India: una tradición literaria

FIL 2019

“La literatura en la India es difícil de entender para nosotros, porque allá hay una diversidad lingüística enorme”, explica Conrado Tostado, quien fuera agregado cultural de la embajada de México en el país asiático.

“Aunque en sus casas hablen alguna de sus lenguas originarias, el que el inglés sea un idioma escolar genera una relación distinta" (Foto: Paula Vázqu
Jesús Alejo Santiago
Guadalajara /

El hindi y el inglés son los idiomas con carácter oficial a nivel nacional, pero hay 22 lenguas nacionales reconocidas por la constitución de la India. Su industria editorial es también diversa e importante: publica alrededor de 120 mil títulos al año, en 24 lenguas, convirtiéndose en un mercado fundamental en lengua inglesa.

Los números son apenas un pálido reflejo de lo que en verdad representa la literatura de una nación de más de mil 200 millones de habitantes y de las expectativas que despierta su presencia como país invitado de esta edición 33 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

“La literatura en la India es difícil de entender para nosotros, porque allá hay una diversidad lingüística enorme. Cada lengua la hablan millones de personas y cada una cuenta con su propia tradición literaria”, explica Conrado Tostado, quien fuera agregado cultural de la embajada de México en el país asiático. “El inglés es uno de ellos, por ello hay una tradición de literatura en inglés, pero también hay otra en bengalí, donde encuentras a ganadores del Premio Nobel. Hay nombres que resultan bastante conocidos. Uno de ellos es Salman Rushdie, si bien ya se le presenta como un escritor indobritánico, y muchos otros que hicieron del inglés su tarjeta de presentación literaria. La delegación india para la FIL de Guadalajara ha apostado por escritores que viven en la India y, sobre todo, cuya escritura sea en alguna de sus más de 20 lenguas nacionales. Así, por ejemplo, tienes una literatura en urdu, que se desarrolló en la India de origen persa. Son varias literaturas, incluso no están traducidas entre ellas”.

Dentro de ese amplio mural, para Conrado Tostado hay un mosaico que resulta muy importante, aun cuando sea un tanto desconocido para los lectores en lengua española, en especial para los lectores mexicanos: su poesía, no solo por su diversidad, sino por su fortaleza. “Una de las tradiciones más fuertes se escribe en bengalí. En Bengala y en Calcuta hubo un movimiento muy notable de poesía, en los años sesenta y setenta, muy comparable al de los beats en Estados Unidos. Una poesía poco conocida en México, pero que a nivel local es muy importante”.

Conrado Tostado, ex agregado cultural de México en la India. (Foto: Paula Vázquez Córdova)


Mirarse a sí misma

La investigadora Jeannine Diego, quien incluso se ha dado a la tarea de preparar antologías de la literatura india contemporánea, reconoce que en México o en otros países se piensa que la literatura escrita por personas de origen indio, pero que ya están fuera del país, no es literatura india. Se trata de un error, porque a final de cuentas el inglés es la lengua que se enseña en la mayoría de las escuelas. “Aunque en sus casas hablen alguna de sus lenguas originarias, el que el inglés sea un idioma escolar genera una relación distinta y, por ende, se genera un diálogo más allá de las fronteras de la India: los escritores saben que están dialogando con un mundo en inglés”.

Eso no quiere decir que no haya una producción literaria en las lenguas originarias, ampliamente habladas y escritas, “pero me parece que la tradición literaria en inglés es mucho más fuerte”, dice Jeannine Diego, quien recuerda que hay muchos autores que escriben en su lengua originaria y ellos mismos se traducen al inglés, y viceversa, “un fenómeno que ha resultado muy importante”.

“Se publica mucha non fiction. Es la India pensándose a sí misma, lo que resulta muy interesante; mucha literatura de viajes, tanto de gente del país como de fuera, un género que no solo se consume mucho, sino que se considera como propio”.

Jeannine Diego menciona a algunos nombres como los que le dan vida a la literatura contemporánea india, nacidos a fines de la década de 1960 y principios de la década de 1970, que no están en el listado de la delegación india: Aravind Adiga, Tavish Kair, Palash Krishna Mehrotra, Rahul Mehta o Rohinton Mistry, lo que más que ser un problema, al final se define como resultado de la riqueza literaria, cuyo panorama difícilmente se centra en poco más de 30 nombres.

Editoriales en la India

En la nación asiática están presentes los grandes grupos, como Penguin o Harper Collins, pero también hay propuestas como las de India Inc., que publica títulos de ficción, pero sobre todo con temáticas propias de ese país. Al mismo tiempo, está la figura de la editorial que es también una imprenta, muy utilizada en las lenguas indias, lo que propicia que la gente consuma la literatura de forma local. “Lo que se consume a nivel popular, de menos alfabetización, es la historieta. El analfabetismo es todavía un tema dentro de la India, aunque por el número de habitantes, si pensamos, por ejemplo, en un 15 por ciento de gente que consume libros, ya estaríamos hablando de cuando menos 100 millones de lectores”, reconoce Jeannine Diego.

De la delegación india, Conrado Tostado destaca a una figura como Dibyajyoti Mukopadhyay, fundador de una asociación indohispánica, donde se enseña español con el único propósito de leer literatura latinoamericana. “Algo conocen de Octavio Paz y de Elsa Cross”.

“Jamás van a venir a México, ni saldrán de la India. Sin embargo, en una casa tienen como siete mil libros que se pasan de mano en mano solo para la lectura”, lo que no deja de ser fundamental para entender cómo se puede dar una relación más allá del apoyo de las instituciones gubernamentales.

Los vislumbres de la India

Participan: Conrado Tostado, Guillermo de la Peña, Xicoténcatl Martínez Ruiz
Viernes 6 de diciembre, 19:30 horas
Salón 1
Mesa redonda

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