La música de Justin Hurwitz llega al alma y toca las fibras más íntimas de quienes han sido testigos de su arte en el cine. A ocho años de haber ganado el Oscar a la Mejor Banda Sonora con La la land, el compositor pisa suelo mexicano con un concierto que promete ser una experiencia mágica para los amantes del séptimo arte y la música de orquesta. Este domingo el Auditorio Nacional abre sus puertas a Cinema Concert Festival: La la land in Concert.
“Es mi segunda vez aquí, pero la primera actuando, y estoy muy emocionado”, compartió Hurwitz en entrevista con MILENIO, “hace un año estaba viendo Spotify y noté que este es el primer o segundo lugar con más reproducciones de La la land en el mundo. Así que pensé: “Tenemos que ir a la Ciudad de México”. No sabía que teníamos tantos fans aquí, pero estoy muy contento de que hayamos podido organizar un concierto para los mexicanos”.
Este viernes, Hurwitz ofreció el primero de dos conciertos en el coloso de reforma. Whiplash fue la historia elegida para conectar por primera vez con su público mexicano, “cuando tienes una audiencia tan grande, hay mucha energía en el público y éste es un buen espacio porque el público está cerca del escenario, lo cual es genial, todos van a estar cerca de la orquesta, realmente pueden sentir la música de cerca, eso crea una energía increíble”, explicó.
“Me encantan estos conciertos. Ya pasaron unos 10 años desde que salió Whiplash y unos siete u ocho desde La La Land. Cuando hacemos las películas, trabajamos muy duro, como si estuviéramos en una cueva trabajando en ellas. Luego las lanzamos al mundo, y sabemos que les va bien: la gente va al cine, pero poder estar con el público y sentir su energía es algo único. Como director de orquesta, siento esa energía detrás de mí”, comentó.
Los conciertos ofrecen algo irrepetible: una sincronización perfecta entre la música y las imágenes en pantalla, mientras los músicos dan paso a “una noche inigualable, puedo escuchar a la gente reír, llorar y aplaudir en ciertos momentos. Me encanta sentir esa conexión y ver lo que significan la música y las películas para las personas, porque para eso las hacemos. Trabajamos tan duro para crear cosas que lleguen a las personas”.
- Te recomendamos Flow. Una historia propia: Gints Zilvalodis Cine
Whiplash y La La Land son películas muy diferentes, pero "comparten temas, ambas giran en torno a artistas, el sacrificio, la pasión, y lo que se necesita para ser realmente bueno en lo que haces. En Whiplash, se trata de ser un gran baterista. En La La Land, tienes a un actor y a un músico, ambos apasionados por lo que hacen. La La Land añade el elemento de las relaciones y cómo las personas que llegan a tu vida te cambian”, explicó el compositor.
“A veces funciona y a veces no, pero es una historia muy emotiva. Ambas películas tratan sobre artistas, pasión y el deseo de crear para el mundo. Y puedo relacionarme mucho con eso, al igual que Damien Chazelle. Nadie quería hacer estas películas; tuvimos que luchar mucho para que las hicieran y nos prestaran atención. Así que nos sentimos muy conectados con las historias mientras las hacíamos”, agregó sobre las colaboraciones con su amigo.
Hurwitz dejó entrever el futuro con su compañero creativo. “leí el próximo guión de Damien; de hecho, escribió dos guiones. Estamos en las primeras etapas de decidir cuál hará primero. Creo que va a filmar este año y estoy emocionado por empezar porque solo trabajo con un director, y han pasado unos cuatro años entre cada película. Es mucho tiempo”, dijo Hurwitz sobre el trabajo que realiza con el ganador del Oscar a Mejor director por La la land.
Con estas presentaciones, la Ciudad de México se convierte en un puente donde las historias y la música se encuentran, y el público, en un cómplice de emociones que viajan más allá de la pantalla. Justin Hurwitz nos invita a experimentar, no solo a escuchar: “puedes ver la película y escuchar la música interpretada en vivo. Es complicado porque la película sigue avanzando, no se detiene, y tenemos que mantenernos perfectamente sincronizados”.
“Los solos de batería en Whiplash, los solos de piano en La La Land, todo debe coincidir exactamente con lo que sucede en pantalla. Es emocionante porque la música toma vida, pero también cambia un poco en cada show. Ambas películas tienen jazz, así que hay elementos que los músicos improvisan. Es algo vivo y no hay dos noches iguales. Eso es lo que hace que estos conciertos sean tan especiales”, concluyó el director de orquesta.
YVI