Exorcizando 'El celestino del diablo'

Reseña

Publicada en 2023, la obra teatral de Verónica Volkow pone sobre la mesa y cuestiona el servilismo y el colonialismo de nuestra lengua y de nuestra cultura.

Retrato de una joven sor Juana Inés de la Cruz o Juana de Asbaje. (Wikimedia Commons)
Ricardo Venegas
Ciudad de México /

Entre muchos otros temas, la obra de teatro El celestino del diablo o bachiller Juana de Asbaje (Ediciones Eternos Malabares/ FONCA, 2023), de Verónica Volkow, pone sobre la mesa y cuestiona el servilismo y el colonialismo de nuestra lengua y de nuestra cultura. Recordemos las palabras de Antonio de Nebrija dirigidas a la reina Isabel la Católica cuando gestionaba ante su majestad una expedición hacia las Indias. Con el idioma como arma para el sometimiento de los naturales, Nebrija prometió, palabras más o menos: “vamos a conquistar naciones de peregrinas lenguas”. La lengua como instrumento del Imperio. Con el habla a la usanza del siglo novohispano y citas en latín, la autora cuenta la historia de una mujer acosada, víctima de un hombre poderoso que a la postre intentará apagar la luz de su prospecto. Afortunadamente la joven es ingeniosa y sabe lidiar con la perversidad de su verdugo.

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El celestino violenta el lenguaje, remueve el cochambre de la costumbre y quiere conformar su propia heredad, se fundamenta en la organización del pesimismo del que habló Walter Benjamin, hay un afán de consumación de los propósitos de los que nos antecedieron, las luchas de los vulnerables, las mujeres en un escenario que pretende dejarnos un mundo mejor; aunque también es una reunión con nuestros antepasados alrededor de la hoguera, donde la palabra se desdobla como una cauda de gemas.

Desde Aristóteles se dice que el hombre es “animal político”, y los escritores no son la excepción. A riesgo de parecer incomprendida, la autora alza la voz en medio de un desierto de siglos donde el varón ha dictado el canon, donde la expresión emerge para reivindicar su rostro y su palabra, y nos recuerda a Octavio Paz cuando le preguntaron ¿águila o sol?, y contestó: Es águila y sol. Una jaula llamada literatura es testigo de que ya todo ha sido dicho pero, a la manera de Amado Nervo, “como nadie escucha, hay que volver a repetirlo”.

En las interiores del volumen se precisa que “este libro fue realizado con el apoyo del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, a través de su vertiente Fomento de Proyectos y Coinversiones Culturales 2022”, sin duda un acierto institucional.

Verónica Volkow es escritora y académica, cuenta con múltiples publicaciones y actualmente trabaja como investigadora titular de la UNAM. Tiene maestría y doctorado en Literatura comparada y segunda maestría en Historia del arte. Ha sido en varias nominaciones becaria del Sistema Nacional de Creadores y del SNI. Recibió en 2004 el Premio Pellicer por el poemario Oro del viento, Editorial Era, y en 2005 el premio José Revueltas de Ensayo literario por El Retrato de Jorge Cuesta, Siglo XXI Editores. Entre sus últimos libros se encuentra: Dos cielos, dos soles; imágenes de la totalidad a finales del XVII novohispana, México, IIFL, 2014. Antologías de su obra poética han sido recogidas por Arcana and other poems, Shearsman Books 2009, Azul es el color de la distancia, Colombia Uniediciones 2018 y Poemas del verde, Universidad Autónoma del Estado de México, 2022.

AQ

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