivas como base para descripciones narrativas en el texto? y, además, ¿era adaptable un guion de televisión a radio?
Las respuestas a las que llegamos poco a poco fueron: primero en televisión, sí se pueden usar esas escenas en textos y es adaptable el guion televisivo al formato radial, pero con modificaciones. En realidad, no tomó demasiado tiempo para que la de MILENIO se convirtiera en la primera redacción plenamente multimedia del país, con reporteros capaces de elaborar guiones y textos al mismo tiempo, incursionando en radio, impreso y televisión.
Ninguna otra generación de reporteros se adaptó de manera tan exitosa al cambio como la integrada por Liliana Sosa, Lorena López, Adriana Esthela Flores, Daniel Venegas, Jannet López Ponce, Liliana Padilla, Israel Navarro, Fanny Miranda, Omar Brito, Fernando Damián, Silvia Arellano, Pedro Domínguez, Rafael Montes, Rafael López, Amílcar Salazar y Alma Paola Wong, a quienes unen nuevas generaciones como Armando Martínez, Azucena Rangel, Graciela Olvera y Ángel Hernández.
Todos abrazaron el reto de adaptarse a una nueva realidad y el resultado ahí está, con MILENIO y la familia MULTIMEDIOS convertidos en un referente periodístico.
Desdibujando fronteras
Sin embargo, en este mundo nada es estático. 15 años después del surgimiento de nuestra plataforma televisiva y 25 del nacimiento del impreso, se abre la posibilidad de experimentar con nuevos formatos, técnicas y tecnologías.
Aquí es en donde entra la transmedia, un formato prometedor que ha comenzado a madurar periodísticamente en la última década y con el cual se abre la posibilidad de explotar al máximo todas las plataformas del Grupo.
Hemos realizado nuestros primeros experimentos con este formato, mejor explicado como contar una historia usando múltiples plataformas, donde cada medio aporta un elemento único y diferente a la narrativa principal.
La transmedia permite que cada fragmento de la historia enriquezca al conjunto, ofreciendo una experiencia única para cada consumidor.
Nuestro primer reportaje de tipo, El último huachicolero, permitió fusionar por vez primera a todas las verticales del grupo. Trabajamos codo con codo encargados de información, diseño, televisión, redes sociales, web, print, bases de datos y un historietista en la construcción del relato en torno a un contrabandista de combustible que vive aislado en una fortaleza.
El resultado, disponible en nuestras plataformas, fue un producto novedoso con salida en televisión, impreso, Instagram, YouTube, X, TikTok, Facebook y milenio.com. La recepción fue alentadora gracias a la integración de tecnologías innovadoras como tomas aéreas con drones y animaciones, así como productos poco explotados en el mercado nacional, como historietas de contenido periodístico.
Por supuesto, nuevamente estamos en el punto en el que estábamos con la multimedia en 2008: debemos codificar nuestros procesos desde cero. Estamos trabajando para crear un ecosistema que permita explotar al máximo las grandes historias de nuestros reporteros y adaptarlas a las demandas de las nuevas audiencias.
Dada la historia de MULTIMEDIOS abrazando la innovación, no me queda duda de que habremos de lograrlo.
Será un reto muy disfrutable.
MO