Ante un virus con una capacidad de transmisión no vista antes y que resulta letal para ciertos grupos de riesgo, según las advertencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tecnología, el big data y la inteligencia artificial se han vuelto indispensables en su combate.
Así lo hicieron China, Corea del Sur, Singapur, Canadá, Italia y ahora así lo están haciendo los gobierno federal y de la Ciudad de México, con el uso de mensajería instantánea, mapas de calor generados por la señal de celulares y encuestas telefónicas aleatorias, entre otras medidas.
A diferencia de la información epidemiológica, que demora hasta diez días en ser procesada por la cadena de procesos que lleva, "con estas herramientas podemos acortar los tiempos de recolección de información y ahorrarnos días que son oro en el combate a la epidemia", explica en entrevista el director del Centro de Tecnología e Inteligencia de la Agencia Digital de la Ciudad de México, Eduardo Clark.
Tras la misión de la Organización Mundial de la Salud a China en febrero, el grupo de científicos comandado por Bruce Aylward alertó que gran parte de la comunidad global "aún no está lista, ni materialmente, ni en su forma de pensar, para aplicar las medidas que se utilizaron para contener el Covid-19 en China".
Entre ellas estaba el uso obligatorio de códigos QR para los viajeros a fin de alertar si estaban o no contagiados y un agresivo seguimiento a los enfermos junto con toda su cadena de contactos, a través de herramientas digitales que dejaron de lado la privacidad y los datos personales.
A diferencia de China, en Ciudad de México no se colectan datos personales pero los 180 mil mensajes que llegaron en la primera semana desde el lanzamiento del programa SMS covid-19, permitieron saber dónde se está incrementando la sintomatología de enfermedades que podrían estar relacionadas al covid.
Otras herramientas han sido los monitoreos que le permitieron al subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, anunciar el sábado que la movilidad social se había reducido menos del 30 por ciento.
"Lo que vemos y monitoreamos a través de la movilidad social con monitoreos específicos, del tráfico, de los pasos peatonales, de las plazas, monitoreos formales que nos permiten medir si la gente está en casa o en la vía pública, y vemos que no se están aplicando con el rigor necesario las medidas de distanciamiento social que necesitan ser aplicadas al mismo tiempo por todas y todos", dijo López Gatell.
El informe de la misión de la OMS a China también alertó de la peligrosidad del covid-19 debido a que combina una alta transmisibilidad, desenlaces fatales en grupos de riesgo y la enorme disrupción económica y social que provoca.
Por esas razones pidieron a los gobiernos aplicar "una inusual y sin precedentes velocidad en la toma de decisiones, en la reacción del sistema de salud pública y en el involucramiento de la sociedad".
El big data ayuda a esos objetivos.
Clark, de la Agencia Digital, explica que gracias a los sms se ha generado "una base de datos, a nivel de código postal y en tiempo real, que permite ver dónde se reporta incidencia de síntomas leves de una enfermedad respiratoria y de esta manera orientar las brigadas de epidemiología para que acudan a estos puntos calientes a tomar muestras de manera más focalizada".
Esa reducción en la brecha de tiempo puede ser de alta relevancia para la Secretaría de Salud en la toma de decisiones.
Las tres compañías telefónicas que operan en la capital "han trabajado con nosotros, tanto en los sms como en los datos para ver en tiempo real ver, cada día, en qué lugares de la ciudad, hay movilidad de las señales celulares, personas conectadas, si cambian los patrones", explica el director del Centro de Tecnología de la Agencia.
Esto nos permite entender en qué zonas de la ciudad estamos siendo efectivos en reducir la movilidad y en qué zonas no, de tal manera que podamos desincentivar las concentraciones o el flujo de personas para evitar los contagios, agrega Clark.
Tras agradecer el compromiso y la cooperación de las telefónicas, el funcionario añadió que éstas están generando encuestas aleatorias, como las de opinión pública, para entender cómo cambia día a día la incidencia de síntomas y en qué zonas.
Técnicas similares despertaron la semana pasada un debate en Toronto, Canadá, tras la revelación del alcalde John Tory, sobre el uso de datos de las telefónicas en la detección de puntos de reunión no autorizados en medio de las políticas de distanciamiento social, y por la necesidad de que no utilicen datos personales, según reporta The Star.
Una app canadiense, Blue Dot's, detectó en China antes que la OMS, que ocurría un brote infeccioso. "Seguro que esos 'no me encuentro bien', 'algo me pasa' o 'estoy enfermo' fueron algunos de los más de cien conjuntos de datos analizados por los algoritmos de la start-up para concluir que estaba brotando una nueva enfermedad en Wuhan", según publicó ayer La Vanguardia.
RLO