Susana Vázquez, científica mexicana en tiempos de covid

Entrevista

La joven científica mexicana se especializa en el desarrollo de proteínas sintéticas claves en la generación, por ejemplo, de vacunas contra la covid-19.

Se graduó con el más alto honor en la maestría Medical and Pharmaceutical Drug en la Universidad de Groningen en Holanda. (Cortesía)
Gabriela Vázquez
Torreón, Coahuila /

La curiosidad es uno de sus rasgos más sobresalientes. Susana Vázquez Torres se enamoró de la ciencia desde su niñez. A sus 27 años de edad, cursa doctorado en la Universidad de Washington (UW), integra el laboratorio líder mundial en la generación de proteínas sintéticas que permiten desde el desarrollo de vacunas para combatir la covid-19, hasta la creación de nuevas fuentes de energías renovables.

Ella recuerda el momento exacto en que descubrió su interés por la investigación científica. Sucedió cuando acompañaba a su hermana estudiante de Medicina a un laboratorio del Instituto de Neurobiología de Querétaro, al observar los equipos y el contexto de ese centro entendió que caminaría por esos rumbos.

Susana vivió en Querétaro hasta terminar la preparatoria, después cursó en la Ciudad de México la licenciatura en Investigación Biomédica Básica en la UNAM, carrera diseñada para quienes deciden dedicarse a la investigación desde los primeros años, ahí permaneció inmersa en desafiantes proyectos. Debió enfrentarse a un mundo en donde, no solo la ciencia, sino la mayoría de los ambientes están regidos por varones.

Actualmente trabaja en la creación de proteínas sintéticas con aplicaciones que ayudarán a resolver los grandes retos de este siglo. (Cortesía)

Una vez concluida su licenciatura, logró ser becada por el gobierno holandés para cursar maestría en Ciencias Médicas en ese país europeo. Fue su segunda confirmación de su genuino interés por la investigación científica; al concluir aplicó para la Universidad de Washington (UW) en el doctorado Biological Physics, Structure and Design, y desde hace un año cuatro meses radica en Seattle.

La educación doctoral en México está limitada. Según la OCDE, solamente el 0.1% de la población de 25 a 64 años del país cuenta con ese nivel, la proporción más baja entre los países de este grupo.

En 2017, se graduaron en este nivel 9,300 personas mexicanas, de las cuales 52% eran mujeres, de ellas 38% obtuvieron un grado en el campo de la educación; el segundo espacio más popular fue el de negocios, administración y derecho, que representó un 25% de todos los graduados, solo 10% de los egresados de doctorado se especializaron en ciencias naturales, así como áreas de matemáticas y estadística.

Al estudiar en el extranjero, ¿te sentiste competitiva?, ¿dudaste si estarías bien preparada?

Definitivamente ese estigma es real. Al estar en Europa me di cuenta que como mexicana y estudiante de la UNAM tienes mucho que ofrecer, realmente estás al nivel de muchas universidades internacionales. Al llegar a los Estados Unidos me pude defender muy bien, aunque sí te tienes que adaptar al nuevo sistema; aquí (Estados Unidos) me ha costado más adaptarme porque el nivel es más elevado, es como una competencia más intensa, pero definitivamente tenemos la capacidad de sobrellevarlo y ser exitosos, solo nos falta confiar en nosotros mismos.

¿Qué les dirías a los jóvenes interesados en carreras orientadas a la ciencia?, ¿qué transmitirías a quienes sueñan con ser investigadores científicos?

Les alentaría a que siguieran sus sueños. Ahora en pandemia nos damos cuenta lo importante que es la ciencia. Les diría que prueben y no tengan miedo, en ocasiones se cree que la ciencia es difícil y empezamos a pensar si somos tan inteligentes como para estar en eso.

Si sienten la inquietud que se animen, si toman la decisión que no se desalienten, puede ser difícil y habrá momentos que sientan que no hay apoyo suficiente. Como mujer te enfrentas a hombres que te dice que no eres tan buena o que mejor te dediques a otra cosa, pero les aconsejo no escuchar esas voces, sino que sigan fieles a sus sueños y que lo intenten, que busquen formas para acercarse a la ciencia en su escuela, en alguna institución o programa.

¿Qué consejo darías para tener un suave desembarque como estudiante mexicano en el extranjero?

En la ciencia y casi todos los ámbitos, el inglés es el idioma predominante, aprenderlo bien puede determinar hacer una maestría o un posgrado en el extranjero. También les recomendaría que buscaran hacer estancias y no necesariamente teniendo que costearlos, hay programas que becan a estudiantes en veranos de las ciencias. Es importante tener al menos una experiencia fuera de su zona, si se vive en provincia, por ejemplo, ir a la UNAM. Deben buscar interacciones y nuevas experiencias académicas.

FUERA DEL LABORATORIO:

  • Hoobie: leer
  • Escritor favorito: Mario Vargas Llosa 
  • Comida favorita: tacos al pastor 
  • Placer culposo: comer una bolsa de papas fritas 
  • Personajes admirables: mis padres 
  • Valor humano más preciado: capacidad de amar 
  • No vivo sin: salir a correr

¿Cuál es la aplicación de las proteínas sintéticas en las que trabajas?

El interés en el diseño de proteínas es algo muy nuevo, el laboratorio en el que estoy es el líder mundial. Básicamente es implementar métodos computacionales en el diseño de proteínas para aplicaciones ilimitadas. Por ejemplo, para el desarrollo de vacunas, ahora con el coronavirus hay proyectos que se están diseñando para crear vacunas contra él; pero también pueden ser empleadas para generar nuevas fuentes de energía renovables.

Las proteínas son las encargadas de la vida, sin ellas no habría vida en la Tierra porque transportan el oxígeno en la sangre, son las que ayudan a las plantas a llevar a cabo el proceso de la fotosíntesis y dan estructura a nuestros órganos. Lo que estamos haciendo es reinventar proteínas con una computadora, no limitarnos a lo que existe en la naturaleza, sino crear nuevas con aplicaciones distintas y mejores que ayuden a resolver los grandes retos de este siglo, como la pandemia, la contaminación o el calentamiento global.

Como científica, ¿cuál es tu sueño?

Mi sueño es terminar mi doctorado y poder utilizar ese conocimiento para crear un cambio real en la sociedad. Me atrae el tema del calentamiento global y la contaminación, me gustaría crear algo que ayude a resolver la contaminación de los ríos y/o permita disminuir la contaminación por plásticos.

¿Cuáles han sido tus retos a superar en el extranjero?

La distancia, estar lejos de tu familia, de los lugares que conoces. Cuando llegas pasas por un periodo de adaptación, por ejemplo, el idioma. Yo hablo inglés pero al principio no es tan fácil fluir, tu vida está completamente en español.

En ocasiones es frustrante, no entiendes por qué la gente se comporta de cierta manera, considera que en México somos muy amigables y acogemos a las personas, mientras que en Europa o en los Estados Unidos son diferentes, no es que no sean amigables, quizás son más distantes y puedes pensar que son groseros por directos, pero es solamente una forma diferente de ser.

Finalmente, deja claro su amor por México, sus ganas de volver y aplicar lo aprendido, pero admite que el panorama para los científicos es desalentador en la nación, "he visto con personas cercanas que han intentado volver y no se abren oportunidades, creo que el sistema de investigadores o de contratación es muy corrupto, es muy complicado encajar, y si no encajas tus oportunidades son muy limitadas", comenta la científica.

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